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Loreto Gutiérrez Hurtado: "Estando en el Ejército habría que decir que sí soy una mujer de armas tomar, ¿no?"

Loreto Gutiérrez, general del Ejercito del Aire.

Loreto Gutiérrez, general del Ejercito del Aire. / José Luis Roca

Cuarta mujer general en las Fuerzas Armadas españolas, primera del Ejército del Aire y del Espacio, a cuyo Cuerpo de Ingenieros pertenece, tiene 53 años y poca tendencia a salirse del guion castrense en la conversación. Durante la pandemia fue responsable de la puesta en servicio del avión A400, uno de los aviones que tuvo un papel fundamental en el transporte de mascarillas y equipación médica.

¿General o generala?

General. Los empleos son así: la general, el capitán.

¿Cómo se le despertó el espíritu militar? ¿Qué notó?

Yo siempre he tenido vocación militar. Llevo con mucho orgullo llamarme Loreto, patrona de la aviación, y me viene de familia. Mi padre era militar del Aire y desde pequeña he querido ser como él.

¿De 1 a 10 cómo anda de virtudes castrenses?

Hacerse a uno mismo esa pregunta es complicado. Siempre he intentado seguir los valores militares, y entiendo que el mando ha depositado en mí una confianza porque habrá visto esos valores en mí. Yo, desde luego, me esfuerzo cada día en seguirlos.

¿Su padre la ponía desde niña en primera posición de saludo?

No. Nunca. En mi casa había unos valores, pero no solamente por mi padre, que era militar, también por mi madre. Eran los valores de una familia: espíritu de sacrificio compañerismo, respeto, lealtad. Y esos valores de trabajar duro, que también los tenía mi abuela, a la que recuerdo siempre diciendo que en la vida para conseguir cosas había que batirse el cobre. Muchas veces tendemos a pensar que los valores militares son distintos a los de la sociedad que nos rodea. Y son los mismos.

¿Por qué del Aire?

Porque mi padre era militar del Aire y desde pequeña me gustaban los aviones. Además, yo soy ingeniero aeronáutico Y cuando se trabaja dentro del Ejército del Aire y del Espacio se está en contacto permanente con la tecnología y los grandes desarrollos.

¿Qué hay debajo de su uniforme?

Pues una persona normal. Yo siempre digo que somos personas normales, que hacemos nuestra profesión como cualquier otra que tiene una vocación. Por supuesto, voy a la compra, hago mi trabajo en casa, tengo aficiones, tengo amigos… Como todo el mundo.

¿De niña jugaba con soldaditos?

Yo jugaba a todo. Tenía muñecas y también tenía soldados, y me iba con mi padre el puesto de periódicos y me compraba paracaidistas de esos que se abrían en un sobre y se lanzaban. Tenía de todo.

La ministra de Defensa en funciones dice que la entrada de la princesa Leonor en la Academia de Zaragoza puede atraer a jóvenes a las Fuerzas Armadas ¿Cree que la juventud está por la labor?

Yo creo que sí, y a las pruebas nos remitimos: las academias están llenas.

No les pasa como en los seminarios, que cada vez tienen menos vocaciones.

Yo creo que no, pero esto es una opinión personal. Para las academias se presenta más gente que las plazas que hay.

¿Y concretamente mujeres?

Afortunadamente, hoy en nuestro país las mujeres pueden elegir libremente la profesión que quieren ejercer y simplemente hay que trabajar duro. Como decía mi abuela, batirse el cobre para conseguir lo que quieres. En cualquier tipo de trabajo.

En la vida civil, ¿qué le hace tocar a zafarrancho de combate?

Pues a zafarrancho de combate a mí me llama cualquier necesidad que tenga un allegado, familiar o amigo. En la Academia nos dijeron que éramos militares, y que cualquier necesidad que pueda tener alguien cercano hay que atenderla siempre que se pueda.

¿Es usted feminista?

¿Que si yo soy feminista? ¿Y cómo definimos feminismo? [Interviene alguien de Prensa ofreciéndose a mirar la definición en el diccionario]. Independientemente de lo que signifique la definición del término feminista, en la que no me gusta entrar, cómo no voy a estar por la igualdad, si cuando yo era pequeña las mujeres no entraban en el Ejército. Estoy por la igualdad por motivos obvios, porque si no probablemente yo no estaría aquí. Hay que estar por la igualdad, pero no por la igualdad de género. La igualdad de los derechos y deberes de los seres humanos.

¿Qué cambiaría del Ejército español?

Difícil pregunta. Un 10 no se lo ponemos nunca a nada. Yo ahora mismo cambiar, no cambiaría nada. Hay que evolucionar acordes a las necesidades de la sociedad y al entorno, y creo que en este camino vamos bien. Cada vez tenemos sistemas de armas más desarrollados, y en temas de personal y de conciliación también se ha avanzado mucho. ¿Que hay cosas mejorables? Como en todas las instituciones.

La NASA se toma en serio a los ovnis. ¿En sus vuelos ha visto algo raro en el espacio?

Yo no he visto ningún ovni. Pero la NASA se ha tomado interés durante mucho tiempo y han estado haciendo estudios. Los expertos tendrán datos para saber qué línea de investigación seguir para obtener información sobre cualquier modo de vida que haya en el exterior.

¿Hace meditación?

Yo lo que hago es deporte, que para mí es la meditación. Gastar la energía está bien, pero meditación, meditación yendo a un sitio no hago. O medito en casa o paseando, leyendo o cualquier hobby. En invierno algunas veces esquío y, sobre todo, me gusta caminar. Y la lectura, novela histórica. A mi padre le gustaba mucho la historia de Roma y a mí también.

¿Cuál de los generales romanos es su favorito?

Trajano, el emperador hispano. Era un general que era reconocido porque siempre estaba al lado de sus tropas, en la batalla. Y si tenía que comer, comía lo que comía todo el mundo

¿Es usted una mujer de armas tomar?

Pues hombre, estando en el Ejército habría que decir que sí, ¿no? Creo que soy una persona con carácter. A mí no me asusta tomar decisiones, e intento tomarlas de una manera templada.