GOBIERNOS AUTONÓMICOS

El PP nacional pide "no someter" los gobiernos autonómicos a "minorías" como Vox

Borja Sémper aboga por no aceptar las "imposiciones ideológicas" de la ultraderecha mientras Prohens negocia un Govern en solitario

Marga Prohens y Antoni Costa (PP) con Patricia de las Heras y Jorge Campos (Vox), en una reunión en busca de un acuerdo en Baleares.

Marga Prohens y Antoni Costa (PP) con Patricia de las Heras y Jorge Campos (Vox), en una reunión en busca de un acuerdo en Baleares. / B. RAMON

Guillem Porcel

Mientras Marga Prohens negocia un pacto de investidura con Vox para gobernar en solitario bajo un importante secretismo, el portavoz de campaña del PP nacional, Borja Sémper, aseguraba ayer que «son nuestros principios no aceptar las imposiciones de la minoría y no someter los gobiernos a minorías parlamentarias que no tienes respuestas a los problemas de gestión cotidianos» en referencia a la insistencia de Vox por entrar a formar parte de todos los gobiernos autonómicos en los que son decisivos.

Además, rechaza que estas minorías —en Baleares tienen ocho escaños y obtuvieron casi el 14% de los votos— «impongan orientaciones políticas y de gestión» porque considera que sería «reproducir el sanchismo». Por este motivo, se niega a que «nos contamine Vox» y advierte de que no renunciará a sus principios y posiciones políticas por acceder al poder: «Esto no es un mercadeo, uno no puede renunciar a lo opina u ofrece a los españoles como respuestas a cambio de tener poder, seríamos como Sánchez pero al revés».

En este sentido, preguntado por la posible inclusión concreta de Vox en los gobiernos autonómicos de Extremadura, Murcia o Baleares, Sémper respalda de forma directa la negativa de incluir a representantes de la ultraderecha en los ejecutivos de cada región y defiende que «no es incompatible tener discrepancias y llegar a acuerdos con el discrepante, pero no a cualquier precio, no al precio de convertirte en algo que no eres».

Por otra parte, Sémper decidió no responder cuando los periodistas le preguntaron acerca los comentarios del nuevo presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, que fue investido con los votos de PP y Vox el pasado martes. Le Senne se posicionó, en su primer día como presidente, en contra del Estado de las Autonomias y reclamó la recentralización de las competencias, una de las grandes reivindicaciones de Vox desde su fundación. El portavoz ‘popular’ tampoco quiso valorar los mensajes y artículos del abogado en los que cuestiona la violencia machista, la existencia del colectivo LGTBI, las vacunas, el cambio climático, además de rechazar el aborto y la eutanasia.

Sin incomodidad

En el PP balear no están incómodos con su designación pese a las críticas por sus mensajes y consideran que su discurso en la Cámara balear —se decantó por un tono muy institucional, sin salidas de tono ni ánimo de polemizar— deja claro que será neutral.

Negociaciones

El PP balear sigue negociando con Vox después de la constitución del Parlament, aunque de momento han sido contactos telefónicos a la espera de que se organice una mesa de negociación oficial entre ambas direcciones. Los ‘populares’ no tienen prisa después de que se aplazara la sesión de investidura hasta el 4 de julio, lo que significa que tienen un margen mayor para cerrar un acuerdo. Hasta el momento la candidata Marga Prohens se ha mantenido en un segundo plano y no ha ofrecido ninguna rueda de prensa pública para hablar de este tema, pero su portavoz parlamentario, Sebastià Sagreras, dejaba claro que no tienen garantizada la investidura.

De momento Vox sigue insistiendo en que quiere entrar a formar parte del Ejecutivo autonómico porque no se fía del PP: su portavoz Idoia Ribas aseguraba en una entrevista en Canal 4 que la erupción de Vox responde a que había un espacio ideológico a la derecha que «no estaba representado porque el PP se había ido a la izquierda con un afán de captar más votos».

Ninguna de las dos formaciones quiere precipitar la negociación teniendo en cuenta que faltan casi dos semanas para la sesión de investidura y, por tanto, esperan que estos próximos días baje el ruido generado a raíz de las diferencias entre barones en el PP, con Extremadura como ejemplo más claro.