LA VIDA CONTIGO

La 'cara b' de las citas: desde la peor de las excusas hasta el famoso 'ghosting'

Estas son algunas de las cosas que pueden pasar para que una cita acabe mal

El otro lado de las citas.

El otro lado de las citas. / SHUTTERSTOCK

Dulcinea Campayo

"¿Te apetece tomar algo y nos conocemos?". Así es como se empieza en el complicado y diverso mundo de las citas. Solo tienes que decir que "sí" para tener esa cita, pero debes tener en cuenta cuáles son las consecuencias. Puede ser que vaya bien, que todo sea perfecto y en un futuro tengas algo más que una amistad con esa persona; o puede ser que vaya mal y que no vuelvas a ver a tu cita nunca más. No todo es color de rosa como te venden en las películas y la publicidad. También se pueden tener citas malas. Es más, lo común es que antes de conocer a esa persona con la que conectas y con la que podrías tener una relación, hayas pasado por varias citas que no hayan funcionado.

El mundo de las citas es muy amplio y, una vez estás dentro, nunca sabes qué te puede pasar. El camino para llegar parece fácil: conoces a alguien, congeniáis y decidís dar el siguiente paso para continuar la relación. Sin embargo, cuando estáis en la cita, pueden pasar muchas cosas y no tienen por qué ser todas buenas. Puede ser que las cosas empiecen bien y terminen igual de bien. Por el contrario, puede ir mal desde el principio y que estés más pendiente del reloj que de la conversación con la otra persona. Incluso, otro caso que puede suceder es que la cita parezca que empieza bien y que, en cualquier momento, se presente sobre la mesa la excusa más rara para poner fin a esa situación y no volver a cruzarte a esa persona nunca más.

"Fuimos al zoo, le llamó su ex en mitad de la cita y me dijo que se iba, que seguía enamorado de ella" cuenta Laura, que, tras esta cita, el chico no volvió a contactar con ella hasta pasados los tres años, que "volvió a pedirme perdón". "Se pasó toda la cita hablando sobre todos los ligues que había tenido, comentando lo que no le gustaba de ellos, y en ningún momento me preguntó sobre mí o se interesó por mí" nos cuenta otro caso que le sucedió a Raúl.

Pero, ¿por qué pasan este tipo de situaciones? ¿Por qué, cuando todo parece que iba bien, de repente se tuerce? ¿Por qué termina mal la cita? Ni tú mismo sabes contestar a estas preguntas. Sin embargo, esto es algo muy común y se puede dar en muchas ocasiones, ya que todo queda reducido a que puedes tener "citas con personas con las que conectas o personas con las que no conectas o no te gustan" explica la coach de citas Alexandra Ponescu. No obstante, lo más aconsejable para poner fin a una cita, cuando no hay conexión entre ambas personas, es decirlo directamente sin que sea necesario poner alguna excusa rara.

Estas situaciones tienen lugar por muchos factores, pero, normalmente, suceden porque alguno de los dos no está abierto a conocer gente a través de las citas y no tiene claro lo que quiere. Antes de empezar en este mundo tienes que preguntarte "si realmente quieres conocer a alguien o no" nos aclara Alexandra, que asegura que tienes que "limpiar tu pasado" para poder "ir predispuesto a las citas" y, de esta manera "estar abiertos a conocer y a conectar con los otros". En el momento en el que tienes claro lo que quieres conseguir o en qué punto de tu vida estás, las excusas dejan de existir y comienzas a ser sincero con la otra persona.

A pesar de esto, hay algunos casos en los que la otra persona no encuentra las palabras para explicar que no quiere continuar con la cita y directamente, como nos cuenta Ana, "me llevó a ver una película al cine. A mitad de la película se fue al baño y nunca más volvió". Pero esto, en otras ocasiones, se lleva al extremo dando lugar al "plantón o calabazas" o, directamente, lo que hoy en día se conoce como ghosting, que consiste en que la otra persona desaparezca completamente de tu vida sin dar ninguna explicación y de forma inesperada. Este ghosting puede aparecer durante la conversación previa a quedar con la otra persona, dando lugar a que la cita no se produzca, o después de haber quedado y, aun pensando que la cita iba bien, no vuelvas a ver a esa persona otra vez.

"Puede ser que a esa persona no le hayas encajado, como puede pasar con cualquiera, pero no tiene la madurez emocional como para comunicártelo" nos explica la psicóloga y creadora de contenido Claudia Nicolasa, que añade que esta situación "es algo impredecible y que te deja descolocado". Esta situación no está en las manos de la persona que recibe el ghosting ni tampoco hay ningún método para poder evitarlo. "Lo que puedes hacer es entender que ninguna persona con buena gestión emocional y madurez va a manejar así las cosas" cuenta Nicolasa, que termina diciendo que el hecho de que tenga lugar esta situación puede ser "un favor".

Pero, ¿cómo podemos saber si una cita va bien o no va a llegar a ningún sitio? Claudia nos aconseja que nos fijemos en el "interés y proactividad" de la otra persona, porque "no es lo mismo una persona que está ahí pasando el rato, a una persona que está implicada y te pregunta por tu pasado, que quiera alargar la cita o te proponga hacer otras cosas" añade.

¡Qué no cunda el pánico! El mundo no se acaba porque una persona te haga ghosting o porque una o varias citas salgan mal. "Hay que quedar con mucha gente" asegura Alexandra, que nos aclara que "no hay que estresarse si no sale a la primera". El mundo está lleno de gente y "hoy quedarás con alguien y saldrá bien, y mañana quedarás con otra y saldrá mal". Ante estas situaciones, Ponescu asegura que "hay que intentar sacar lo positivo de las malas citas, porque siempre tienen algo que ensañarnos". De estas situaciones, se puede aprender desde gestionar los nervios antes de una cita hasta saber qué es lo que realmente estás buscando en una persona, pasando por conocer cuáles son tus puntos fuertes y débiles o las red flags que no estás dispuesto a aguantar en una relación. Así que no te desesperes si una cita no funciona o la persona no aparece al día siguiente, porque te servirá como aprendizaje para las próximas veces.