Comparecencia en la Cámara baja

ERC y Junts aprovechan el 'caso Koldo' para intentar cercar sin éxito a Illa en el Congreso antes del 12M

El exministro de Sanidad mantiene un duro enfrentamiento con Rufián y Nogueras, admite una reunión con el antiguo asesor de Ábalos y niega cualquier contrato con la trama investigada

Salvador Illa, este lunes en el Congreso de los Diputados.

Salvador Illa, este lunes en el Congreso de los Diputados. / DAVID CASTRO

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

Salvador Illa, candidato del PSC a los elecciones catalanas del próximo 12 de mayo y exministro de Sanidad, protagonizó este lunes su comparecencia número 23 en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la gestión de la pandemia del coronavirus. Las 22 primeras fueron como miembro del Gobierno central, en plena emergencia sanitaria. Esta última fue completamente distinta. Motivada por el estallido del ‘caso Koldo’, el paso de Illa por la comisión de investigación, que escruta en la Cámara baja los millonarios contratos para la arrebatada compraventa de mascarillas durante la primera ola, se produjo a poco más de una semana del inicio de la campaña en Catalunya. Así que tuvo mucho de acto electoral.

Sobre todo, por parte de los representantes de los tres partidos con posibilidades de acabar presidiendo la Generalitat: ERC, a través de Gabriel Rufián; Junts, con Miriam Nogueras, y el PSC, con el propio Illa teniendo que defenderse de los ataques. Resulta raro que republicanos y posconvergentes se enfrenten a un dirigente socialista en el Congreso con más dureza que el PP, pero eso es lo que ocurrió este lunes. 

“Le recuerdo que está en su condición de exministro y no de candidato a la Generalitat”, le dijo Rufián a Illa en un momento de su intervención. “¿Qué me está contando, que usted no sabía nada, que son errores, que todo era muy complicado? Era muy complicado hacerlo todo bien, pero también era muy complicado hacerlo todo tan mal”, insistió el portavoz parlamentario de ERC. 

Como Rufián, Nogueras intentó cercar al primer secretario del PSC por el llamado “mando único” durante el estado de alarma, que permitió al Gobierno asumir determinadas competencias de las comunidades, para plasmar la presunta contradicción que supone que ahora Illa se presente como candidato a presidir una de esas autonomías. “Usted no confió en las instituciones catalanas para la gestión de una pandemia mundial. No confió en las instituciones que aspira a dirigir”, señaló la portavoz de Junts. A su juicio, y basándose en varios “informes internacionales” que no llegó a citar, “España fue uno de los países que peor gestionaron la pandemia durante los primeros meses”, porque hubo “falta de previsión, falta de rigor y frivolidad en la gestión del dinero público”.

"Ni un euro del ministerio"

Pero Illa, un político muy rocoso que no suele entregarse a la improvisación ni se deja llevar por el fragor del debate parlamentario, no salió del discurso que lleva transmitiendo desde que estalló el ‘caso Koldo’. El escándalo debe su nombre a Koldo García, hombre para todo del exministro de Transportes José Luis Ábalos (chófer, guardaespaldas, asesor, consejero en Renfe y Puestos del Estado), quien supuestamente cobró comisiones en la compra de mascarillas quirúrgicas en lo peor de la pandemia. Pocas horas antes, García había comparecido en una comisión de investigación similar a esta, pero en el Senado y controlada de principio a fin por el PP y su mayoría absoluta. 

Al estar imputado, García respondió en muy pocas ocasiones a los representantes de los grupos. Pero Illa, que va primero en las encuestas pero no tiene fácil ser investido president, sí lo hizo. Admitió, por ejemplo, una reunión en la sede de su departamento con quien fue mano derecha de Ábalos, el exministro hoy caído en desgracia y expulsado del PSOE. “Vi en una ocasión en el ministerio al señor García. Le dije cuál era el procedimiento, le remití a los técnicos y el resultado fue que no se compró nada”, señaló el candidato del PSC. 

Esa fue la piedra con la que Illa construyó toda su comparecencia. “No salió ni un euro del ministerio a la empresa de Koldo”, insistió en varias ocasiones, ante distintos portavoces, tras presentar un documento de 32 páginas que defiende la adjudicación a la carrera, cuando los hospitales comenzaban a colapsarse, de 28 contratos por 750 millones de euros en 20 días. La “pauta de comportamiento” por parte de toda la sociedad en aquellos dramáticos días, desde los ciudadanos anónimos a los representantes públicos, supuso un ejemplo de “lo mejor de la condición humana”, sostuvo. Pero también hubo “quien se aprovechó de su posición para ganar dinero” y debe por ello ser investigado “hasta el final, sea quién sea y venga de dónde venga”. 

El segundo plato

“Usted tiene a la Justicia pisándole los talones”, le dijo el popular Elías Bendodo. “No estoy inculpado en ningún sumario”, contestó Illa, recordando que hasta el momento ha habido “72 actuaciones de investigación y auditoría” al Ministerio de Sanidad cuando él lo dirigía y ninguna ha introducido “ningún reproche”.

Pero este fue solo el primer plato. El miércoles de la semana que viene, solo un día antes de que comience formalmente la campaña catalana, el candidato del PSC volverá a rendir cuentas, esta vez en el Senado. El Gobierno asegura que esa es una comisión “fake”, porque el PP ha rechazado las comparecencias de dirigentes de este partido pese a su responsabilidad en la compraventa de mascarillas. Puede que lo sea. Tampoco hay depositadas grandes expectativas en la investigación del Congreso. Pero el debate electoral en Catalunya pasa por ellas.