NUEVOS CARGOS
Marlaska y Robles presiden la toma de posesión del nuevo Director Adjunto Operativo de la Guardia Civil
Tanto Manuel Llamas como Fernando Grande-Marlaska han elogiado al antecesor al frente de la Dirección Adjunta, Pablo Salas, que pasó con el relevo del 12 de diciembre a la situación de retiro
Los ministros del Interior y de Defensa, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles, han presidido este lunes la toma de posesión del nuevo Director Adjunto Operativo (DAO) de la Guardia Civil, teniente general Manuel Llamas, en un acto en el que han subrayado la "absoluta neutralidad política" de este cuerpo.
"El relevo en la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil se ha producido con fiel respeto a una cultura de ascensos basada en la competencia profesional y el compromiso con los valores propios de la institución, con absoluta neutralidad política", ha defendido Grande-Marlaska, que ha calificado la trayectoria profesional del teniente general Llamas como "intachable".
Al acto en la Dirección General de la Guardia Civil han asistido, además del director del cuerpo, Leonardo Marcos, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el fiscal general del Estado, Álvaro García, y la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Esperanza Casteleiro, entre otras autoridades.
Tanto Manuel Llamas como Fernando Grande-Marlaska han elogiado al antecesor al frente de la Dirección Adjunta, Pablo Salas, que pasó con el relevo del 12 de diciembre a la situación de retiro. Dicho relevo, en palabras del titular del Interior, supone "un ejercicio de normalidad institucional que refleja la firmeza de esta institución y su capacidad de autorregeneración para mantener muy alto el nivel de eficacia del cuerpo en el cumplimiento de sus misiones constitucionales".
Más mujeres en plantilla y mejorar el despliegue
Antes del ministro, el teniente general Llamas ha tomado la palabra para abogar por la excelencia y la evolución en la Guardia Civil, señalando que para ello es imprescindible "aumentar la presencia de la mujer en su plantilla, mejorar el despliegue y apoyarse aún más en la tecnología para ganar en capacidades y calidad en el servicio".
El DAO ha pedido "no olvidar" a las víctimas del terrorismo de ETA y también ha tenido palabras para las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, un cuerpo que, según ha dicho, aglutina "muchas sensibilidades" que deben abordarse "sin atajos ni fórmulas mágicas". También ha subrayado la colaboración con la Policía Nacional y las policías autonómicas y locales, movidos por "el amor a España".
Manuel Llamas ascendió en 2021 a teniente general y fue nombrado jefe del Mando de Personal. Es licenciado en Derecho y doctorado en Ciencias Políticas, con Grado Universitario en Criminología y Master Ejecutivo en Dirección de la Seguridad Global.
En la Guardia Civil, ha prestado servicio en el Grupo de Acción Rápida, la Unidad de Seguridad de la Casa del Rey, el Servicio de Información de Navarra, la Unidad Central Operativa de la Policía Judicial y en las comandancias de Santa Cruz de Tenerife, Melilla y Granada, entre otros destinos.
La Dirección Adjunta Operativa es el órgano subordinado y principal colaborador del director general de la Guardia Civil en el ejercicio de sus funciones, ya que planifica, impulsa y coordina los servicios de las unidades del cuerpo de acuerdo con las directrices del director general.
- Robert Sapolsky, neurocientífico: "Si todo el mundo entendiera que no somos dueños de nuestras decisiones, el mundo se derrumbaría
- Estos son los mutualistas que no tienen derecho a los 4.000 euros de Hacienda
- Viggo Mortensen: "En España se está copiando lo que ya le ha funcionado a Trump
- Encuesta prohibida de las elecciones en Cataluña: segundo sondeo
- Antonio Barrul y su pelea en el cine: a qué se enfrenta un luchador profesional por pegarse fuera del 'ring
- Nebulossa podría ser la siguiente: todas las veces que España ha quedado última en Eurovisión
- El Gobierno advierte al Parlamento valenciano de que actuará contra la ley de Concordia
- Los únicos guardianes de Crespos, el último paraíso de la montaña burgalesa donde el coche se deja en la entrada