CRÍTICA

'Mañana y tarde', el último libro del premio Nobel Jon Fosse publicado en España

Esta obra, que coeditan Nórdica y De Conatus, sobresale por atreverse a hablar de los misterios cotidianos de la existencia con un lenguaje sentido y sensible, despojado de sofisticación intelectual

El escritor noruego Jon Fosse, último premio Nobel de Literatura

El escritor noruego Jon Fosse, último premio Nobel de Literatura / AFP

A diferencia de otros premios que se caracterizan por regalarse a un escritor famoso (como el Princesa de Asturias de las Letras) o por refrendar la lista de libros más venidos (como ocurre, a menudo, ay, con nuestro desdichado Premio de la Crítica), el Nobel de Literatura destaca por su carácter sorpresivo. Año tras año, las quinielas hacen agua y el galardón tiende a esquivar a los escritores de prestigio más crujiente, no digamos ya a los que presumen de grandes ventas. Los académicos suecos prefieren leer durante años la obra de autores que circulan lejos del circuito de ferias y festivales, y así es como nos descubren regiones literarias desatendidas. Por esta vía se han incorporado a nuestro bagaje lector nombres ya indispensables para nuestro gusto: el sudafricano J. M. Coetzee, la bielorrusa Svetlana Aleksiévich, la polaca Olga Tokarczuk...

Se podría decir que dentro de sus altos estándares de exigencia (y de su gusto por lo sorpresivo) se alternan dos clases de premios Nobel: el de esos nombres que todos salimos corriendo a buscar para saber quiénes son y qué hay publicado en español, y el que premia a autores que ya queríamos en casa, como el británico de origen japonés Kazuo Ishiguro y los francesese Annie Ernaux y Patrick Modiano. La primera clase es un regalo para nuestra curiosidad; la segunda, un refrendo a nuestros gustos. 

El noruego Jon Fosse (Haugesund, 1959) parece pertenecer a la categoría de los galardonados por sorpresa, aunque en su caso el asunto no es transparente; quizá pensemos así por un defecto de perspectiva: en nuestro país apenas se ha traducido una reducida porción de su amplia obra, pero es un autor muy representado y premiado en Francia. También existe un desajuste en la pretensión de dar cuenta de su obra a partir de una muestra tan exigua como Mañana y tarde, un libro de apenas cien páginas que no pertenece al género donde ha cimentado su prestigio: el teatro.

Lectura

De manera que nadie busque en este texto de reciente aparición en España las claves de la obra de Fosse, ni siquiera un perfil literario amplio. Lo único que puedo ofrecerles es una lectura (todo lo atenta que se quiera) de un breve segmento de su obra. El equivalente a sumergir los dedos del pie en el mar para informarnos de la temperatura del agua.

Y lo que encontramos al abrir el libro es un estilo muy peculiar, hecho de repeticiones, en una disposición sintáctica que al lector español bien puede remitirle a Thomas Bernhard, aunque es posible que Fosse (menos concentrado y obsesivo) tenga en mente las salmodias envolventes de la Biblia. Después de todo, una lámina vibrante de religiosidad se agita al fondo del relato. Intenta también juegos de palabras y efectos verbales al servicio de una poesía un poco despeinada, el idioma no llega a bailar nunca. Pero la combinación de ambas estrategias ofrece una prosa muy sensible para estados especiales (expuestos de manera hiperrealista): la mirada de una mujer que acaba de parir, las primeras audiciones de un recién nacido, el peso de herramientas cotidianas cargadas de experiencia….

La estructura de Mañana y tarde define el tono y la atmósfera de sus páginas. Fosse muestra el primer y el último día de la vida del mismo hombre, un pescador llamado Johannes. Aunque, si somos estrictos, lo que aquí realmente se cuenta son las horas previas al nacimiento (cuando el cuerpo del bebé respira vacío de conciencia) y las horas posteriores a la muerte, sin que quede muy claro si asistimos a una trascendencia sobrenatural o a las últimas agitaciones de una subjetividad.

Fosse nos propone una danza fantasmagórica de encuentros y desencuentros, un territorio común a Angela Thirkell, Charles Dickens y los espectros de la literatura japonesa

De buenas a primeras, uno puede pensar que Fosse alarga un poco artificialmente la sorpresa de que Johannes está muerto, pero pronto entendemos que no se trata de un giro de guion para dejarnos con la boca abierta. Al contrario, el autor cuenta con que reconoceremos enseguida lo que ocurre. De lo que se trata es de seguir el desconcierto del pescador, la suave angustia de intuir, sin reconocerlo, que está muerto, como cuando en medio de una pesadilla vislumbramos que se trata de un sueño del que todavía no sabemos como despertar

Estructura

La estructura del libro traza un puente entre el bebé que solo importa a personas que no conoce y el anciano que solo ama a sombras que ya no viven en este mundo. En medio vislumbramos el progreso de una vida corriente: trabajo, amores, matrimonio y la suerte (la frase se repite una docena de veces) de ser ciudadano de un país con servicios sociales ("Menos mal que ya tenemos la pensión").

El dispositivo de Fosse, obsesivo en la recreación de lo que cuesta despedirse del mundo cotidiano, contiene momentos conmovedores

En una temporalidad alterada, a merced de contracciones súbitas y de trastornos de los sentidos, Fosse nos propone un paseo por la vida de Johannes o, si se prefiere, una danza fantasmagórica de encuentros y desencuentros, un territorio común a Fresas salvajes, de Angela Thirkell, Charles Dickens y los espectros de la literatura japonesa

El dispositivo de Fosse, moroso y reiterativo, obsesivo en la recreación de lo que cuesta despedirse del mundo cotidiano, contiene momentos conmovedores: el último viaje en la barca de su amigo, el cruce con el amor que no pudo conseguir, los momentos de restitución con su esposa, el pasaje donde la conciencia del relato se desplaza del pescador a la hija que reconoce el cadáver o el último adiós a las cosas de siempre ("madre mía, piensa, todo esto, cuántas veces lo habré visto, cuántas veces habrá sido así"): el brillo de la despedida.

Pero si por algo sobresale esta breve novela no es tanto por recrear el primer y el último día de una vida ni las complicadas comunicaciones entre los vivos y los muertos, sino por atreverse a hablar de los misterios cotidianos de la existencia con un lenguaje sentido y sensible, despojado de sofisticación intelectual, las palabras de un pescador, de un hombre que Cristo hubiese podido escoger para que caminase a su lado.

'Mañana y tarde'

Jon Fosse

Cristina Gómez-Baggethun y Kirsti Baggethun

Nórdica / De Conatus 

112 páginas

18 euros