LOS OTROS OFICIOS DEL LIBRO

Claudia Pérez Herrero, correctora y editora de Plankton Press: "Todos los editores deberían ser libreros al menos dos meses"

Claudia Pérez Herrero, correctora y editora en Plankton Press

Claudia Pérez Herrero, correctora y editora en Plankton Press / EPE

Carmela García Prieto

Carmela García Prieto

Con una madre que le leía por las noches y una casa llena de libros, la atracción por la literatura estaba sembrada en Claudia Pérez Herrero. Enamorada de los idiomas, encontró en la carrera de Lenguas Modernas de la UAM la conjugación de todos sus intereses y con el máster de edición terminó de enfocar su futuro.

Sus primeras prácticas fueron en la editorial Libros de las Malas Compañías. Continuó su formación editorial en Altamarea y, el siguiente paso, casi dos años en la librería Pasajes, en Madrid. "Todos los editores deberían ser libreros como mínimo dos meses", afirma rotunda. "Desembalar cajas y cajas cada día te hace replantearte el modelo de publicación actual", añade.

Con todo lo aprendido sobre lectores, distribuidores y agentes del libro, empezó a trabajar también como autónoma, "haciendo de todo, desde corregir hasta crear actividades para libros de texto", cuenta. Para ella, lo más interesante de la edición de estilo es "conseguir proporcionar la mejor experiencia lectora posible". Y sobre la vertiente más ortotipográfica de su oficio, no tiene duda de que la figura del corrector seguirá siendo necesaria: "En los procesadores muchas veces hay casi más errores de los que puede cometer el autor".

Desde hace un año, edita bajo la dirección de Marta Koch-Mehrin en Plankton Press: "Nos centramos en el ensayo generalista, con temas muy abiertos, desde la vida en Corea hasta el ecofeminismo, al alcance de todos". Aquí está aprendiendo la difícil gestión del tiempo y que siempre se necesita una segunda opinión "porque hay demasiado, demasiado publicado, demasiado sin publicar, es una avalancha".