Estas son las razones más comunes por las que tienes tirones después de correr

Los calambres son una de las lesiones más comunes en el mundo del running y en este artículo te vamos a explicar cuales son las razones más comunes por las que estos tirones aparecen después de correr. Los tirones son espasmos musculares dolorosos que pueden suceder durante o justo inmediatamente después de hacer ejercicio, también son conocidos como calambres musculares. Se producen cuando el músculo se endurece y contrae y no puedes relajarlo, lo cual provoca un dolor fuerte, intenso y punzante durante unos segundos en los que te ves obligado a dejar de hacer lo que estabas haciendo durante un rato ya que a veces provoca que no puedas mantenerte en pie. El dolor suele pasarse en unos segundos o tras unos minutos de reposo, pero, en algunos casos, puede durar entre 15 y 20 minutos o dejar el músculo dolorido para el resto del entrenamiento.

Te explicamos las razones más comunes y frecuentes de los tirones cuando se hace running y cómo puedes tratarlos e intentar evitarlos:

¿Qué causa que sufras tirones después de correr?

• un sobreesfuerzo excesivo (provocado por el abuso de entrenamiento y la falta de descanso)
• deshidratación
• No estar en buen estado físico
• falta de buen estado físico
• Pérdida de electrolitos de tu cuerpo debido a la sudoración
• riego insuficiente de sangre hacia los músculos que provoquen su contracción
• salir a correr con altas temperaturas
• correr de forma incorrecta forzando los músculos. Una técnica incorrecta conlleva siempre un trabajo extra para el cuerpo

De estas causas, la más habitual es que los tirones y calambres se producen por el esfuerzo excesivo, ya sea por hacer ejercicio más tiempo del habitual o a mayor intensidad de la que tu cuerpo puede soportar. Normalmente es habitual ver acalambrados a los atletas después de una prueba tan exigente como es una maraton o después de una prueba muy explosiva e intensa como son las carreras de velocidad y, en estos casos, los atletas entrenan duro y están a un alto nivel de preparación antes de competir en estas pruebas.

¿En qué zona puedo tener más riesgo de sufrir un tirón?

Aunque cualquier músculo puede acalambrarse de manera general en cualquier deporte, los musculos más afectados por calambres y tirones después de un entrenamiento de running son:

• Cuádriceps
• Isquiotibiales
• Pantorrillas

Si notas un tirón, lo que debes hacer automáticamente es dejar el entrenamiento y estirar suavemente el músculo acalambrado, porque esto ayuda a liberar la tensión y la contracción de dicho músculo. Mantenlo estirado hasta que se haya pasado el tirón, ponte de pie caminando despacio y de forma progresiva hasta que todo vuelva a la normalidad y trata de alivia el dolor aplicando hielo sobre la zona dolorida (siempre tapado, nunca de forma directa sobre el músculo afectado, ya que la zona estará muy caliente y puede ser contraproducente). Para estirar los músculos tocados, siéntate y estira el músculo para relajarlo. Aquí te dejamos unos cuantos ejercicios de estiramientos para calentar previamente y después de tu entrenamiento para evitar estos tirones.

La primera reacción al sufrir un tirón cuando aparece es hacer algo para tratar de aliviar ese dolor punzante que no te deja permanecer en pie. Estos son algunos consejos que pueden ayudar a aliviar los tirones y calambres:

• Masajea suavemente el músculo para destensarlo
• Una vez recuperado, bebe agua o una bebida que reponga las sales minerales, electrolitos y líquidos que puedas haber perdido durante el entrenamiento por culpa del sudor
• Camina poco a poco para devolver la actividad normal al músculo afectado.

¿Cómo puedo evitar los calambres?

Las lesiones son un compañero inevitable en el mundo del deporte y en un deporte tan exigente como el running no es para menos. Pero con una buena rutina de hábitos y costumbres podrás prevenir antes que curar. Los siguientes consejos pueden ayudarte a prevenir tirones y los calambres en tu entrenamiento.

• Una buena rutina de estiramientos antes y después de cada entrenamiento reduce la probabilidad de sufrir lesiones y tirones.
• Entrena de manera progresiva y gradual
• Hidratate antes, durante y después de cada entrenamiento
• Reposición de electrolitos con bebidas isotónicas o una dieta en la que la sal sea tu aliada de forma moderada
• Utiliza ropa cómoda y fresca, que transpire.
• Utiliza un outfit adecuado para hacer ejercicio, que te permita máxima movilidad y asegúrate de que tus zapatillas te queden bien, sean de tu talla y se ajusten bien al tobillo.

Con esta lista de consejos, ya conocerás por qué se producen los tirones después de correr y conocerás la forma de evitarlos para evitar sufrimientos innecesarios.