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La extrema sequía de Morata provoca que el Atlético dependa más que nunca del tobillo de Griezmann

El delantero español, que cuajó un inicio de temporada de récord, ha anotado un gol en los últimos catorce partidos

ATLÉTICO 2 - 1 BORUSSIA | Lino y De Paul escenifican que el Atlético sigue atacando mejor que defiende

El tobillo de Antoine Griezmann, tras el Atlético - Borussia Dortmund.

El tobillo de Antoine Griezmann, tras el Atlético - Borussia Dortmund. / MOVISTAR

Denís Iglesias

Denís Iglesias

"Lo de Morata es muy difícil de explicar", dijo un resignado Simeone tras la victoria escueta -pero al fin y al cabo triunfo- por 2-1 ante el Borussia Dortmund en Champions. El argentino apuntaba a "causas naturales" para explicar la extrema sequía por la que pasa el delantero del Atlético, quien solo ha anotado un gol en los últimos 14 partidos. Cifras que contrastan con su exuberancia anotadora del principio de campaña y que obligan a Griezmann a ser aún más decisivo. Más presión para un jugador galo que arrastra molestias en el tobillo desde la ida frente al Inter.

"Morata estuvo impresionante seis meses y ahora no encuentra el gol, pero está trabajando", añadió el 'Cholo'. No le falta razón. En noviembre, los números del '9' de la selección española iban camino de récord. Firmaba el mejor promedio goleador de toda su carrera, con 12 tantos en 14 encuentros que daban una media de 0,87 dianas por partido. El único coeficiente que se aproximaba era el que tuvo con el Real Madrid Castilla 2012/2013 en Segunda.

Un inicio de temporada arrollador para Morata

Con la racha reciente, la media goleadora de Morata se ha desplomado por debajo de los 0,5 goles por partido (0,48). Su último tanto fue ante el Betis el pasado 3 de marzo. Resultó una anotación simbólica, porque le permitió igualar su mejor cifra de una temporada: 20 aciertos, los mismos que consiguió con la Juventus en la 2020/2021. Datos que no tienen en cuenta los cuatro goles (tres de ellos en la paliza a Georgia) que ha sumado con la selección.

Álvaro Morata, delantero del Atlético, ante el Borussia Dortmund.

Álvaro Morata, delantero del Atlético, ante el Borussia Dortmund. / AFP7/EUROPA PRESS

A principio de curso, Morata y Griezmann eran la dupla más letal de Europa. La tabla de goleadores de la Champions todavía guarda reminiscencias de esa complicidad. El francés es el segundo anotador de la Champions, con seis disparos efectivos, solo superado por Kane, quien se ha puesto a la cabeza de la tabla gracias al penalti transformado con el Bayern ante el Arsenal en la ida de cuartos. Un escalón por debajo está Morata, con cinco goles.

Frente al Dortmund, como viene siendo habitual, el madrileño no negoció una gota de sudor. Es un trabajador incansable que, a diferencia de sus compañeros en esta demarcación, se pasa el partido interpretando el juego. Ese exceso de solidaridad hace que pierda el foco de cara a una portería que se ha vuelto diminuta para él. La acumulación de minutos sin acierto provoca que Morata se pierda en las definiciones.

La tercera lesión de Memphis daña al Atlético

Cuando no se había alcanzado el segundo minuto de juego en el Metropolitano, el delantero centro del Atlético tuvo una gran oportunidad para quitarse la presión. En un contraataque de libro, Griezmann vio que estaba completamente solo. El francés encargó un pase que era una clara asistencia de gol. Morata pensó más de la cuenta y Maatsen acabó rebañándole el balón.

El fallo no menguó el carácter luchador del madrileño, quien hasta su salida en el 63, cuando entró Barrios en su lugar, se esmeró en generar espacios favorables para sus compañeros mediante la disputa de todos los duelos aéreos. Pero Morata corre el riesgo de convertirse en el tramo decisivo de la temporada en la insulsa figura del delantero que hace todo bien menos marcar. Su extrema sequía provoca que el Atlético dependa más que nunca de Griezmann, tanto en su lucha por estar en semifinales como para mantener el cuarto puesto de Champions en Liga.

Memphis Depay, jugador del Atlético, celebra con la afición del Metropolitano su gol.

Memphis Depay, jugador del Atlético, celebra con la afición del Metropolitano su gol. / AP

Los números del galo deben paliar también la enésima baja de Memphis Depay. El neerlandés se había destapado en los últimos meses como el gran revulsivo que necesitaba el Atlético. Su intervención fue decisiva para desmontar al Inter. Sin embargo, en los días previos a la ida frente al Dortmund el tercer goleador del Atlético -lleva nueve tantos en apenas 1.150 minutos de juego- volvió a la enfermería por una lesión muscular.

El tobillo de Griezmann decidirá la Champions

Por eso la afición rojiblanca tuvo el corazón en un puño cuando volvió a ver a Griezmann con el tobillo vendado después del triunfo ante el Borussia. El francés arrastra molestias desde el partido en el Giuseppe Meazza ante el Inter. Lejos de guardarse, ha ampliado esfuerzos para acompañar al Atlético en todos los compromisos recientes. "Estoy bien, ahora toca tratamientos y a descansar muy bien. Tenemos a los mejores fisioterapeutas para recuperar bien de cara al sábado, que tenemos un partido muy importante", dijo en un mensaje apaciguador y consciente.

ATLÉTICO DE MADRID - INTER DE MILÁN

ATLÉTICO DE MADRID - INTER DE MILÁN / Kiko Huesca

Porque el encuentro frente al Girona es decisivo en la lucha por la Champions. Simeone sabe que 'Grizi' no puede aumentar los 19 goles y ocho asistencias por sí solo. De ahí que, además de recuperar al Morata más efectivo, necesita que despierte la segunda línea de batalla. El fondo de armario con el que vestirse en las noches frías y que tantas veces ha representado Ángel Correa.

El argentino, que lleva ocho goles esta temporada en un par de ratos, estuvo a punto de salir en diciembre a Arabia Saudí, cansado de ser un eterno revulsivo. El 'Cholo' le pedirá a su compatriota la corriente eléctrica con la que altera un encuentro desde el banquillo. Unas vibraciones que en la ida de Champions estuvieron en las botas de Samu Lino, al que la amarilla que le impedirá estar en la vuelta en Alemania le sentó como una expulsión. Otro contratiempo para un Atlético siempre apremiado por las circunstancias que necesita, ahora más que nunca, que su plantilla sea un recopilatorio de grandes éxitos.