Pleno este miércoles

El relevo del presidente enturbia otra vez un CGPJ que ya ha perdido un cuarto de vocales

La jubilación de Mozo obliga a su sustitución por el vocal de más edad, que es Guilarte, quien para asumir el cargo deberá renunciar a su bufete de abogados

Rafael Mozo, en un pleno del CGPJ.

Rafael Mozo, en un pleno del CGPJ.

Cristina Gallardo / Ángeles Vázquez

Cuando un órgano lleva casi cinco años sin ser renovado las meras circunstancias de la vida acaban marcando su día a día. Rafael Mozo, el vocal que sustituyó en la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a Carlos Lesmes, cuando este dimitió, se jubila este miércoles y ello obliga a buscarle un relevo. Las condiciones de exclusividad que debe cumplir el vocal de más edad siguiente hacen que el pleno de este miércoles esté marcado no solo por la despedida de Mozo, sino por las dudas que suscita su reemplazo.

La proximidad entre el pleno y el día en que el sustituto de Lesmes cumple 72 años llevó a Mozo a adelantar unos días esta reunión de periodicidad mensual para hacer coincidir las fechas y poder despedirse del cargo. El objetivo es que al mismo tiempo quede cerrado el tema de su relevo.

En el orden del día figurará un escrito en el que seis vocales de las dos sensibilidades presentes en el órgano de gobierno de los jueces reclaman al siguiente vocal de mayor edad, Vicente Guilarte, abandone su actividad docente y como letrado para ocuparse en exclusiva de la representación del Consejo.

Los vocales Álvaro Cuesta, Pilar Sepúlveda, Juan Manuel Fernández, Clara Martínez de Careaga, Juan Martínez Moya y Nuria Díaz quieren que se "debata y se pronuncie acerca de las condiciones para el desempeño de la Presidencia de este órgano constitucional por sustitución, tras el cese por jubilación del actual presidente". Todos ellos consideran que es imprescindible que lo haga en exclusividad.

Aunque Guilarte no se ha pronunciado sobre si está dispuesto a asumir o no la presidencia del CGPJ con esa condición, llama poderosamente la atención que esa responsabilidad esté tan devaluada como para que se bareje preferir renunciar a ella si ello supone tener que abandonar su actividad habitual. De hecho, para el caso en que decida que prefiere seguir con su labor docente y la abogacía, hay quien defiende que la presidencia pase al siguiente de mayor edad, que sería el magistrado del Tribunal Supremo Wenceslao Olea, que no tendría problema en dedicarse a ello en exclusividad.

Se da la circunstancia de que Olea fue uno de los más críticos con la decisión que adoptó el Consejo tras la dimisión de Lesmes de mantener una bicefalia en la cúpula judicial, al presidir el Supremo Francisco Marín Castán, como presidente de Sala más antiguo, y Mozo, el CGPJ, por ser el vocal de más edad. Aunque Olea recurrió la decisión ante el alto tribunal acabó renunciando a la impugnación. Desde el entorno del magistrado se ha señalado a este diario que esa circunstancia ya ha sido superada, y que el acuerdo del Pleno en ese sentido es firme y debe acatarse a todos los efectos.

Un cuarto menos

Que la jubilación de Mozo, que en el turno judicial es inamovible al cumplir 72 años, haya llegado sin saber con certeza quién le sustituirá al frente del CGPJ es muy elocuente de la situación en la que se encuentra el órgano por la falta de renovación. De hecho, Mozo no será el primer vocal que se marche por jubilación. También ocurrió con Rafael Fernández Valverde. A ellas hay que sumar el fallecimiento de Victoria Cinto y las dimisiones tanto de Lesmes como de Concepción Sáez.

Así que de 20 vocales más su presidente ahora cumplirá su labor con 16 y uno de ellos hará las veces de presidente. Pese a todo, donde la falta de renovación se está dejando sentir más es en el Tribunal Supremo, que suma ya 22 vacantes que no se podrán cubrir hasta que el órgano de los jueces sea renovado. La última baja por jubilación ha sido la de la presidenta de la Sala de lo Social, Rosa María Virolés, que este martes cumplió 72 años.

Se da la circunstancia de que Virolés había sustituido a María Luisa Segoviano, actual magistrada del Tribunal Constitucional, que se había jubilado en el alto tribunal unas semanas antes de ser designada para su nueva responsabilidad. Al frente de la Sala Cuarta estará ahora Antonio Sempere mientras la vacante se cubre, lo que no parece que se pueda producir antes de diciembre.

El motivo es que aunque este domingo se celebran elecciones, frente a la renovación del CGPJ como es lógico tendrá prioridad la constitución de un nuevo gobierno. Y si el ganador de los comicios es el PP existe incluso la posibilidad de que quiera cambiar el sistema de elección antes de acometer la renovación, como lleva alegando para justificar el bloqueo que ha mantenido. Todo ello hace muy complicado que pueda haber un nuevo CGPJ y se cubran las plazas antes de diciembre.