ELECCIONES EN FRANCIA

Marine Le Pen llama a la movilización en su último mitin antes de la primera vuelta: "Si el pueblo vota, el pueblo gana"

La candidata de extrema derecha llega a los comicios del domingo en una cómoda segunda posición, a solo 2,5 puntos de Macron, según los sondeos

La aspirante ultra ha hecho del poder adquisitivo su principal tema de campaña con el objetivo de atraer a votantes más allá de su electorado tradicional

Marine Le Pen, en el mitin de este jueves en Perpinyà.

Marine Le Pen, en el mitin de este jueves en Perpinyà. / Reuters

Laura Puig

La candidata de extrema derecha Marine Le Pen llega a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de

Francia del próximo domingo con la moral muy alta. La mayor amenaza que planeaba sobre su candidatura, la irrupción en la carrera electoral del polemista ultra Eric Zemmour, ha acabado siendo viento en popa y los últimos sondeos la sitúan en una cómoda segunda posición (con el 24% de votos, a solo 2,5% del presidente, Emmanuel Macron), un resultado que, si se confirma en las urnas, le dará el pase a un nuevo duelo con Macron en la segunda vuelta.

Y esa moral se ha podido ver este jueves en Perpiñán, una de las plazas fuertes de su partido, Reagrupación Nacional (RN), donde ha reunido a unos 3.000 entregados simpatizantes en el último mitin antes de los comicios de este domingo.

Le Pen ha reiterado en Perpiñán los temas claves de su campaña: la lucha contra la pérdida del poder adquisitivo, la necesidad de devolver a Francia su grandeur, el referéndum sobre la inmigración y las puñaladas contra la gestión de

Macron

, en especial después del escándalo McKinsey, según el cual el presidente y su Gobierno acudieron de forma abusiva a esa firma de asesoría externa estadounidense durante los últimos años y que ha llegado a los tribunales. Ni una palabra para Zemmour.

Se ha presentado como la única candidata capaz de "recuperar la estabilidad y la 'joie de vivre'" y "restaurar la organización y la autoridad del Estado". Respecto de la inmigración, Le Pen ha insistido en que si gana realizará un referéndum para "solucionar problemas que nadie ha querido solucionar en 40 años". "Son los franceses quienes deben decidir quién es digno de ser francés y tener el privilegio de entrar en la comunidad nacional. Ser francés no es una situación administrativa, es un honor", ha manifestado.

Durante su discurso, Le Pen también ha hecho mucho énfasis en la necesidad de acudir a las urnas este domingo. "Si el pueblo vota, el pueblo gana (…). ¡Retomemos el control!", ha recalcado durante varios momentos para alejar el fantasma de la abstención. "Vamos a ganar", le han respondido los asistentes, quienes han coreado en numerosas ocasiones "¡Marine, presidenta!".

Convencidos del triunfo

"Es importante estar hoy aquí, es el último mitin antes de la primera vuelta", ha explicado antes de empezar el acto a El Periódico de Catalunya, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, Valéry Elophe, consejero regional de Nueva Aquitania por RN y vecino de Corrèze, una población a 400 kilómetros de Perpiñán. Elophe está convencido del triunfo de Le Pen por incomparecencia del adversario. "Macron no ha hecho campaña, mientras que Marine Le Pen ha hecho una muy buena campaña sobre los temas importantes para los ciudadanos", subraya, poco antes de que un grupo cercano se arranque a cantar 'La Marsellesa'.

"La visión de Le Pen es la nuestra: hay que cambiar Francia. Quiero una Francia próspera y ahora estamos en la ruina", señala, por su parte, una mujer de 65 años de Perpinyà que prefiere no decir su nombre. "Ya hemos tenido bastante de Macron-Jupiter", afirman las Danis, madre e hija, que han venido de Montpellier para asistir al mitin. Se refieren a la presidencia "jupiterina" por la que el propio Macron aboga frente a una gobernanza más cercana al ciudadano como la que llevó a cabo el socialista François Hollande.

Algo parecido opina Nicolas Caudeville, periodista y bloguero local de Perpinyà, que pone énfasis en la mala gestión, a su juicio, del presidente francés: "Si gana Le Pen será por la desesperación de la gente, por la ausencia de futuro".

Fue precisamente en Perpinyà, la ciudad más grande en manos de RN y gobernada por su expareja y artífice del giro moderado del partido iniciado hace más de una década, Louis Aliot, donde la aspirante ultra dio el pistoletazo de salida a su candidatura el pasado 4 de julio, tres semanas después del batacazo en las regionales. Aquel día ya avisó contra el peligro de la abstención (en las regionales fue de un histórico 66%), que la penalizaría en caso de llegar a la segunda vuelta ante Macron. Durante el último medio siglo, la abstención ha ido escalando paulatinamente y en las presidenciales de 2017 fue del 22,23% en la primera vuelta y del 25,44% en la segunda.

La dirigente de extrema derecha ha llevado a cabo una campaña pragmática, sin insistir demasiado en los temas más controvertidos sobre seguridad, inmigración e islam, y pivotando la mayoría de sus discursos sobre la cuestión del poder adquisitivo. El impacto en la inflación del alza de los precios de la energía y la guerra en Ucrania le han servido de catalizador. Según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), el IPC del mes de marzo subió al 4,5%, frente al 3,5% de febrero.

"Ha elegido un tema transversal, el del poder adquisitivo, con el fin justamente de poder 'rassambler', unificar, reunir a gente más allá del apoyo de su electorado tradicional", especialmente de cara a la segunda vuelta, explica Moussa Bourekba, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob). Raquel García, del Real Instituto Elcano, coincide al destacar que Le Pen ha sabido "canalizar el descontento" y hacer una campaña centrada "en las cuestiones que preocupan al votante".

Tercer intento

Se trata del tercer intento de Le Pen de alcanzar el Elíseo y en estos 11 años desde que tomó las riendas del partido, ha estado trabajando en su imagen de "mujer presidenciable" ("mujer de estado", se puede leer en sus carteles electorales) y en la "suavización" de los discursos polemistas de su padre y fundador del Frente Nacional (antiguo nombre de RN), Jean Marie Le Pen, subraya Bourekba. "Dentro de este proceso de suavización, no se le podía hacer mejor favor que la aparición de Eric Zemmour (…). Se ha producido lo impensable: concebir que Marine Le Pen sea una candidata razonable que propusiera un programa realista y hasta cierto punto incluso tolerante en ciertos aspectos", añade este analista.

Por su parte, García destaca que al margen de coincidir con Zemmour en temas como el migratorio, uno de los elementos que han contribuido a su imagen más moderada es el abandono de la retórica contra la salida del euro y de la UE y su postura más tolerante hacia el matrimonio homosexual y los temas LGTBI. "Ha aparecido un rival a su derecha que ha ayudado a que ella sea percibida más en el centro", remacha la investigadora del Real Instituto Elcano.

La difícil prueba de la segunda vuelta

El pase de Marine Le Pen a la segunda vuelta se da por descontado, a tenor de lo que predicen los sondeos electorales. Sin embargo, la victoria en la elección definitiva del próximo 24 de abril se antoja mucho más complicada, a pesar de que cada día que pasa se recorta la distancia entre ella y el presidente, Emmanuel Macron, y de que cada vez suena más su nombre como futura inquilina del Elíseo. "Por supuesto que puede ganar", dijo hace unos días el exprimer ministro Edouard Philippe.

"No creo que tenga opciones de ganar", explica Moussa Bourekba, investigador del Cidob. En su opinión, en la segunda vuelta va a haber mucha abstención puesto que los votantes de izquierda preferirán quedarse en casa mayoritariamente. "Un duelo Le Pen-Macron para ellos es como escoger entre la peste y el cólera", señala.

Raquel García, del Real Instituto Elcano, es de la misma opinión. A su juicio, tiempos de incertidumbre como el actual, con la guerra de Ucrania monopolizando el debate público y tras la experiencia vivida con la pandemia, "favorecen al candidato que está gobernando". Además, añade, Macron "es un candidato de centro que sabe aglutinar a un espectro del electorado mayor".