La inversión extranjera en Andalucía se multiplica en un oasis de estabilidad institucional

Andalucía, la comunidad más poblada de España, 8,4 millones de habitantes, está dispuesta a cerrar este 2023 con una cifra récord y millones de turistas engrosando sus estadísticas. Ya fue histórico 2022, con 30,8 millones de turistas, pero el año que acaba promete todavía más. Pese al potente músculo que exhibe la comunidad andaluza con su sector turístico, donde emplea a más de 400.000 ocupados, el sur de España no quiere conformarse con ser sólo una gallina de los huevos de oro en cuanto al turismo nacional e internacional.

El Gobierno de Juan Manuel Moreno, el primero del PP en la historia autonómica con mayoría absoluta, promete estabilidad política e institucional para captar inversiones extranjeras. Andalucía quiere liderar la carrera por la transición energética, con una gran apuesta por energías renovables y la producción de hidrógeno verde, con especial protagonismo de Cádiz y Huelva. Mientras, Málaga se ha convertido en un referente internacional para las empresas tecnológicas, Granada es cada vez más fuerte en inteligencia artificial y salud, y Sevilla avanza en su clúster aeroespacial, que el pasado año ya lideró las exportaciones del sector en España.

Energía y agua

En el diagnóstico para Andalucía hay dos asignaturas centrales en los próximos años, la energía y el agua. La cara y la cruz. La comunidad enfoca su desarrollo hacia la economía verde y el desarrollo sostenible, con una importante apuesta por la Alianza Andaluza por el Hidrógeno Verde, un gran pacto impulsado por el Gobierno autonómico con 150 entidades y empresas que van a convertir la comunidad en referente internacional en la producción de este gas. Un proyecto de éxito, el del Valle Andaluz del Hidrógeno, de la mano de Cepsa, que va a convertir a Andalucía en referente internacional en la producción de este gas y que aspira a ser motor para atraer a la comunidad industria que consuma esta energía.

Pero no sólo se trata de hidrógeno verde, en materia de energías renovables, en Andalucía hay más de 10.000 megavatios de potencia renovable instalados en la comunidad y en la Estrategia Energética de Andalucía 2030 se marca el objetivo de alcanzar un 75% de generación renovable en electricidad, permitiendo prácticamente la autosuficiencia con renovables.

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La comunidad cerró 2022 con un récord de inversión en proyectos renovables, hasta rozar los 1.300 millones de euros, fruto de la instalación de 1.257 megavatios ‘verdes’ que han permitido la creación de cerca de 3.800 empleos asociados a su construcción.

En el lado de los grandes desafíos, la sequía amenaza la agricultura y la potente industria agroalimentaria andaluza y la falta de lluvia es uno de los grandes retos para una comunidad que ya ha anunciado que pedirá a la Unión Europea un estatus especial que la reconozca como una de las regiones europeas más vulnerables al cambio climático. La sequía podría costar este 2023 dos puntos al Producto Interior Bruto (PIB) andaluz. El Gobierno andaluz estima un crecimiento para Andalucía del 1,9%, que podría ser del 4% si la comunidad no estuviera azotada por una pertinaz sequía. Por eso los esfuerzos del Gobierno de Moreno Bonilla se centran en sacar adelante instrumentos, desde planes contra la sequía a obras hídricas o recursos para que la agricultura intensiva andaluza sea la más competitiva y referente en cuanto al aprovechamiento del agua. La Junta de Andalucía contempla obras hidráulicas por valor de hasta 4.500 millones de euros hasta 2027, el 70% inversión de la Junta. Centra además sus reivindicaciones al Gobierno de la nación en que ejecute y acelere las obras hídricas contempladas en los planes hidrológicos de su competencia.

Pese a la sequía, Andalucía sigue siendo la primera región española en producción de frutas y hortalizas, líder en producción ecológica nacional y una referencia en ganadería y pesca. Pero, por encima de todo, es una potencia en la agroindustria, la producción de alimentos y bebidas, cuya competitividad la han convertido en la primera exportadora del país. La agroalimentación es el principal sector industrial de Andalucía, uno de los nichos de empleo más sólidos de la comunidad. La agricultura intensiva, con Andalucía referente europeo de frutas tropicales y frutos rojos que abastecen a los principales mercados centroeuropeos, un liderazgo mundial en la producción de aceite de oliva y buena parte de la aceituna de mesa y una industria del vino referente, hacen de este sector un puntal clave de su economía.

Refugio para la inversión

La Junta de Andalucía defiende con vehemencia que su gran estrategia económica pasa por atraer inversión. Por eso remarca su oferta de estabilidad política, que da seguridad jurídica y certidumbre, y subraya una palabra clave para conquistar grandes proyectos empresariales: confianza. En mitad de turbulencias políticas y mayorías imposibles, el Ejecutivo de Moreno (PP) goza de una mayoría absoluta que le permitirá avanzar hasta 2027 sin injerencias ni vaivenes políticos.

La comunidad cerró 2022 con récord de inversión extranjera (1.265 millones de euros) y de exportaciones, con 43.000 millones de euros exportados. Con esos datos, la Junta proclama que "Andalucía es un valor refugio para la inversión". Las exportaciones batieron un récord en el pasado ejercicio con 42.958 millones de euros en ventas y ya contabilizamos más de 20.000 millones en los seis primeros meses de este 2023, a pesar de la sequía.

El tejido empresarial de Andalucía gana músculo y ha alcanzado en este 2023 su mayor nivel en la serie histórica (desde 1995) con un aumento de 14.242 empresas, que le hace lograr también su mayor peso en el conjunto nacional (545.502 empresas pertenecientes a los sectores no agrarios). En 2022 creció un 2,7% frente al 1,9% nacional.

Capacidad tecnológica

Según la Comisión Europea, Andalucía supera la media europea en capacidad tecnológica y ocupa el puesto 53 de 234, por delante de áreas tan influyentes como Hamburgo, Düsseldorf o Lisboa. Un dato que aprovecha el Gobierno andaluz para defender "el cambio" que está operando en la economía andaluza. La industria ha ganado más de dos puntos en la estructura productiva de Andalucía y tiene hoy el mayor peso relativo en más de dos décadas. En 2018 significaba el 11,6% del valor añadido total, en 2022 el 13,5%.

El PIB de la economía andaluza ha crecido en el segundo trimestre de 2023 un 2,2% interanual, lo que supone casi medio punto más que la media nacional (1,8%) y cuatro veces el crecimiento registrado por término medio en la Eurozona y la UE (0,6% y 0,5%). Mirando el desempleo, un déficit estructural para la economía andaluza, la comunidad está creando más empleo que en el conjunto de España y cuenta con las tasas de paro más bajas desde 2014. Está "muy cerca" de bajar la barrera psicológica de los 700.000 parados en Andalucía, una cifra que sigue siendo negra.

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Fondos europeos

Para seducir inversión y captar grandes proyectos de la iniciativa privada, la Junta promete seguir eliminando trabas y apostando por la simplificación administrativa. Se han simplificado 400 procedimientos y se avanzará en eliminar carga de burocracia para la tramitación de ayudas europeas. El nuevo marco 2021-2027 traerá a la comunidad más de 8.500 millones de euros de Fondos Europeos.

Andalucía ha sido pionera en crear una Unidad Aceleradora de Proyectos, un instrumento de la Junta a favor de proyectos ‘estrella’ de inversión, que ofrece todo tipo de asesoramiento y facilidades a esos inversionistas y que ha sido ya copiado por otras comunidades. Una iniciativa clave para amarrar una inversión de 12.500 millones de euros y más de 47.000 empleos en Andalucía. La Junta defiende que entre el año 2019 y 2022 ha captado 3.856 millones de euros de inversión extranjera productiva. Eso supone el doble que en los cuatro años precedentes. En el mismo periodo, la inversión extranjera productiva, en España, cayó un 15%.

Rebajas fiscales

Otra de las políticas ‘estrella’ de la Junta de Andalucía pasa por las rebajas fiscales. La comunidad suma con el actual Gobierno seis bajadas de impuestos "con las que se ha conseguido recaudar más, dejar más dinero en el bolsillo de los ciudadanos y convertir a Andalucía en un polo atractivo para la inversión", defiende el Ejecutivo. El PP afirma que con su mandato, la región ha pasado de ser un infierno fiscal a la segunda comunidad que menos impuestos paga de España, tras Madrid. Entre 2019 y 2022, Andalucía ha recaudado casi 7.800 millones de euros más que en los cuatro años anteriores. Las seis reformas fiscales han deflactado la escala autonómica del IRPF, han suspendido el canon del agua y han suprimido el impuesto de patrimonio.

El Gobierno andaluz promete también medidas para facilitar la financiación de las empresas. En ese sentido, la agencia pública Andalucía TRADE es una apuesta emblemática de la Junta cuyo objetivo es que los empresarios tengan por primera vez una entidad eficaz y eficiente, que concentre toda la actividad de apoyo a las empresas. Esta agencia pública está llamada a articular una cantidad muy importante de fondos, unos 1.000 millones de euros, entre subvenciones directas e instrumentos financieros hasta 2027. La Junta promete invertir 415 millones para seguir creando condiciones favorables a la atracción de nuevas inversiones extranjeras y ya espera proyectos para Andalucía de más de 11.000 millones de euros.

En un Gobierno "sin muros ideológicos ni fronteras partidistas", como defiende su presidente, la Junta también se felicita por la firma de un tercer acuerdo de concertación social. El pacto con la Confederación de Empresarios de Andalucía y los sindicatos, la Unión General de Trabajadores y las Comisiones Obreras, moviliza 9.000 millones de euros en medidas de apoyo a familias, a jóvenes, pymes y a autónomos. Paz social en una comunidad que pisa fuerte.