La tecnología revoluciona el sector del reciclaje

Para buscar el primer contenedor de envases en España tenemos que remontarnos a 1997. Hace ya 25 años que las calles de nuestros ciudades y pueblos se llenaron de esa especie de iglús de color amarillo con los que hoy estamos tan familiarizados. Con el paso de los años, tirar latas, briks, botellas y envases de plástico al contendor correspondiente para que se reciclen y tengan una segunda vida se fue convirtiendo en un gesto cotidiano. Además, poco a poco, se han ido introduciendo numerosas innovaciones tecnológicas para adaptarse a las nuevas necesidades, ser más eficaces y optimizar todo el proceso de reciclaje.

Desde 2019 existe en España una aplicación que ofrece incentivos por reciclar, es decir, premian a los ciudadanos más comprometidos con el medioambiente. Y hoy en día podemos encontrar contenedores amarillos inteligentes, capaces de reconocer el envase que se deposita en ellos y advertir al ciudadano si lo está haciendo correctamente. Ambos avances tienen nombre propio, RECICLOS, el Sistema de Devolución y Recompensa (SDR), 100% español, creado en TheCircularLab, el centro de innovación abierta de Ecoembes.

Qué es RECICLOS: reciclar tiene premio

“Desde Ecoembes, seguimos buscando soluciones para evolucionar hacia una economía circular y de ahí surge en 2019 RECICLOS, un sistema innovador y pionero en Europa que, con tecnología avanzada, permite la digitalización del residuo, fomentando la economía circular de los envases y recompensando la acción de reciclar”, explica José Luis Moreno, gerente de Innovación de Ecoembes.

El funcionamiento del Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) RECICLOS es sencillo. A cambio de depositar latas y botellas de plástico de bebidas en el contenedor amarillo para su reciclado, el ciudadano acumula puntos en la APP de RECICLOS, que pueden canjearse por participaciones en sorteos (en los que se reparten premios sostenibles como patinetes electrónicos o cestas con productos de proximidad) o pueden donarse a proyectos sociales y medioambientales en el mismo barrio o localidad.

Como vemos, con esta iniciativa se digitaliza el hábito de reciclar. La tecnología juega un papel clave y conecta nuestro móvil, donde debemos descargar la APP y que utilizaremos para escanear los códigos de barras de los envases que vayamos a reciclar, al mismo contenedor amarillo, con un código QR que el ciudadano tiene también que escanear al depositarlos.

El SDR RECICLOS ya está presente en más de 100 municipios de las 17 CCAA del país a través de más de 32.000 contenedores amarillos. Además, cuenta con más de 250 máquinas en lugares como centros comerciales, hospitales o estaciones de transporte, entre otros. Pero hay más. A estos contenedores amarillos que ya cuentan con la tecnología RECICLOS, se han sumado recientemente nuevos contenedores inteligentes, que suponen una mejora en la usabilidad del SDR gracias a la incorporación en su boca de un aro dotado con tecnología puntera. 

El contenedor inteligente

Estos contenedores, en fase piloto en Sant Boi de Llobregat y Castellón, se pueden usar fácilmente con el móvil o una tarjeta, no modifican el hábito ciudadano de reciclar ni los contenedores que nos acompañan ya de forma habitual en las calles, sino que suponen una evolución. Los contenedores inteligentes pueden identificar automáticamente los envases que depositamos, y también conocer nuestros hábitos a la hora de reciclar, como la frecuencia y lugares a los que acudimos. Los datos recabados por estos contenedores inteligentes podrían ayudar a optimizar la recogida, recuperación y el reciclaje de los residuos en el futuro.

Se trata de un desarrollo tecnológico pionero a nivel mundial dentro del sector que “se basa en el uso de tecnologías como Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, reconocimiento de imágenes, Big Data, tokenización o blockchain. Y, por tanto, además de al ciudadano, también integra a la industria que fabrica y pone el envase en el mercado, a tecnológicas capaces de desarrollar plataformas de codificación y trazabilidad, a fabricantes de componentes y empresas de telecomunicaciones”, señala José Luis Moreno. Además, está directamente relacionado con el concepto de Smart cities, ya que aprovecha la tecnología como herramienta para optimizar la eficiencia de los municipios y de su economía, siempre con la vista puesta en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y proteger la naturaleza.