Paco Mir, de Tricicle: "Si un libro no me gusta lo abandono sin traumas"

De niño se familiarizó con la literatura de humor y eso marcó su futuro artístico. Es guionista, director, productor, humorista, diseñador... Es el chico más alto de un trío de muchas risas y pocas palabras, Tricicle.

La lectura, ¿hábito?, ¿vicio?, ¿imprescindible?

Es un hábito que se convierte en vicio y los vicios tienen el defecto de convertirse en imprescindibles.

¿Cuándo se inicia?

De pequeño mi madre me decía que era un león porque no paraba de leer. Tuve la suerte de disponer de una biblioteca extensa en la que brillaba la colección de novela de humor Al Monigote de papel, que creo que es la base de mi formación.

¿Fue un buen estudiante de literatura?

Buen estudiante con premios escolares de redacción incluidos

¿Le van las biografías?

Las que están noveladas que acaban por no parecer biografías, como las de Ramón Gómez de la Serna y que estoy leyendo en estos momentos sobre un montón de personajes: Lope de Vega, Azorín, Valle Inclán…

Inventó las greguerías. Diría que eso tiene que ver con usted y su profesión.

Él y sus seguidores son sin duda toda una influencia desde que empecé a publicar chistes en el TBO y, más tarde, en El Jueves. Siempre me han gustado los juegos de palabras de sesgo poético. Soy fan de la Generación del 27, de Mihura, Jardiel, Tono…

¿Libros en cola para leer? 

Todo sobre mí, de Mel Brooks, gran guionista y director americano de cine, pero les pasa a los comediantes; no se le valora como merece y es de los pocos artistas que cuenta con un Oscar, un Grammy y un Toni. Sólo por la película El Jovencito Frankestein merece un lugar de honor en el mundo del humor.

¿Alguno más?

Hay cosas más importantes que salvar al mundo, de Benjamin Ferencz. Lo voy a leer sólo por el título, seguramente se podrá hacer un espectáculo sobre él. O no, son cosas que sólo se descubren leyendo.

¿Con qué criterio elige los títulos?

Me encanta que me aconsejen porque llego a lugares a los que nunca hubiese llegado por propia iniciativa. Prefiero recomendaciones que críticas.

Si un libro no le gusta, ¿aguanta hasta el final?

Para nada, leo rápido y saltándome páginas, lo abandono sin traumas.

¿Un icono literario?

Joan Butler, y que, a diferencia de Wodehouse, no ha dejado ninguna huella.

¿Un gran autor de humor?

Eduardo Mendoza, por la facilidad con la que consigue que te sumerjas en sus novelas históricas.