CICLISMO

La lucha de Chris Froome contra su decadencia: le apartan del Tour pero promete volver en 2024

El Israel ha decidido dejar fuera de la ronda francesa al corredor británico, que con 38 años insiste en alargar su carrera pese a que lleva tres temporadas ofreciendo un rendimiento pésimo

Chris Froome durante una carrera con su actual equipo, el Israel Premier-Tech.

Chris Froome durante una carrera con su actual equipo, el Israel Premier-Tech. / Archivo

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Era un clásico de estas épocas del año, en las que el calor empieza a apretar y se empiezan a atisbar las siestas vespertinas con Teledeporte puesto de fondo, como suave hilo musical interpretado por 200 ciclistas en etapas de fuga-bidón y previsible esprint en alguna esquina de Francia. Era un clásico preguntarse si, este año sí, algún hombre sobre la faz de la tierra iba a ser capaz de derrocar el imperio ciclístico impuesto por Chris Froome en el Tour de Francia. Desde 2013 hasta 2018 con esa duda que en cuatro ocasiones se resolvió con un rotundo no, imperial el británico de amarillo sobre el podio de los Campos Elíseos.

Aquellos tiempos pasaron, porque pasan para todos y Froome ya no aparece en las quinielas, no amenaza con perturbar siesta alguna, mientras la mayoría de sus contemporáneos ya utilizan la bicicleta como herramienta de recreo: Alberto Contador, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali, Richie Porte, Tom Dumoulin... Y quien aguanta lo hace ya sin grandes aspiraciones de caza mayor, como Thibaut Pinot, Rigoberto Urán, Romain Bardet o un Nairo Quintana que sigue sin equipo porque la sospecha del dopaje sigue pesando demasiado sobre él.

Chris Froome, junto a Geraint Thomas, tras ganar el Tour de Francia.

Chris Froome, junto a Geraint Thomas, tras ganar el Tour de Francia. / Efe

Froome esperaba ir al Tour

Pero Froome, 38 años ya en su carné de identidad, se empeña en negar el crepúsculo. Hace ya casi un lustro que no es ciclista ganador, pesan los años en las piernas y sobre todo aquella terrible caída en el Dauphiné de 2019 que puso incluso su propia vida en riesgo, no digamos su carrera deportiva. "Iré al Tour para ganar una etapa", reivindicaba en una entrevista publicada esta semana por 'Vélo News'. Este viernes, sin embargo, se ha hecho oficial que no tomará la salida en Bilbao la semana que viene.

El Israel Premier-Tech, el equipo que le paga la nómina desde hace tres años, ha anunciado su 'ocho' para el Tour y en él no aparece Froome. En el comunicado en el que se detalla la elección de Guillaume Boivin, Simon Clarke, Hugo Houle, Krists Neilands, Nick Schultz, Corbin Strong, Dylan Teuns y Michael Woods, ni siquiera se menciona al tetracampeón de la carrera más importante del mundo.

"Obviamente, estoy decepcionado con la decisión, el Tour ocupa un lugar muy especial en mi corazón. Respeto la decisión del equipo y me tomaré un tiempo antes de reorientar mis objetivos para esta temporada, para poder volver al Tour en 2024", explicó el ciclista en declaraciones a 'GCN', medio que asegura que Froome conoció la decisión de su equipo a comienzos de esta misma semana.

Críticas al material del equipo

"Físicamente, estaba preparado, pero desafortunadamente no fui capaz de mostrar todo mi potencial en las carreras que me asignaron, debido a problemas con el material", continúa el corredor nacido en Kenia, en unas declaraciones a las que él mismo dio difusión en sus redes sociales, justo antes de otro tuit en el que se le ve cumpliendo compromisos publicitarios en Israel: "No estoy donde esperaba estar, pero me lo estoy pasando bien igualmente".

La ambición que expresa de regresar al Tour en 2024 sorprende por el rendimiento que ha ofrecido en estos tres años con el Israel, un equipo con el que acaba contrato al final de esta temporada. Según datos no oficiales, Froome es el segundo ciclista mejor pagado del mundo, solo por detrás de Tadej Pogacar, con un salario anual de 5,5 millones de euros. Unos números que no se corresponden con lo ofrecido en las diferentes carreras.

Tres años decepcionantes

Ese contrato arrancó en 2021. Froome venía de recuperarse de su caída en el Dauphiné de 2019 y de ser excluido del Tour de 2020 por el Ineos, el equipo de su vida, que lo apostó todo a Egan Bernal, sin margen para bicefalias (o tricefalias, pues tampoco acudió a la cita Geraint Thomas). Aquella decisión fue definitiva para que Froome decidiera dejar la escuadra con la que había ganado sus cuatro Tours (2013, 2015, 2016 y 2017) para buscar un nuevo destino.

El Israel vio en Froome al corredor ideal para darle un impulso competitivo y comercial al equipo, en pleno crecimiento económico tras varios años en la segunda división del ciclismo mundial. Las cosas, sin embargo, no salieron como ciclista y equipo esperaban, al menos a nivel de resultados.

Chris Froome celebrando su última victoria en el Tour de Francia, en 2017.

Chris Froome celebrando su última victoria en el Tour de Francia, en 2017. / Efe

En 2021, Froome compitió durante 70 días, sin conseguir acabar entre los 20 primeros de una carrera ni uno solo de ellos. Acudió al Tour como jefe de filas, acabando en el puesto 133º de la general, con un 72º como mejor puesto parcial. Tiempo después se supo que Froome había arrastrado durante todo el año una infección intestinal que lastró su rendimiento. Argumento suficiente para recibir una segunda oportunidad.

La tuvo en 2022, pero los resultados no mejoraron en exceso. Mostró brotes verdes en la etapa del Tour que terminó en Alpe d'Huez, en la que se coló en la fuga del día y logró llegar a meta en tercera posición, por detrás de Tom Pidcock y Louis Meintjes. Pero hasta ahí llegó la resurrección, pues en sus otros 60 días de competición durante el curso su mejor resultado fue un 30º puesto en la segunda etapa del Dauphiné.

¿Dónde correrá Froome en 2024?

Con un calendario de segundo nivel en el arranque de esta temporada, Froome tampoco ha conseguido ofrecer un rendimiento destacable. Ni mucho menos. Y ante tal panorama, el Israel, un equipo que necesita victorias para poder repetir presencia en las grandes vueltas en 2024, ha decidido dejar de premiar su pasado para castigar su presente. Así es la dura decadencia de Chris Froome, pese a que promete volver al Tour el año que viene. Ahora solo necesita un equipo que le dé esa oportunidad y un rendimiento propio que la justifique.