TEMPLOS DEL APERITIVO

¿Quedamos para el vermut? 7 bares que son una fiesta

Recorremos Cataluña, Madrid, el País Vasco o Asturias en busca de los sitios en los que todo empieza a las 12

En el Bar Solórzano de Santander, el vermut es una religión

En el Bar Solórzano de Santander, el vermut es una religión

Tan solo hay que hacer la prueba y decir aquello de “¿Quedamos para el vermut?”. Al instante, una sonrisa se dibuje en la cara de aquel/aquella que recibe la invitación. Cerrar una cita para entregarse a este vino aromatizado con una selección de botánicos es abrir la puerta al alterne social más divertido y popular.

Desde hace una década, el vermut vive un ‘revival’ que lo ha posicionado como una bebida moderna (no hay cómo estar unos años olvidado para volver a lo grande). Incluso se ha vuelto a hablar de ‘vermuterías’: es decir, lugares en los que disfrutar de distintas marcas y estilos, acompañándolos siempre de algo de picar, claro. Aquí van 7 que bien merecen una vista.

Las Vermudas (Barcelona).

Las Vermudas (Barcelona). /

Las Vermudas (Barcelona)

Surgido en el fatídico año pandémico, este 'territorio' líquido cuenta ya con dos sucursales en Barcelona, una ‘embajada’ (Robí, 32) y un ‘consulado' (Calàbria, 39). Su misión es la de, por increíble que parezca, es la de erigirse en la primera 'vermutería-vermutería' de la ciudad: es decir, consagrada en cuerpo y alma a esta bebida y sus distintas variedades. Cuentan con su propia versión del vermut (El Cónsul) y muchas marcas más, que pueden acompañarse de una carta de picoteo donde brillan las gildas y los boquerones en vinagre con ralladura de lima, limón y naranja.

.La Paloma (Oviedo)

La Paloma (Oviedo) /

La Paloma (Oviedo)

Una 'vermutería' (Independencia, 3) en su esencia más plena. Llevan desde 1900 ofreciendo su propio vermut de la casa con gran éxito. En su caso, lo envejecen en barricas de madera, lo que le confiere un sabor potente, y lo acompañan de limón y de aceituna (nunca le echan hielo). El maridaje clásico son las famosas gambas a la gabardina que llevan haciendo muchos años y que cuentan con una amplísima legión de fieles. Un clásico.

Vermutería Victoria (Burgos).

Vermutería Victoria (Burgos). /

Vermutería Victoria (Burgos)

Pocas 'vermuterías' tienen más encanto que esta, situada enfrente de la mismísima catedral de esta ciudad castellana (Plaza Rey San Fernando, 4). Abiertos desde 1931, también tienen su propio vermut, elaborado bajo fórmula secreta. Entre las viandas para acompañarlo (y mitigar así su potente gancho, ojo que pega), no puede faltar el capataz: una gilda supervitaminada con aceituna, piparra, pepinillo, anchoa, mejillón y navaja. Los más valientes pueden aventurarse con el cóctel "Rey", que reúne vermut, ginebra y bíter con alcohol.

La Violeta (Madrid).

La Violeta (Madrid). /

La Violeta (Madrid)

Sucede algo muy curioso en Madrid: son muchos los sitios clásicos (Ángel Sierra, Bodegas Rosell, Bodegas Casas) en los que todo invita a tomar un vermut pero que resulta difícil calificar de “vermuterías” en sentido estricto. En esa misma liga juega La Violeta (Vallehermoso, 62), un encantador local de Chamberí, pero ellos, además, añaden el plus de una variada carta de vermuts en la que se puede elegir entre más de veinte referencias (rojos, reserva, blancos.)… Para picar, tostas con enjundia, latas marineras y bocatas con fundamento.

Bar Solórzano (Santander).

Bar Solórzano (Santander). /

Bar Solórzano (Santander)

Un auténtico templo 'vermutero' (Peña Herbosa, 17). La variedad que uno encuentra en este local una vez que traspasa sus puertas hace muy difícil decidirse por uno u otro vermut. No solo trabajan referencias españolas, sino que también cuentan con marcas italianas y francesas. Su estética no es fruto de un ejercicio de decoración retro sino de saber mantener la esencia de un local con muchas décadas a sus espaldas. Son gloria bendita las croquetas y las rabas, que comparten favores con los mejillones en salsa y las patatas en salsa brava.

.Museo del Vermut (Reus)

.Museo del Vermut (Reus) /

Museo del Vermut (Reus)

Una de las cunas vermuteras de España es, sin duda, la ciudad de Reus. En el centro (Vallroquetes, 7) se encuentra, situado en un edificio modernista, el museo más grande del mundo consagrado a esta bebida con más de 6.000 artículos históricos, desde carteles hasta botellas curiosas. Dentro, un restaurante, una barra y varios salones en los que probar más de un centenar de vermuts, muchos de ellos de Reus y de Cataluña, pero entre los que también hay referencias de toda España y hasta de Alemania o Estados Unidos. 

Promenade (Bilbao).

Promenade (Bilbao). /

Promenade (Bilbao)

No sabemos si Bilbao es (como ellos mismos dicen) el centro del universo pero sí la patria chica del ‘marianito’, ese vermut preparado con ginebra que hace furor en el aperitivo por estos lares. En Promenade (Ledesma, 32) lo preparan con un chorrito de ron, pero también hacen un vermut caliente -al estilo de los vinos de invierno europeos- y hasta uno picante. Para picar no faltan los habituales vinagrillos, pero es la ensaladilla rusa "de la abuela" la que hace furor entre la parroquia.