Triángulo de Amor Bizarro: “Vivimos en una nostalgia muy cruel para los jóvenes, esta época no es peor que la anterior”

La banda 'indie' gallega publica un nuevo disco en el que arremeten contra algunos villanos contemporáneos a la vez que libran una cruzada contra los resortes nostálgicos que tan a menudo explota la sociedad actual

La banda coruñesa Triángulo de Amor Bizarro.

La banda coruñesa Triángulo de Amor Bizarro. / Toño Chouza

Se encaminan a las dos décadas de actividad musical y lo hacen con un disco, Sed, que lejos de mirar por el retrovisor aborda en sus letras el caldo primigenio que compone nuestra actualidad: aspiraciones, éxito a cualquier precio, soledad, criptobros y la falsa añoranza de tiempos mejores. Doce canciones encabezadas por un single de adelanto, Estrella Solitaria, que juega al trampantojo con su envoltorio de tecnopop perfecto, como puerta de entrada a un disco cargado de electricidad y urgencia. “Queríamos hacer algo como en el principio de Terciopelo Azul, abrir con una imagen que luego da lugar a algo totalmente distinto”, cuenta Rodrigo Caamaño, guitarrista y cantante del grupo. “Estrella Solitaria es una de las canciones a las que más tiempo dedicamos y de las que más orgullosos estamos. También tengo claro que hemos podido llegar a ella porque este es nuestro sexto disco”.

Caamaño y Rafa Mallo, baterista de Triángulo de Amor Bizarro, detallan al hablar de su nuevo disco el debate artístico entre intengrar en el discurso consolidado de una banda la música que les gusta y el dejarse tentar por lo que está en boga; entre ser demasiado fieles a una manera de hacer las cosas o dejarse llevar por el aquí y ahora. “Un grupo siempre está luchando contra su propia nostalgia”, afirma Caamaño. “Tú recuerdas los discos que sacaste, los conciertos… buenos recuerdos que ves de una forma determinada. Eso te produce una especie de bloqueo para hacer cosas nuevas. Por otra parte, apuntarte a los sonidos de moda también es algo peligroso”.

La nostalgia, asegura el cantante de Triángulo de Amor Bizarro, es una de las mercancías más valiosas. “Recuerdo estar hablando con una prima mía pequeña sobre Stranger Things, que muestra los 80 como una época alucinante y maravillosa. Y ella pensaba que vivíamos así, y veía la época actual como algo terrible, en comparación. Yo recuerdo los 80 en Galicia como la puta guerra, un sitio ultra duro”, cuenta.

Un zoo de personajes malignos


La sensación de frustración por pasarte la vida corriendo hacia todo eso que parece que puedes hacer está muy presente en un disco lleno de triunfadores solitarios y, sobre todo, de malos. Malos de película y de la vida real. “Cada época tiene sus malos, siempre es así. Tú ves a los criptobros, y es una cosa tan, tan evidente. Es como el timo de la estampita”, cuenta Rodrigo. “Hay un rollo un poco como esas sectas de los noventa que te intentaban convencer de que la Atlántida existió, y un poco también ese aire a Teniente Corrupto”, completa Rafa.

“El disco es un poco eso, como un zoo de personajes malignos, algunos actuales, pero también figuras universales. Intento no juzgarlas, porque a lo mejor también te puedes ver ahí y de repente no sabes cómo actuarías. En el disco hablamos sobre músicos, pero también podríamos hablar sobre yuppies o banqueros”, concluye el cantante de Triángulo de Amor Bizarro.

Sed conserva la rabia y los pasajes sonoros de inquietante distopía con guitarras de fondo que la formación gallega ha convertido en seña de identidad a lo largo de los años. Y lo hace inmediatamente después de un periodo en el que se permitieron dar rienda suelta a la experimentación. En Detrás del espejo: variaciones y ecos (2021), reinterpretaban con colaboradores externos como Erik Urano o Soleá Morente las canciones de su disco anterior. En No eres tú (2021) jugaban con los límites compositivos convirtiendo una de sus canciones en un EP de 17 pistas que, reproducidas en modo aleatorio, se convertía de facto en una composición de infinitas versiones.

Triángulo de Amor Bizarro llevan ya casi dos décadas de actividad musical.

Triángulo de Amor Bizarro llevan ya casi dos décadas de actividad musical. / Toño Chouza

“Al día siguiente de lanzar Detrás del espejo ya estábamos trabajando en canciones nuevas”, cuenta Rafa Mallo. “Con el confinamiento empezamos a intentar hacer cosas en la distancia, y se convirtió en nuestra ilusión, porque no podíamos tocar en directo y parecía como que no éramos músicos. Después nos juntamos y también empezamos a construir nuestro estudio, en lo que antes era solo nuestro local de ensayo, que es donde hemos grabado el disco”, recuerda.

El contar con su propio espacio de grabación ha supuesto un cambio decisivo para este disco, según cuentan los componentes de Triángulo de Amor Bizarro. “Antes los discos eran más enfocados, de repente hacías 10 o 12 canciones que te gustaban y ya estaban en el disco. Aquí nos dedicamos a grabar ideas, mucho material en el estudio. Y, a la vez, estábamos ya componiendo. Después, te pones a escuchar un poco lo que vas grabando, pasan los meses y ves que hay como un hilo conductor, que hay ciertas canciones con una temática muy particular, que tampoco era algo buscado”, añade Rodrigo Caamaño.

Como cuentan en Sed, no hay lugar para la nostalgia en el mundo de Triángulo de Amor Bizarro, ni siquiera con un disco recién publicado. “Tenemos discos duros llenos de canciones a medio acabar que fueron saliéndonos y que retomaremos en breve”, cuenta Rodrigo. “No sabemos muy bien cómo va a ser el siguiente paso, pero la temática sí que va a ser diferente. La de este disco es muy cerrada, y creo que se diferencia mucho de nuestros otros discos justo por eso. Nos apetece mucho tocarlo en directo, al final es donde casi mejor lo pasamos. Que vayan cambiando al tocarlas y ver cómo las recibe la gente y cómo se juntan con otras canciones”.