FERIA DE ARTE

Secundino Hernández, artista invitado en Estampa: "Mi trabajo ha sido muy reconocido fuera y aquí ha costado un poco más. Pero está llegando"

La 31 edición de Estampa podrá visitarse hasta el domingo en el pabellón 4 de Ifema. Invitado de honor en esta edición, el artista conversa sobre su relación con el mercado internacional, la escena nacional, las obras que presentará en la feria y sus próximos proyectos

Secundino Hernández es el artista invitado en esta edición de la feria Estampa.

Secundino Hernández es el artista invitado en esta edición de la feria Estampa. / Rafael Trapiello

P. Estaba tentado a titular la entrevista "una feria de arte invita a un conocido pintor y, en vez de llevar cuadros, se presenta con serigrafías y relieves".

R. Estampa es una feria nueva para mí y he querido enseñar otros cuerpos de trabajo que complementen o enriquezcan esa parte de mi trabajo que el espectador quizás ya conozca. Si te fijas, son dos tipos de obras que están relacionadas, porque se terminan fuera del estudio: en el taller de serigrafía o en la fundición de aluminio.

P. Es habitual que salga del óleo sobre lienzo. Recuerdo una exposición de carboncillos en la galería Heinrich Ehrhardt y también otra de acuarelas; técnicas que, tradicionalmente, se han considerado menores y que en su producción aparecen con cierta frecuencia entre la pintura de gran formato.

R. Esos cambios de dinámica son enriquecedores para el conjunto de tu producción. Son tentativas, experimentos, que, en el fondo, obedecen a los mismos intereses y preocupaciones que se ven en los cuadros.

Una de las serigrafías de Hernández que estarán en Estampa.

Una de las serigrafías de Hernández que estarán en Estampa. / Rafael Trapiello

P. Mencionaba que había contado con la ayuda de otros oficios.

R. Sí, y eso introduce un poco de descontrol. Aunque todo esté muy meditado y planeado, hay cosas que se escapan, que no puedes dominar. En un relieve, por ejemplo, se puede ir la colada y puede destruir la pieza. Nos ha costado muchísimo sacar la mancha plana en unas serigrafías de esos tamaños, sin doble imagen o defectos. Me gusta salir del estudio y experimentar, pero, como te decía, todo eso responde a unos intereses que ya están en el resto de mi obra. No trato de integrar otras disciplinas porque sí. Para esta ocasión, hemos hecho un librito en el que se muestran todos los monotipos, y se incluyen fotografías del proceso. Las fotos son de Rafael Trapiello y las acompaña un ensayo de Pilar Soler Montes.

P. Es muy habitual que sus exposiciones vayan acompañadas de publicaciones.

R. Parecerá frívolo, pero me gusta el libro: el objeto. Además, así vas documentando los pasos que das y vas, poco a poco, generando un corpus que explica tu obra y tu carrera. Y si tienes la suerte de que te escriban buenos textos, mejor que mejor.

P. Estampa es una feria dirigida al coleccionista nacional y su carrera es, esencialmente, internacional. ¿Qué espera de este encuentro?

R. He tenido stands individuales en Frieze Los Ángeles, en abc Berlín o Unlimited en Basilea. Son proyectos pensados para ese formato efímero que son las ferias. Para mí, Estampa es una más. No hago diferencias entre mercados nacionales o internacionales, y me parece que no es lo importante: creo que una feria gana relevancia cuando los artistas enseñan lo mejor de su trabajo. Lo que hace grande a una feria es la calidad del arte. Estoy agradecido de que Estampa me haya ofrecido un espacio para mostrar unas obras inéditas. Ahora es aquí, aunque podría ser en Frieze London: no puedes hacer distinciones, tienes que dar siempre lo mejor que tengas.

Aunque parezca lo contrario, mis cuadros están muy calculados y en esta ocasión he querido asumir ese riesgo"

P. En unos días inaugura en Krinzinger, su galería vienesa, con un cuerpo de trabajo bien distinto: cuadros cosidos, despintados con agua a presión y vueltos a pintar. ¿Cómo alterna entre los distintos cuerpos de trabajo cuando tiene que realizarlos en paralelo?

R. Los relieves tienen mucha relación con los cuadros que llevo a Viena, porque están hechos con la misma intención: componer sin premeditación. Aunque parezca lo contrario, mis cuadros están muy calculados y en esta ocasión he querido asumir ese riesgo. Como te decía antes, unas obras llevan a las otras porque, en el fondo, todas responden a unas mismas preocupaciones formales y pictóricas. Estéticamente, al primer vistazo, puede que no lo parezca, pero está todo muy hilado. En una serigrafía partes de una xilografía [un grabado sobre una plancha de madera], que dibujas quitando material; para hacer el molde de los relieves haces justo lo contrario, añades a un plano. Es un juego de ambivalencias, planteamientos muy primarios que son los que al final te mueven.

Técnicos trabajan en el proceso de serigrafía de una de las obras.

Técnicos trabajan en el proceso de serigrafía de una de las obras. / Rafael Trapiello

P. Acabamos de saber que expondrá en la sala Alcalá 31. Hasta ahora, no ha tenido muchas oportunidades de exponer en salas españolas.

R. No ha surgido, no. Mi trabajo ha sido muy reconocido fuera, en los últimos quince años, y aquí ha costado un poco más. Está llegando.

P. ¿Alguna idea de cómo se planteará la exposición?

R. Todavía no. Tengo que sentarme con el comisario y pensar si quiero hacer una revisión de todo lo hecho o centrarme en los últimos años.

P. Esa es una sala particularmente árida para la pintura.

R. Hay paredes y la pintura necesita un lugar de donde colgarla. ¡Y tienes la posibilidad de construir todas las que quieras!

Nuestra escena está más articulada, más conectada que nunca. Hay una camaradería que hace años no percibía, y creo que hemos entendido que es mejor ayudarse que tirarse los trastos"

P. Coincidiendo con su próxima exposición en Viena, va a comisariar una exposición con artistas españoles en el espacio de proyectos de la galería.

R. Ha sido un encargo de Krinzigner. Lo han llamado El otoño español: Ángela de la Cruz, Secundino Hernández y esta muestra. Estoy muy contento con que me hayan dado la oportunidad de poder presentar a colegas en este contexto. Nuestra escena está más articulada, más conectada que nunca. Hay una camaradería que hace años no percibía, y creo que hemos entendido que es mejor ayudarse que tirarse los trastos. Creo que, poco a poco, estamos viendo el fruto de ese esfuerzo que arrancó, me parece, en los años dos mil. Las nuevas generaciones, con la ayuda de las redes sociales, han conseguido que todos estemos más en contacto. Antes vivíamos más atomizados, ahora la gente se siente parte de una industria. En cualquier inauguración te encuentras con artistas de tres generaciones, celebrando entre todos. Eso es muy interesante.

P. ¿Y, tras Estampa, qué?

R. Ahora estoy muy centrado en esta exposición en Viena de la que hablábamos, que se inaugura en poco menos de un mes, junto con la exposición de artistas españoles, que para mí es una gran oportunidad. Es una cosa pequeña y parcial: ojalá pudiésemos ser más, pero jugamos con las posibilidades que nos ofrecen. Luego, Alcalá 31, que para mí es importantísima. Y después, las habituales exposiciones en galerías extranjeras: tengo mi primera individual en Estados Unidos, en la galería Nino Mier de Los Ángeles.

TEMAS