Adiós al aceite de palma: estos son los peligros que tiene para tu salud

El aceite de palma está presente en numerosos alimentos industriales. Aunque muchas campañas de concienciación hayan hecho ver que su ingesta es perjudicial para el organismo esto no ha supuesto un cambio significativo en el estilo de vida de muchos ciudadanos.

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Desde comida preparada a bollería industrial y aperitivos, el aceite de palma se apodera de ambas: dieta e industria alimentaria. El producto está lejos de ser saludable o de formar parte de la alabada dieta mediterránea, de hecho, tal y como especifica un miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, el aceite de palma “se obtiene de la extracción de la materia grasa del fruto y la semilla de las plantas elaeis guineensis y elaeis oleifera”.

Es decir, su contenido deriva de la propia grasa de un fruto, y es por ello por lo que tiene un alto contenido en ácidos grasos saturados: 50% de puro palmítico. Sin embargo, la grasa de palma es incluso más perjudicial que el aceite, triplicando las grasas saturadas e insaturadas del aceite por sí solo.

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Inconvenientes del aceite de palma

Las autoridades sanitarias concluyen este aceite no puede considerarse como tóxico, pero sí altamente perjudicial. Un sustituto a su consumo es el codiciado aceite de oliva, beneficioso y ligero para la salud.

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición señala, a su vez, que no existen motivos que justifiquen la prohibición del aceite de palma, pero es recomendable dejarlo de lado si queremos seguir una dieta saludable. Si continúas consumiendo alimentos que contienen grasa y aceite de palma podrías enfrentarte a:

• Favorecer problemas cardiovasculares al estar compuesto de ácido palmítico.
• Aumentar los niveles de colesterol contenido en grasas saturadas.
• Presentar un perfil bajo de ácidos grasos insaturados.