ALIMENTACIÓN

El largo adiós de cervezas La Virgen: la cervecera más famosa de Madrid llevaba siete años quebrada

La situación financiera de la empresa era muy delicada, más allá de los problemas que ha tenido con una licencia municipal

Foto compartida por Cervezas La Virgen Vallehermoso en su información de Google Maps

Foto compartida por Cervezas La Virgen Vallehermoso en su información de Google Maps / Cervezas La Virgen

La Virgen, una popular marca de cerveza nacida en 2011 en Madrid, anunció este lunes el cese de su actividad. El cierre conlleva el despido de 78 trabajadores, así como la clausura de su fábrica en Las Rozas y de los seis bares que tiene por toda la región. Preguntada por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la compañía ha preferido no hacer declaraciones por "respeto al proceso negociador abierto" con la plantilla, si bien confirma que los locales seguirán abiertos hasta que este se resuelva.

El motivo fundamental que esgrime la empresa para el cierre es un problema con los permisos municipales de las instalaciones de Las Rozas, que constituyen su matriz, pero también se apunta, sin dar más datos, a las dificultades económicas. Lo cierto es que, según ha podido comprobar este periódico, la cervecera arrastraba un agujero millonario en sus cuentas desde hacía años.

El punto más bajo lo alcanzó en 2021, cuando el negativo superó los 9 millones de euros, pero por el camino se fueron encadenando años en los que solo las nuevas aportaciones de los socios mantuvieron vivo un proyecto que ahora toca a su fin.

El sueño de La Virgen

La Virgen fue fundada por cuatro jóvenes emprendedores —Jaime Riesgo, Ana Coello, Javier Cerezo y César Pascual— que conocieron el mundillo de las cervezas artesanas cuando vivían y trabajaban en San Francisco, California. Al volver a España reunieron dinero para crear su propia marca.

Eran los primeros años de efervescencia de este mercado, hoy más conocido pero igualmente residual: las cerveceras independientes apenas producen el 0,3% de toda la cerveza que se hace en España. La Virgen empezó a popularizarse en Madrid, amplió su capacidad productiva y en 2017 fue adquirida por la belga Anheuser-Busch InBev, el mayor grupo cervecero del mundo y dueño de marcas como Budweiser, Corona o Beck's.

Los problemas con la licencia de su fábrica existen y venían de lejos. En diciembre del año pasado, la firma ya anunció en redes sociales que cerraba sus instalaciones en el polígono de Las Rozas y que esperaba que la decisión del consistorio fuera "temporal". Fuentes del Ayuntamiento de Las Rozas consultadas por este periódico aclaran, sin embargo, que lo único que han ordenado cerrar es el restaurante contiguo a la fábrica.

"Metieron un restaurante y no tenían licencia para vender cerveza ni hamburguesas, solo para fabricar cerveza y tener una tienda", aclaran estas fuentes. "Durante muchos años se les ha dicho que lo corrijan. Cuando les compró la gran empresa belga, alargaron mucho más el proceso. La fábrica ha estado cerrada desde diciembre, pero podían haber cerrado el restaurante y seguir con la fábrica".

Unas cuentas ruinosas

La Virgen lleva años acumulando pérdidas. Desde 2017 se encuentra oficialmente en situación de quiebra técnica o contable (es decir, con el pasivo superior al activo e incapaz de hacer frente a sus deudas). En sus últimas cuentas, a las que este diario ha accedido a través de Insight View, el auditor PriceWaterHouse Coopers señala que si seguía en funcionamiento era porque "el grupo al que pertenece la sociedad ha manifestado su compromiso formal de prestarle el apoyo financiero necesario".

En los últimos años, el agujero se ha ido haciendo cada vez más grande. Los balances de Bebidas de Calidad de Madrid SL (el nombre de la sociedad) constatan su insostenible situación económica. Consiguió reducir gastos clave como el de personal prácticamente a la mitad prescindiendo de poco más del 10% de la plantilla (de 5,5 millones en 2021 a 3 millones en 2022), pero, aun así, las pérdidas de ese ejercicio siguieron siendo de 3 millones de euros. Y eso que los dueños tuvieron que aportar más dinero para amortiguar el golpe.

En las representaciones gráficas de su evolución comercial se puede ver claramente que, a pesar de que las ventas y el margen bruto se han mantenido siempre en un crecimiento estable, La Virgen empezó a acumular ejercicios en rojo a partir de 2017, cuando fue comprada por el gigante cervecero ABInv.

En 2016, el año previo a esa absorción, las ventas subieron hasta los 2,5 millones de euros y, aunque fuera mínimo, el balance empezaba a apuntar ya a que la cerveza madrileña podía empezar a ser un negocio rentable con unos números en verde de 155.000 euros.

En 2021, sin embargo, el agujero económico era ya tan profundo que arrojó unas pérdidas de 9 millones de euros. Salvo el año de la pandemia, que afectó a toda la economía, La Virgen siempre se mantuvo en un alza moderada de sus ventas.

Mejor solos que dentro de un gran grupo

El cervecero independiente Jorge Pinto, fundador de Estrella Madrid (marca que fue perdida en el Tribunal Supremo frente a Estrella Damm y Estrella Galicia) y extrabajador de la propia Anheuser-Busch InBev, cree que la compra por parte de este gran grupo extranjero no fue beneficiosa para el negocio de La Virgen.

Para explicar lo que, en su opinión, ha sucedido con La Virgen, Pinto recurre al pasado. "En los años noventa, cuando dominaban Águila y Mahou, y Estrella Galicia y Estrella Damm en menor medida, entraron todas las grandes empresas extranjeras. Yo trabajé en una de ellas. Y por mucho dinero que tuvieras era imposible entrar, porque el mercado está dominado por ellas", continúa. "La única manera de meterse era llegar a acuerdos con estas empresas, que terminaban estrangulando a las extranjeras para que no compitieran en su campo".

El grupo Anheuser-Busch InBev llegó a un acuerdo de distribución con Mahou en 2019. Así, las marcas del grupo pasaron a formar parte de la cartera de negocio de los comerciales de Mahou. Pinto cree que esto, a la larga, ha perjudicado a La Virgen. Al ser una cerveza que compite directamente con Mahou —ambas son la cerveza de Madrid— "el distribuidor no tiene ningún interés en venderla", a su juicio.

Desde Mahou indican que su acuerdo con ABInv en hostelería solo incluía cervezas internacionales. Sí distribuyen La Virgen en supermercados y a través de su web; en hostelería, confirman desde La Virgen, la distribución es propia.

La historia financiera de La Virgen no es muy diferente a la de la cerveza La Cibeles, una empresa que fue rentable mientras era independiente y entró en números rojos en el momento en el que fue adquirida al 51% por Heineken.