SÁHARA OCCIDENTAL

Marruecos y Argelia, una relación rota que empeora tras el cambio español respecto al Sáhara

El control de los recursos naturales y la soberanía del Sáhara Occidental, fuente de conflicto histórico entre ambos países

El reconocimiento por parte de España de la autoridad marroquí sobre la región aviva las tensiones diplomáticas

Tensión histórica entre Marruecos y Argelia por el control del Sáhara Occidental

Tensión histórica entre Marruecos y Argelia por el control del Sáhara Occidental / TIFARITI, 2006 | RICARDO CUGAT

Héctor González

Héctor González

El giro radical en la postura de España respecto al conflicto del Sáhara Occidental ha supuesto una mejoría inmediata en las relaciones diplomáticas con Rabat, pero también encierra una contrapartida negativa: el empeoramiento de las tensiones entre Marruecos y Argelia, una relación ya rota que ahora se complica y podría poner en peligro el suministro de gas a España.

"Es la segunda traición histórica al pueblo saharaui por parte de Madrid después del funesto acuerdo de 1975, han asegurado fuentes diplomáticas argelinas a medios locales. "Finalmente Marruecos ha obtenido lo que quería de España", han asegurado. En aquel año se produjo la Marcha Verde, una invasión de más de 300 000 civiles organizada por Rabat. España abandonó la antigua colonia del Sáhara Español, que quedó en manos de Marruecos y Mauritania. No se tuvo en cuenta la voluntad de la población saharaui. La población saharaui se refugió en campamentos en Tinduf (Argelia).

Desde entonces, ambos países norteafricanos mantienen un largo historial de rivalidad por el control de territorios ricos en minerales, hidrocarburos y petróleo. Argel, además, da refugio y apoyo al Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional del pueblo saharaui que reclama la soberanía del Sáhara Occidental. Argel nunca ha reconocido ninguna autoridad marroquí sobre el territorio,

Un desencuentro histórico

Marruecos y Argelia compiten además, desde hace décadas, por la hegemonía del Magreb. Una calma tensa trufada de altibajos, escaramuzas militares, acusaciones mutuas y una creciente carrera armamentística. El inicio de esta desavenencia se remonta a la independencia de Argelia de Francia en 1962, cuando Marruecos no aceptó las fronteras de la excolonia por entender que perjudicaban las aspiraciones territoriales del 'Gran Marruecos', que incluía el Sáhara Occidental, Mauritania y parte de Malí.

Los territorios argelinos, además, contaban con unos recursos energéticos (hidrocarburos y petróleo) y minerales de enorme valor, lo que acabó desencadenando el enfrentamiento entre ambos países en 1963. La conocida como 'Guerra de la Arena' se saldó con la victoria marroquí, aunque no supuso un cambio en los límites territoriales de cada uno. Sin embargo, las diferencias continuaron durante la Guerra Fría, cuando Argelia se alineó con el bloque soviético y Marruecos se alió con Estados Unidos y el bloque occidental.

Fruto de este posicionamiento a favor de la URSS, Argel se convirtió en defensor de la mayoría de movimientos de liberación del continente africano. Una postura que cristalizó tras la mencionada Marcha Verde y la retirada de España del Sáhara Occidental en 1975, cuando Marruecos se adueñó de la soberanía de la región y Argelia apoyó al Frente Polisario y su representación política, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Ruptura de relaciones diplomáticas

Más que cualquier otra cuestión, el apoyo argelino a la independencia saharaui ha supuesto una fuente continua de tensiones diplomáticas y fronterizas entre ambos países magrebíes. Tanto es así, que que ha acabado desembocando en la ruptura definitiva de las relaciones diplomáticas en enero de este 2022.

Primero, lo hizo unilateralmente Argelia en agosto de 2021, acusando a Rabat de “incitar y violar el buen tratado de vecindad”, incumplir sus obligaciones en el Sahara Occidental y respaldar al Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia, considerado por el gobierno como organización terrorista. Entre otras consecuencias, la ruptura fue acompañada del corte del suministro de gas y del veto del espacio aéreo a los aviones marroquíes.

En un principio, Marruecos tildó la decisión de "completamente injustificado", rechazó las acusaciones argelinas y trató de acercar posturas con el país vecino. Pero la escalada de tensión continuó creciendo hasta que Rabat anunció el cese de sus relaciones diplomáticas con Argelia este pasado enero.

Diferencias en política exterior

Además de los desencuentros en torno al Sáhara Occidental y el control de los recursos, la mala relación entre Marruecos y Argelia también ha estado marcada por la política exterior de ambos países. Argelia ha apostado por una política inclinada hacia los países orientales y la antigua URSS, con quien mantuvo una alianza histórica; mientras que Marruecos ha seguido una hoja de ruta orientada a estrechar relaciones con Occidente, especialmente Estados Unidos e Israel, con quien coopera en el sector de defensa y de inteligencia.

Desde la Guerra Fría, Argelia ha mantenido buenas relaciones con Moscú, una realidad que adquiere una nueva dimensión geopolítica en el contexto actual de la guerra de Ucrania. Se teme que el cambio en la postura española respecto al Sáhara Occidental pueda suponer un acicate para que Argel se alinee con Rusia, aunque los expertos coinciden en señalar que resulta poco probable.