¿Por qué se sanciona que un jugador se quite la camiseta? La historia detrás de la norma

El reglamento arbitral puede llegar a ser un verdadero quebradero de cabeza para los aficionados. Son muchas las normas nuevas que se implementan y las que van cambiando con el paso de los años. Una de las más controvertidas es la sanción con tarjeta amarilla cuando un jugador celebra un gol quitándose la camiseta. ¿Por qué es sancionable esta acción? Te lo explicamos.

¿Por qué es amarilla si un jugador se quita la camiseta al celebrar un gol?

En caso de que un futbolista se levante la camiseta será sancionado, según una norma vigente desde el 2004. Así, el artículo 96 del Código Disciplinario de la RFEF dice textualmente que "el futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado, como autor/a de una falta grave, con multa en cuantía de hasta 3.000 euros y amonestación, y así lo hiciera constar el árbitro/a en el acta arbitral en el apartado de amonestaciones o de incidencias."

La principal razón de esta norma es la publicidad. Cuando se mete un gol, ese momento aparece en el resumen del partido que compran todas las televisiones. Entonces, los anunciantes, que pagan los patrocinios, quieren que salga su publicidad en la camiseta en el momento del gol. Si el jugador se quita la camiseta, no sale su publicidad.

Hace unos años, la multa partía de los 2.000 euros hasta los 3.000. Sin embargo, actualmente se parte de un mínimo de cero, permitiendo aplicar una cuantía muy baja cuando los mensajes expuestos en las camisetas es un mensaje de cariño, algo que ocurre en la mayoría de las ocasiones.

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¿Cuando se aprobó esta norma?

Esta regla ya había sido objeto de mucha controversia antes de su aprobación en el año 2004. Uno de los casos más conocidos sucedió en la temporada 2002/2003 de la Premier League, cuando el por entonces jugador del Manchester United, Diego Forlán, se quitó la camiseta tras un gol que le dio la victoria a su equipo a pocos minutos de que acabara el partido.

El problema vino cuando Forlán no pudo darle la vuelta a la indumentaria y colocársela de nuevo hasta después de que el árbitro reanudase el partido. De hecho, el delantero volvió a tocar el balón e incluso ejecutó una acción de juego de hasta dos minutos sin camiseta, que se puso cuando el balón se alejó de sus botas. Un año después, la normativa se implementó oficialmente, tras las presiones de los patrocinadores.