VOTACIÓN AL LÍMITE

Junts avala con su abstención dos decretos del Gobierno y Podemos tumba el del paro

Las medidas contra la inflación cosecharon en una primera votación 171 apoyos y 171 rechazos. En el segundo intento, en el que Junts sí se abstuvo, salió adelante por la mínima: 172 a 171

El número tres del PSOE y negociador con Junts, Santos Cerdán, habla por teléfono antes del inicio del pleno.

El número tres del PSOE y negociador con Junts, Santos Cerdán, habla por teléfono antes del inicio del pleno. / José Luis Roca

Más difícil todavía. Junts per Catalunya ha llevado al límite este miércoles la negociación con el Gobierno para convalidar los tres primeros decretos salidos de la Moncloa. Los posconvergentes se han movido durante toda la jornada en el 'no', pero finalmente han cambiado de posición. En lugar de rechazar los textos, que incluyen importantes medidas sociales, o de abstenerse, sus siete diputados han optado por una actitud muy poco común: no participar en la votación. Las medidas anticrisis han tenido un resultado de empate por un diputado de Sumar que se confundió. La norma cosechó 171 apoyos y 171 rechazos, así que la votación tuvo que repetirse. En el segundo intento, en el que Junts sí se abstuvo, salió adelante por la mínima: 172 a 171. 

El decreto judicial, en cambio, sí ha sido convalidado en el primer intento. Y el decreto laboral, que incluye el aumento del subsidio de desempleo, no ha sido aprobado, debido al veto de Podemos. Los morados, miembros del Gobierno durante la pasada legislatura, se han convertido en el elemento más inestable de todos los que componen el heterogéneo bloque de investidura. Han acabado apoyando las medidas anticrisis tras pactar a cambio una ampliación de la moratoria de los desahucios hipotecarios hasta 2028, pero no se han movido del no en el decreto laboral, proveniente del Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, su antigua compañera de coalición. 

Las contrapartidas a Junts para que no torpedease los decretos han sido más jugosas. Los posconvergentes han logrado el compromiso de que el artículo 43 bis de la ley de enjuiciamiento civil será suprimido. Se trata de un precepto que, a su juicio, ponía en peligro la aplicación de ley de amnistía, al señalar que las causas judiciales quedarán paralizadas ante una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la UE. También han obtenido el traspaso integral a la Generalitat de las competencias de inmigración, así como la publicación inmediata de las balanzas fiscales. Junts, por último, ha logrado que el IVA reducido del aceite pasará del 5% al 0%. 

Los posconvergentes, en cualquier caso, han dejado claro que los acuerdos de investidura no son de legislatura y han acercado el fantasma de la inestabilidad. Un aviso con mayúsculas, a las puertas de que llegue al Congreso el proyecto de Presupuestos de 2024, que refuerza el protagonismo de Junts para determinar el alcance de la legislatura. “Como dijimos, las cosas no van a ser como hasta ahora”, advertía desde la tribuna la portavoz del Junts, Míriam Nogueras. 

En la pasada legislatura, el Gobierno logró salvar la gran mayoría de sus votaciones. Sufrió con la convalidación de decreto de la reforma laboral, que salvó gracias a un voto erróneo del PP, y solo perdió la votación de un decreto, relativo al uso de los remanentes de los ayuntamientos. A diferencia de la pasada legislatura, el Gobierno depende ahora de todos sus socios, con el único margen de la abstención uno de los grupos.

Reproches a las formas

Desde PNV a EH Bildu, pasando por ERC y BNG, sus portavoces compartieron las críticas al Gobierno por sus “formas” a la hora de presionar a sus socios sin apenas margen temporal para negociar y con decretos ómnibus, incluyendo en diversos e inconexos asuntos. 

“Actúan como si tuvieran mayoría absoluta, es al Gobierno a quien corresponde obtener los votos necesarios para llevar adelante” sus iniciativas, replicaba la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, reclamaba desde la tribuna que “el Gobierno debe tomar nota de lo ocurrido, entender que debe dialogar con tiempo suficiente y que todos somos imprescindibles”. Néstor Rego, del BNG, pedía al Gobierno “tomar nota” y tramitar sus iniciativas de forma más ordenada y sin recurrir sistemáticamente a los decretos. “No pueden jugar de esta manera”, se quejaba en los pasillos del Senado, donde se desarrolla la sesión por estar en obras el Congreso, en declaraciones a los medios. 

Distintos cargos socialistas admiten que las formas utilizadas por el Gobierno, negociando a última hora, contribuyeron poco al acuerdo. “Hay que cambiar de actitud”, señaló un diputado. “Hemos actuado igual que la pasada legislatura, como si Junts fuese ERC, pero no es lo mismo. Primero, porque no se mueve con las mismas lógicas de izquierda. Y después, porque busca siempre diferenciarse de los republicanos”, argumentó otro.

El discurso de Nogueras

Antes de que Junts decidiese no participar en la votación, todo apuntaba a un veto a los decretos por parte del partido del expresident Carles Puigdemont. Su portavoz parlamentaria, desde la tribuna, dirigió su discurso al voto en contra de los decretos. “La estabilidad de la legislatura está sujeta a los avances y cumplimientos de los acuerdos. Esta aventura la iniciamos las dos formaciones conociendo los riesgos. Ustedes no lo han hecho bien. Y cuando se han puesto a hacerlo bien, ya era seguramente demasiado tarde. Hemos tenido que llegar a esta situación límite para que algunos entendieran que Junts no da sus votos a cambio de nada”, reprochó.

Los posconvergentes consideraban que las normas incurrían en invasión de competencias catalanas y ponían en riesgo la aplicación de la ley de amnistía. Al mismo tiempo, negociaron con el Gobierno un plan para el retorno de las empresas que se marcharon de Catalunya al calor del ‘procés’ independentista de 2017. Su petición era que el Ejecutivo retirase los decretos y volviese a sentarse a negociar, pero un gesto de este tipo dejó de ser posible a partir de las nueve y media de la mañana de este miércoles, cuando comenzó la votación telemática. 

“No podemos acompañarlos en este error suyo. Pero podemos rectificarlo. Hagan el real decreto con medidas sociales sin trampas y tendrán el apoyo de Junts”, dijo Nogueras dejando el aire la posición de su partido. “Si ustedes no cuentan con Catalunya, no pueden pensar que cuentan con los votos de Junts. Han complicado mucho una negociación que era muy sencilla. O quizá estaban muy bien acostumbrados”, concluyó la portavoz posconvergente, en un dardo dirigido a ERC, que votó a favor de los decretos.

Consecuencias de un rechazo

Los decretos debatidos este miércoles incluyen medidas de gran calado. La gratuidad del transporte público para los usuarios frecuentes. La subida de las pensiones y el subsidio de desempleo, aunque esta última decayó debido al rechazo de Podemos. El IVA del 0% para los alimentos básicos. La suspensión de los desahucios. Y reformas que son condición previa para la recepción de una parte importante de los 10.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos.

El Gobierno se esforzó en subrayar las consecuencias que la derrota parlamentaria tendría para los ciudadanos. “Votar sí es apostar por el bienestar, hacer el bien. Votar no es volver a los recortes sociales”, ha señalado durante el debate el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños. Pero el discurso no ha terminado de calar hasta el último momento en Junts, que finalmente ha decidido a dar un voto de confianza al Gobierno. Pedro Sánchez, de forma agónica, vuelve a salvar los muebles.

“Es un gran día para la mayoría social de este país. Estamos satisfechos. Hemos tenido que trabajar, pero bien está lo que bien acaba”, dijo el presidente del Gobierno al filo de las nueve de la noche, tras 12 horas de debates y votaciones. Sánchez, muy sonriente, centró su mensaje en las críticas a la “oposición destructiva” del PP y evitó detenerse en las concesiones a Junts. Sobre Podemos, se limitó a señalar: “Ellos tendrán que valorarlo”.