CRISIS INSTITUCIONAL

El CGPJ desoye a Lesmes y elige como suplente a Mozo, al que exige consenso

El pacto entre progresistas y conservadores hace que el vocal de más edad asuma la presidencia como suplente, pues siguen sin poder hacer nombramientos

Sus atribuciones estarán "supervisadas", en especial en materia económica, de personal y comunicación, y la mayoría de los vocales nombrados a propuesta del PP se ve reforzada

El acuerdo ha salido con el apoyo de 16 vocales, el voto en contra de Wenceslao Olea y una ausencia, la de Mar Cabrejas, designada a propuesta del PSOE

Primera reunión del Pleno del CGPJ tras la reunión de Carlos Lesmes, con Rafael Mozo presidiendo el órgano.

Primera reunión del Pleno del CGPJ tras la reunión de Carlos Lesmes, con Rafael Mozo presidiendo el órgano. / CGPJ

Cristina Gallardo/Ángeles Vázquez

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha desoído el informe técnico encargado por el hasta ayer presidente del órgano, Carlos Lesmes, sobre su sustitución, y ha llevado este jueves a la presidencia interina del órgano al vocal de más edad, el progresista Rafael Mozo. El acuerdo ha salido adelante con 16 apoyos -entre ellos el del propio Mozo- mientras que el vocal y magistrado del Tribunal Supremo Wenceslao Olea ha votado en contra y se ha producido una ausencia, la de la vocal a propuesta del PSOE Mar Cabrejas, que se ausentó al votar ese punto.

A la espera de lo que parece que será una pronta renovación del CGPJ, Mozo verá "supervisadas" sus atribuciones, porque no se trata de un nombramiento, sino de una suplencia, lo que salva el veto que se les impuso a hacer nuevas designaciones. Esta limitación fue la condición puesta por los vocales nombrados a propuesta del PP para asumir la opción de los progresistas y aupar a Mozo en vez de aceptar de forma automática que la presidencia pasara al presidente de la Sala Primera (de lo Civil) del Supremo, Francisco Marín Castán, como proponía el informe técnico encargado hace unas semanas por el dimitido Lesmes sobre quién debía ser su sucesor. Y eso, que al descartar un miembro más en el Consejo, la mayoría de los conservadores resulte reforzada.

De hecho, el texto de la propuesta sometida a debate, adelantado por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, exige al suplente que propicie "el diálogo interno y la consecución del consenso con los demás vocales", en particular, en materia económica, de personal y comunicación. El acuerdo de suplencia también prevé que, durante el tiempo que desempeñe el cargo, Mozo recibirá los honores, tratamiento y consideración propias del cargo y, en los actos en los que intervenga y en los documentos que suscriba, se dejará debida constancia de que actúa en esa condición.

De este modo, los vocales hacen suyo el criterio de un informe anterior, elaborado en 2019 -cuyas previsiones se adoptaron en pleno el 30 de octubre de ese año- y que apuntaba a una bicefalia (Marín Castán, como presidente del Tribunal Supremo y el vocal de más edad en el CGPJ) en el caso de ausencia del presidente, dada la renuncia por jubilación de Ángel Juanes, que había sido el elegido como vicepresidente por el propio órgano. Nunca se nombró sustituto pensando en que el Consejo se renovaría y las veces las hacía Castán, por ser el presidente de Sala del Supremo más antiguo.

Reconocimiento a Lesmes

Desde que se conoció el informe jurídico aportado por Lesmes, un amplio sector de vocales venían rechazando que se les pueda imponer un presidente sin tener ninguna participación en esta decisión, y reclamaron abordarlo en el pleno de esta tarde, en el que se iba a ahondar en exclusiva en los nombramientos de magistrados del Tribunal Constitucional que corresponden al Consejo y que seguirán negociándose.

Esa discrepancia con Lesmes no ha sido obstáculo para que el pleno también haya querido manifestar" de forma unánime su reconocimiento a la labor desarrollada" por su expresidente, y destacar "su sentido institucional, su vocación de servidor público y su trabajo en aras del correcto funcionamiento del Poder Judicial", en defensa de la independencia judicial.

El acuerdo, además, dice confiar en que "la nueva reapertura de diálogo" producida tras su dimisión "cristalice, lo antes posible, en un acuerdo que garantice la renovación inmediata del Consejo, por lo que, nuevamente", hacen "un llamamiento a las Cortes Generales para que, sin más dilación, procedan a cumplir su cometido y determinen la nueva composición del CGPJ”.

Que Mozo asuma la presidencia de forma interina supone en la práctica un reforzamiento de la mayoría conservadora del CGPJ, porque el órgano de gobierno queda constituido por 18 miembros, no por 19, como habría ocurrido con la presidencia de Marín Castán. Eso contribuye a que la mayoría, ya amplia de los conservadores frente a los progresistas, adquiera todavía más peso a la hora de tomar cualquier decisión, que a partir de ahora será, según lo pactado, por consenso.

EL VOTO PARTICULAR DE OLEA

Aunque el acuerdo ha salido adelante con 16 apoyos, ha habido un magistrado del Tribunal Supremo, Wenceslao Olea que votó en contra. En su voto particular, al que ha tenido acceso este periódico llega a tachar de "ilegal" la elección de Mozo.

A su juicio, el Pleno "carece de competencia para realizar el nombramiento de un presidente del Consejo con independencia de quien ejercite la presidencia del Supremo" pero además, según sostiene, Mozo no cumple "las condiciones objetivas que se impone para el desempeño del cargo" y "no puede quedar limitado por condición alguna que se impongan por el pleno".