HIPOTECAS

Cómo cambiar de banco tu hipoteca: subrogación y novación

En un escenario económico cambiante, donde las ofertas hipotecarias se renuevan constantemente, la posibilidad de cambiar de banco tu hipoteca se presenta como una alternativa muy atractiva para todos los hipotecados

Bajada de las hipotecas: esto es lo que ocurrirá con las fijas, variables y mixtas

Bajada de las hipotecas: esto es lo que ocurrirá con las fijas, variables y mixtas / EPC

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La fuerte subida de tipos y la inestabilidad de la economía hacen que el pago de los créditos sea cada vez más complejo. En un escenario económico cambiante, donde las ofertas hipotecarias se renuevan constantemente, la posibilidad de cambiar de banco tu hipoteca se presenta como una alternativa muy atractiva para todos los hipotecados. Las principales opciones que tienen los consumidores se resumen principalmente en dos: subrogación y novación.

Qué es la subrogación de una hipoteca

La subrogación de hipoteca implica el cambio de entidad financiera a una diferente a la que te concedió los préstamos hipotecarios. En este proceso, las condiciones del préstamo permanecen intactas, lo que significa que se mantiene el tipo de interés, el plazo de amortización y el importe total del préstamo. Las principales ventajas de esta opción es la reducción de las comisiones asociadas a la hipoteca, como la de apertura, la comisión por amortización anticipada o la comisión por subrogación en sí. También te podrás beneficiar de la mejora de condiciones, puesto que algunas entidades financieras pueden ofrecer bonificaciones o ventajas adicionales por subrogar la hipoteca, como un descuento en el tipo de interés durante los primeros meses.

Hay que tener en cuenta que la subrogación puede suponer algunos costes asociados, como los gastos de notaría, gestoría o el registro de la propiedad. Además, la subrogación tiene algunos límites, puesto que no todas las entidades financieras aceptan las subrogaciones y algunas pueden establecer condiciones o requisitos adicionales.

Qué es la novación de la hipoteca

En el caso de que quieras optar por la novación de la hipoteca, podrás beneficiarte de la modificación de las condiciones del préstamo hipotecario existente con la misma entidad financiera. A diferencia de la subrogación, con la novación sí que es posible modificar aspectos como el tipo de interés, el plazo de amortización o el importe total del préstamo.

Esta opción te permite una mayor flexibilidad para poder modificar las condiciones de la hipoteca a tu medida y la posibilidad de reunificar deudas. Si tienes otros préstamos o deudas, la novación puede ser una oportunidad para reunificarlas en un único préstamo con mejores condiciones. Tienes que tener en cuenta que, al igual que la subrogación, la novación también implica costes asociados, como los gastos de notaría, gestoría y registro de la propiedad. En algunos casos, la novación puede implicar le pago de penalizaciones por cancelación anticipada del préstamo original.

Qué opción me conviene más

La decisión de optar por una subrogación o una novación dependerá de tus necesidades y objetivos específicos. Si tu principal objetivo es ahorrar en comisiones, la subrogación puede ser una buena opción. Sin embargo, si quieres modificar las condiciones de tu hipoteca, como el tipo de interés o el plazo de amortización, la novación te ofrece una mayor flexibilidad. En cualquier caso, lo más importante a la hora de elegir es comparar las diferentes ofertas de las entidades financieras antes de tomar una decisión. Por último, debes saber que tanto la subrogación como la novación están sujetas a la aprobación de la entidad financiera. Es importante solicitar la subrogación o novación con la antelación suficiente, puesto que el proceso puede llevar varios meses.

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