CRÍTICA

'El día de la liberación', de George Saunders: la realidad en ruinas

El desafiante escritor estadounidense regresa a las librerías con una magnífica colección de cuentos

El escritor  estadounidense George Saunders, autor de 'El día de la liberación'

El escritor estadounidense George Saunders, autor de 'El día de la liberación' / EPE

Sergi Sánchez

En su viralizado discurso para la ceremonia de graduación de los alumnos de la Universidad de Siracusa, George Saunders (Amarillo, Tejas, 1958) conminó a la audiencia a "ser más amables". Es algo que podría decirles a sus personajes, condenados a vivir en sus prisiones virtuales en un mundo que finge ser más real que sus afectos.

La literatura de Saunders no es precisamente amable, no solo porque sus personajes no lo sean –si lo son, es porque se autoengañan o están manipulados por instituciones de control que los transforman en marionetas–, sino también por la exigencia de su prosa, que parece sentirse tan cómoda construyendo retorcidas distopías performáticas a partir de la historia y la política estadounidenses como revirtiendo la vida cotidiana de las oficinas y los suburbios.

No es casual que en sus relatos más opacos, aquellos que podrían haber escrito a cuatro manos Kurt Vonnegut y Charlie Kauffman, el espacio del parque temático o del universo virtual sean recurrentes. El primer cuento de esta magnífica colección, casi una novela breve, El día de la liberación, parece una versión poscapitalista, hechizada por el espíritu de la inteligencia artificial y el deepfake, de "Guerracivilandia en ruinas".

Es admirable la manera en que Saunders indaga en la psicología del ama de casa en los mejores relatos de la colección

Gul reproduce la vida en un parque temático de las catacumbas de la conciencia que bien podría ser el séptimo círculo del infierno. En esos espacios, la explotación laboral y la maquinaria absolutista del capitalismo ponen en marcha un juego donde los humanos estamos condenados a vivir atados a nuestros avatares, a interpretar un rol con el que no nos identificamos. Saunders trabaja entonces la vieja y pirandelliana historia de los personajes que se revelan contra su propia condición de seres ficcionales, solo para que nos demos cuenta de que todos nosotros, sus lectores, somos prisioneros de esa misma cárcel.

Descontento social

La alusión a la política de inmigración trumpiana es explícita en Carta de amor y el descontento social predomina en los relatos distópicos, porque América, que ha convertido en un simulacro su devenir histórico (otra vez la Batalla de Little Big Horn como representación de un pasado violento y patriótico, más vigente que nunca), y sus desencantos son la materia de esos desafiantes relatos.

Especialmente brillantes son los cuentos que subvierten los tropos de la narrativa suburbial, decorada con casas con jardín y cubículos para oficinistas infelices. Es admirable la manera en que Saunders indaga en la psicología del ama de casa en los mejores relatos de la colección, El día de la madre y La madre de las decisiones drásticas. En el primero, la batalla de puntos de vista de dos vecinas enfrentadas por la pasión por un mismo hombre ya difunto –el marido de una de ellas, el amante de la otra– acaba en un limbo que resulta en un espacio de autoconocimiento, ofreciéndonos el final más imprevisible que podíamos imaginar para una historia de rivalidades amorosas.

En el segundo, antes de un doble acto de violencia que pone en jaque su concepto de la moral ("Dios, cuántas horas de su vida había invertido en intentar ser buena persona"), la protagonista aprovecha para fabular con la posibilidad de escribir múltiples relatos a partir de detalles de lo cotidiano, como si Saunders nos dijera que la literatura está en todas partes, solo hay que tener el talento suficiente para saber descubrirla, solo hay que saber mirar la realidad para transfigurarla.

'El día de la liberación'

George Saunders

Traducción de Javier Calvo

Seix Barral

320 páginas

19,90 euros