La amnistía sortea las enmiendas de PP y Vox en pleno choque del Gobierno con Junts

La amnistía ha sorteado este miércoles las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox. Ha sido al final de un pleno intenso en el que se ha escenificado el primer roce entre el Gobierno de coalición y Junts, con los posconvergentes amenazando con tumbar los tres reales decretos impulsados por el Ejecutivo, entre ellos el que contiene las medidas contra la inflación. Aun así, el bloque de la investidura ha rechazado las propuestas de populares y ultras permitiendo que la medida de gracia, pactada por el PSOE con ERC y Junts a cambio de la investidura de Pedro Sánchez, siga su camino.

Por segunda vez, la proposición de ley de amnistía que registraron los socialistas en solitario a mediados de noviembre ha sido debatida por el Congreso, aunque el pleno se ha celebrado en el Senado por estar el primero en obras. Los argumentos, tanto a favor como en contra, apenas han variado en los últimos meses. La 'número dos' del PP, Cuca Gamarra, ha reiterado que es inconstitucional, fruto de la necesidad de Sánchez de contar con los votos de Junts y un "pago" que los socialistas "arrastrarán durante décadas". También ha alardeado de que en ese mismo pleno del Senado se aprobó la aplicación del artículo 155 de la Constitución en octubre de 2017. La portavoz de Vox, Pepa Millán, ha dicho más de lo mismo, aunque en un tono más duro.

Los populares pretendían sustituir la norma por otra que planteaba la disolución de los partidos que promuevan referéndums ilegales y penas de cárcel para aquellas autoridades que declaren la independencia o convoquen consultas ilegales. El partido de extrema derecha, por su parte, quería castigar con penas de seis a 10 años de cárcel a quien negocie asuntos parlamentarios con condenados o prófugos de la justicia. Ambas proposiciones han sido rechazadas por la mayoría absoluta de PSOE (121), Sumar (26), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), Podemos (5) y BNG (1). A petición del PP la votación se ha hecho por llamamiento, y no de manera telemática, para exponer a todos los diputados del bloque de la investidura.

Tensión sin roces

Con el resultado ya cantado antes de comenzar el debate, la expectación ha acabado puesta en la intervención del diputado de Junts, Josep Maria Cervera, después de que los posconvergentes hayan amenazado con tumbar los tres reales decretos del Gobierno, y, por lo mismo, en el discurso de su homólogo socialista, Artemi Rallo. Sin embargo, ni uno ni otro se han dirigido al partido contrario, como si no hubieran tenido su primer choque de la legislatura.

Por contra, tanto Cervera como el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, han criticado al PP por intentar ilegalizar a sus formaciones por sus ideas. "Su propuesta dinamita el pluralismo político", les ha echado en cara Cervera a los conservadores. Rufián ha apuntado que "mucho más peligroso es dejar sin representación parlamentaria a centenares de miles de personas que no la amnistía". Gamarra ha puntualizado que no supone acabar con partidos por sus ideas sino por sus actos.

"La amnistía (...) es idónea y necesaria para salvar el conflicto de Catalunya", ha sido la defensa de la medida de gracia que ha hecho socialista Rallo. También ha defendido la constitucionalidad de la medida de gracia y se ha cuestionado si el PP aceptará la decisión final que adopte el Tribunal Constitucional. Además, ha reivindicado que "el pacto parlamentario es virtud", aunque Junts les haya llevado al límite en una negociación en la que han obtenido competencias en inmigración y la publicación de las balanzas fiscales.

Los siguientes pasos

Una vez tumbadas las enmiendas a la totalidad, se empezará a trabajar en la amnistía en la comisión de Justicia del Congreso. Todos los grupos parlamentarios tienen hasta el próximo martes para registrar enmiendas parciales a la normal. Por el momento, ERC ha dejado claro que intentarán modificar algunos aspectos. Fuentes de los republicanos catalanes aseguran que los cambios que presenten estarán 

ya pactados con el PSOE

. De esta forma, los trabajos en la comisión irán rápido.

Así, durante las próximas semanas se debatirá el texto final antes de llevarlo a un nuevo debate en el pleno para ser aprobado. Fuentes del PSOE señalan que el objetivo es que la Cámara Baja de su visto bueno a principios de febrero. Después, la proposición de ley de amnistía será enviada al Senado donde el PP, haciendo uso de su mayoría absoluta, podrá paralizar su tramitación durante un máximo de dos meses.

No es de extrañar que en este proceso los populares sustituyan el texto actual de la amnistía por la enmienda que ha sido rechazada este miércoles, aunque el Congreso revertirá estos cambios en un último y definitivo pleno que aprobará la medida de gracia. Según los cálculos del PSOE, esto podría darse a finales de abril.