Marlaska defiende su gestión de la crisis migratoria y Vox le exige deportaciones

Ane el pleno del Senado, este miércoles el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha admitido "el repunte"; o sea, que Canarias está soportando actualmente el impacto del 80% de la inmigación irregular en España.Y le ha puesto sus cifras: si a toda España en 2023 llegaron irregularmente 55.000 personas, fueron 40.000 las que pusieron pie en las islas, con un aumento general del 82% con respecto a 2022, cuando el aumento general de las llegadas de migrantes en el conjunto de la UE fue del 17%. PP y Vox le han reprochado no citar que, en el caso de Canarias, el aumento es del 154%.

El titular de Interior ha explicado la actual crisis migratoria en España saliendo al paso de acusaciones sobre un efecto llamada de las políticas del Gobierno y de la UE. "La causa de la evolución de la presión migratoria africana no es el efecto llamada -ha dicho-. La presión procedente de Africa es estructural, de caracter socioecnómico, y tiene tambien cuestiones coyunturales, como el deterioro de la situación interna en Mali o Guinea, el golpe de estado en Níger, el terremoto en Marruecos, inundaciones en Libia... y no el llamado efecto llamada".

Vox se lo ha negado: "Nuestro sistema de vida ya es un efecto llamada. Cualquiera de estas personas tiene un movil en el que ve a otros compañeros en una situación provisional buena cuando se le acoge aquí", le ha argumentado el senador Ángel Pelayo Gordillo, para quien la clave es cuánto dura esa acogida; por eso le ha reclamado: "Hay que tomar medidas de deportación, sí, que no es odiar a nadie".

Viaje a Mauritania

Marlaska ha defendido la política migratoria del Gobierno recordando que, cuando llegó al ministerio, no había "recursos ni infraestructura" con la que gestionar el aumento de llegadas de inmigrantes "por la falta de gestión" del anterior ejecutivo. Ha recordado que ha aumentado las plantillas en Canarias de la Guardia Civil y la Policía Nacional un 12% desde 2018, "contrarrestando la pérdida de 630 efectivos desde 20111 con los gobiernos del PP". Ha formulado la acusación antes de comprometerse en "garantizar el número de efectivos necesarios. Que no lo dude la población de Canarias".

Ha puesto énfasis el ministro del Interior en los acuerdos con los países emisores. Lo ha hecho a menos de 24 horas de que Pedro Sánchez parta hacia Mauritania en un viaje en el que le acompañará la presidenta de la Comisión Europea. Úrsula Von der Leyen. El viaje es estratégico: de Mauritania procede el 83% de los cayucos que este invierno están llegando a Canarias, ha recordado Marlaska. Por eso, en su opinión, el del presidente a Nuakchot "es un viaje al máximo nivel aque ayudará en la lucha contra la inmigración irregular".

Marlaska ha enfatizado que "Mauritania es un país estratégico para nuestro país y la UE, y hemos de intensificar las relaciones". La cooperación policial con paises emisores de cayucos -Senegal, Mauritania y Gambia- "ha evitado hasta el 40% de las salidas irregulares, 27.000 personas, desde las costas africanas". Para el compareciente, "la cooperación con estos países es sin duda la unica política realmente eficaz para combatir la inmigración irregular".

Toques de atención

Ha sido desde Euskadi desde donde se ha hecho una de las principales llamadas de atención a Marlaska por la crisis migratoria. La senadora del PNV Estefanía Beltrán de Heredia -exconsejera de Interior del Gobierno Vasco- le ha reprochado "una constante sensación de improvisación" y ha salido en defensa de Canarias haciendo una llamada a todos los gobiernos autonómicos: "Que se impliquen todas las comunidades autónomas en la atención de las personas que llegan. No es de recibo que tengan que ser el presidente de Canarias quien llame a la responsabilidad del Estado y la corrresponsabilidad de todas las comunidades autónomas".

En la falta de compromiso de algunas autonomías, especialmente en compartir la acogida de menores no acompañados, no se había detenido el ministro en su comparecencia. El PP también le ha señalado otras elusión en su intervención de apertura de la comparecencia: la del hacinamiento de migrantes en las salas de espera de peticionarios de asilo en el aeropuerto de Barajas, que Marlaska da por concluido.

"¿Pretende hacernos creer que la inmigración en España va tan bien como la moto del señor Sánchez?", le ha preguntado el senador popular Luis Santamaría, en una intervención en la que ha sacado el caso Pérez de los Cobos, los pactos con Junts, la reprobación de Marlaska y la condena por el Supremo de algunas devoluciones de menores de Ceuta.

Por su parte, el senador de Esquerra Republicana Joan Josep Queralt ha hecho también una llamada general, como la vasca, pero en su caso moralizadora: "Tratamos a los migrantres no como personas, sino como cupos, como si fueran sacos de harina".

Lo moral ha sobrevolado algunos tramos del debate. Marlaska, por ejemplo, prefirió en su intervención incial apelar a todos contra los mensajes que unen inmigración y delincuencia. "No es real", ha negado. "Esa utilización por parte de la ultraderecha crea alarma social", ha argumentado, antes de advertir que "los mensajes de odio alteran nuestra convivencia" y de recordar que los delitos de odio han crecido un 33% en 2023".

Y el senador Gordillo de Vox le ha respondido que él sí aprecia en algunos inmigrantes "actitudes que me parecen odiosas; contra las mujeres, por ejemplo", ha dicho. "Esto del odio es una cosa muy relativa, señor Marlaska", le ha ironizado.