BALANCE DEL AÑO DEL LÍDER DEL PP

Feijóo exprime el pacto de PSOE y Bildu en Pamplona: “A Sánchez se le cae la careta. Ya no disimula”

El líder del PP hace balance del año político el día en que se consumará la moción de censura en el Ayuntamiento pamplonica. La decisión está pensada y Feijóo da por hecho que esta operación política le pasará factura a Sánchez en las citas electorales del año que viene

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la reunión del comité de dirección del partido.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la reunión del comité de dirección del partido. / DAVID MUDARRA.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo hará balance del año político a tres días de que termine 2023 y se abra un nuevo ciclo electoral con las elecciones gallegas, vascas y europeas. El líder popular responderá al análisis que hizo el presidente del Gobierno desde la Moncloa ayer y exhibirá una distancia total entre su partido y el PSOE, a pesar de la vía de entendimiento lograda hace días entre los dos líderes para una reforma constitucional exprés que se debe concretar en breve, y explorar la última negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial. En Génova no esconden que se trata de algo “puntual” y que las relaciones entre los dos partidos están muy deterioradas. La moción de censura que se consumará este jueves en Pamplona torpedea todavía más cualquier posible reconciliación.

El propio Feijóo dijo que si PSOE entregaba a EH Bildu la alcaldía pamplonica “sería un antes y un después”. En el partido no especifican en qué se puede traducir exactamente eso, pero ya elevan el tono del discurso hasta dejar al partido de Sánchez fuera de los partidos constitucionalistas en el ámbito nacional. Esa fue la expresión que utilizó la vicesecretaria de Organización popular, Carmen Fúnez, este miércoles. Y será ella la que represente a la dirección nacional hoy en Pamplona.

El PP va a poner toda la carne en el asador con esta operación política que cree que desgastará al PSOE no solo en el corto plazo. La tesis de los populares es que Sánchez pactó su investidura con la izquierda abertzale a cambio de contraprestaciones desconocidas, entre ellas arrebatar el Ayuntamiento de Pamplona a Unión del Pueblo Navarro (UPN), la formación de centro derecha hegemónica en esa comunidad y que es una plaza muy simbólica para Bildu.

Pero en Génova también consideran que el presidente se ha dado prisa en cerrar el acuerdo, mezclándolo con otros asuntos muy polémicos para “generar el caos”, “confundir a la sociedad” y provocar una “amnesia colectiva” más adelante, evitando así el desgaste a medio y largo plazo.

La cuestión es muy simbólica para los populares y según explican fuentes de la dirección, la exprimirán al máximo estos días, pero también en todas las citas electorales del próximo año. En el PP insisten en que se trata de la prueba tangible de que a Sánchez “se le cae la careta” y “ya no intenta ni disimular”.

Consideran que desde hace meses el presidente “se ha entregado” a la agenda de los independentistas catalanes y vascos, y lo que empezó siendo una exigencia para sacar adelante los Presupuestos del pasado año, reformando el Código Penal con decisiones inéditas como eliminar el delito de sedición o reformar el de malversación, termina con una ley de amnistía para los políticos del procés y entregando la primera institución a Bildu. “Eran líneas rojas para el propio PSOE. Lo primero, inconstitucional. Y lo segundo, algo que jamás harían porque a Bildu le quedaba mucho camino por recorrer”, reflexionan en la cúpula conservadora. “De ese PSOE ya no queda absolutamente nada”, zanjan.

Balance el día de la moción

Feijóo dedicará una parte concreta de su balance a la moción de Pamplona y a las cesiones de Sánchez con la izquierda abertzale de las que en el PP están convencidos de que “se arrepentirán” más adelante. El día elegido para hacer este cierre del año político no es casual. Todo lo contrario. En su núcleo duro valoraron distintas opciones y decidieron hacerlo coincidir con el pacto de PSOE y Bildu en Navarra. 

El dirigente gallego pretende hacer una enmienda a la totalidad de todo el curso político de Sánchez e incluirá un recopilatorio de las grandes polémicas del presidente en todos estos meses. Las alianzas con todos sus socios nacionalistas e independentistas serán los grandes reproches del líder gallego, que ya se pone en modo electoral.

Como publicó este diario, en el partido son conscientes de lo mucho que se juega Feijóo en las próximas citas con las urnas. También habrá un espacio del líder del PP a valorar los resultados electorales de las pasadas autonómicas y municipales y, por supuesto, de las generales. La primera convocatoria fue un éxito rotundo para el PP y terminó con once presidencias autonómicas y la mayoría de capitales de provincia bajo su mando. En muchas, eso sí, en coalición con Vox. 

El exceso de confianza ante lo que el PP veía como un cambio inevitable en la Moncloa llevó a Feijóo a tener que asimilar el mayor chasco de su vida política. Ganó las elecciones generales, pero no pudo sumar una mayoría de apoyos. Recientemente en una entrevista se rendía a la evidencia, que supo en la noche electoral del 23 de julio pero que nunca antes había verbalizado tan claramente: "Esto es un sistema parlamentario y el hecho de ganar no significa automáticamente que seas presidente". El aislamiento que le proporcionó acercarse a Vox hizo imposible que llegara al Gobierno de España.

Y el hecho de que Sánchez fuera capaz de revalidar la presidencia del Gobierno de la mano de sus aliados habituales y sumando al partido de Carles Puigdemont, ley de amnistía mediante, es lo que obliga a Feijóo a cosechar nuevas victorias en las urnas. En Génova tampoco esconden que necesitan ese revulsivo con el comienzo de año. Y, de hecho, el adelanto electoral en Galicia tiene mucho que ver con la preferencia de fecha que tenían en Madrid.

Las elecciones serán el 18 de febrero y eso implica que la precampaña empezará con el arranque del nuevo año. Feijóo se volcará en esta cita casi como si él fuera el candidato, consciente de que el PP no puede perder la Xunta en ningún caso. Y para mantenerla necesita volver a lograr una mayoría absoluta, esta vez con Alfonso Rueda como candidato. En las elecciones vascas las expectativas del PP son bajas, pero el pacto de PSOE y Bildu tendrá mucho peso en su mensaje político. 

Y en las elecciones europeas, la gran baza del PP en la que aspira a tener un muy buen resultado con ambiente plebiscitario contra Sánchez, también estará muy presente. Igual que ocurrió en este ciclo electoral, los conservadores siguen pensando que las grandes debilidades del socialista son su falta de credibilidad y sus alianzas con todos los independentistas. También la del PP ha quedado demostrado que fue Vox. 

También está por ver qué afectación tiene la negociación del CGPJ ahora que ambos partidos han acordado implicar a la Comisión Europea con un rol de supervisión. Las sensaciones en PP y PSOE son compartidas: incluir a Bruselas en estas conversaciones les impide levantarse de la mesa sin acuerdo con la facilidad que han tenido hasta ahora. Pero el escollo sigue siendo el mismo: pactar un nuevo sistema de elección de los vocales del Consejo que el PP exige y al que el PSOE se niega. A ninguno de los dos les conviene dilatar esto en el tiempo. Si hay acuerdo, llegará rápido. Con respecto a la reforma constitucional del artículo 49, en Génova siguen dando por hecho que se puede confirmar en los próximos días. Pero insisten: “Es un espejismo. Con este PSOE no hay nada que hacer”.