GUERRA DE UCRANIA

El megayate del amigo de Putin atracado en Palma, ajeno a la guerra y amenazado por las sanciones

El barco, valorado en 150 millones de euros, propiedad del oligarca del metal cercano a Putin Viktor Vekselberg, podría quedarse embargado en el puerto de Ciutat, donde está haciendo el mantenimiento

Un hombre pasea por el yate ruso Tango en el puerto de Palma.

Un hombre pasea por el yate ruso Tango en el puerto de Palma. / B. Ramón

M. Elena Vallés

El megayate Tango es uno de los barcos rusos que en estos momentos está en el punto de mira ante las posibles sanciones internacionales contra Rusia por la invasión de Ucrania. El pasado fin de semana la UE y Estados Unidos anunciaron paquetes correctivos contra grandes empresarios rusos cercanos al Gobierno del país por la entrada de las tropas a Ucrania. A la espera de las sanciones específicas contra los magnates, el millonario ruso Viktor Vekselberg, cercano a Putin, acondiciona en Palma como cada invierno el Tango. ¿Cómo es ese megayate y quién es él?

Vekselberg es un multimillonario ruso nacido en Ucrania y amigo de Putin, uno de los hombres más ricos de Rusia; en concreto, el cuarto. Según la revista Forbes tiene una fortuna de 9,3 mil millones y ocupa el puesto 262 en el listado de personas más ricas del mundo.

Su trayectoria empresarial es larga y abundante. En 1996, cofundó una gran empresa de aluminio que acabaría convirtiéndose en United Company RUSAL, la mayor empresa de aluminio del mundo. También ha invertido en la petrolera TNK, vendida a Rosneft por 55 mil millones, y en el sector de telecomunicaciones.

Viktor Vekselberg. 

Viktor Vekselberg.  / REUTERS.

El oligarca preside el centro de innovación Skolkovo, un área de negocios de alta tecnología en Moscú, un proyecto conocido como el Silicon Valley ruso destinado a modernizar proyectos en cinco ámbitos: tecnologías nucleares, espaciales, médicas, informáticas y ahorro de energía.

Entre sus aficiones, aunque vinculada con el rédito económico, está el arte. Se hizo famoso en 2004 tras adquirir por 100 millones a la familia Forbes nueve huevos de Fabergé, creaciones únicas de joyería, diseñadas en un principio para los zares rusos y que más tarde se crearían para algunos pocos aristócratas de todo el mundo.

El arte y la corrupción

Si al final se actúa contra su megayate, no sería la primera vez que Vekselberg experimenta las sanciones por sus vínculos con Putin: en 2018 fue sancionado por EEUU por ser uno de los oligarcas cercanos al presidente ruso y sus bienes en territorio estadounidense quedaron embargados.

Tampoco es ajeno a las polémicas y los casos de corrupción. Según publicaron medios estadounidenses, Vekselberg, podría haber estado implicado en los oscuros pagos que hizo Michael Cohen, el abogado de Trump, durante la campaña electoral de 2016 a dos mujeres para acallar supuestas aventuras extramatrimoniales. El letrado mantuvo un encuentro con el oligarca ruso en la torre Trump de Nueva York durante el periodo de transición entre la administración de Barack Obama y la del anterior presidente republicano.

El barco

El yate Tango atracado en Palma.

El yate Tango atracado en Palma. / B. Ramón

Por su parte, el megayate, valorado en unos 150 millones de euros, cuenta con 77 metros de eslora y con cuatro motores que le permiten alcanzar una velocidad impresionante de 22 nudos. Tiene espacio para 20 tripulantes y puede alojar a 14 personas en siete camarotes. En su interior, dispone de piscina, un salón de masajes y belleza y una espaciosa terraza con cine al aire libre. Según cuenta Superyacht Fan, cuenta hasta con embarcación auxiliar para limusinas de nueve metros.

El barco fue construido por Feadship en 2011 y consiguió alzarse con el Premio World Superyacht en 2012.

Ajeno a la guerra

El Tango llegó a Palma el pasado 30 de enero procedente de Fethiye, Turquía y este lunes se podía ver atracado en Astilleros Mallorca, donde están llevándose a cabo labores de mantenimiento y su puesta a punto del barco. Desde fuera, era posible avistar la zona de camarotes, tapada parcialmente con cartones y, durante las primeras horas del día, el trajín de los trabajadores era considerable: no pararon de sacar y meter cajas de material del yate en varias tacadas.

Dos personas metiendo cajas en el yate Tango.

Dos personas metiendo cajas en el yate Tango. / B. Ramón

Así, parece ajeno tanto a la guerra como al arsenal de sanciones que ha provocado la invasión a Rusia. Tampoco parece dar muestra de seguir los pasos del megayate ruso atracado en Barcelona que zarpó a toda prisa el sábado a mediodía rumbo a Tiva, un puerto situado en Montenegro, territorio que ya no pertenece a la UE. Se trataba del Galactica, de Vagit Alekperov.

Palma, junto a Barcelona, son dos de los destinos que eligen los millonarios rusos para atracar sus yates y ser cuidados e inspeccionados. En sus astilleros se repasan los motores, los cascos y hasta se lija la madera de la cubierta. El Tango es un habitual durante los inviernos en Palma, el puerto con mayor especialización en este tipo de barcos.  

Entre tanto, España ya ha propuesto a sus socios europeos cerrar los puertos europeos a los barcos rusos, al igual que se ha hecho con el espacio aéreo a los vuelos, aterrizajes y despegues de aeronaves rusas.

"Estamos proponiendo una serie de medidas que van desde la prohibición y exportación de buques, la prohibición de avituallamiento y también de suministro a los buques de bandera rusa", ha dicho este lunes la ministra de Transportes Raquel Sánchez. También estudian la prohibición de que atraquen buques de bandera rusa en puertos españoles e incluso aquellos que, sin tener bandera rusa, tengan capital ruso.