Feijóo y Moreno se pasean por Málaga para lanzar la réplica a Sánchez

Si la silueta pétrea del Teatro Romano de Málaga hablara, contaría la historia de una ciudad por los siglos de los siglos. Retrataría a su madrastra cosmopolita con todos los detalles. Hasta se detendría en el recuerdo de un casi adolescente Antonio Banderas - quien ahora vive enfrente en un exclusivo ático- cuando representaba obras clásicas en su escenario, tras haberse subido a una Vespa con una túnica y un casco de la época para llegar hasta allí. Y, puesto a hacer inventario de sus días, este cronista eterno hasta debería referir los mítines del PP que últimamente se celebran en rabiosa vecindad con el enclave monumental de la céntrica calle Alcazabilla. Tanto el presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, como el barón regional del logo de la gaviota, Juanma Moreno, regresaron al mismo lugar casi once meses después. Y lo hicieron para presentar la candidatura a las municipales del incombustible alcalde malagueño Paco de la Torre y de los otros 102 'alcaldables del PP' en la provincia. Al irrumpir entre el público, se encontraron un panorama muy sintomático. El collage con el que el PP andaluz ha empezado a enseñar en sus actos públicos muchas más banderas verdes y blancas que rojigualdas. En cambio, en el mitin de tres días antes en un hotel de la ciudad, en el que Pedro Sánchez les atacó a los dos líderes del PP, las que ondearon fueron las enseñas rojas del 'puño y la rosa'. 

Con la visita del adversario aún tan reciente, Feijóo y Moreno se dieron un baño multitudinario que no se limitó a las coordenadas geográficas del acto de precampaña. El centro de Málaga fue el escaparate elegido, mientras paseaban y se abrazaban a la multitud que lo transita, para lanzarle la réplica al dirigente del PSOE y del Gobierno nacional.

Moreno y Feijóo llegaron al lugar dejando atrás el emblemático Cine Albéniz, una de las sedes estelares del Festival de Málaga. Antes, habían paseado durante más de media hora por las arterias más céntricas de la ciudad y no escatimaron selfies, besos, abrazos o esa escucha que se vuelve aún más paciente en época electoral. Los líderes se habían ido encontrando en el entorno más concurridos del centro. Juanma Moreno salió sobre las 18.15 horas de la delegación de la Junta de la Alameda Principal, junto a la delegada de su Gobierno y presidenta provincial del PP, Patricia Navarro. Unos metros más allá, los esperaba Paco de la Torre. Se abrazaron y enfilaron la vía fetiche de la ciudad atendiendo a la gente que los iba parando. Luego, calle Larios se entregó a una metáfora política que la hizo desembocar en la madrileña Calle Génova, cuando Núñez Feijóo y si coordinador general, el malagueño Elías Bendodo, se sumaron al itinerario.

Un lugar propicio

El escenario elegido para la presentación de la candidatura a la reelección de Paco de la Torre abrazaba al ambiente cierto déjà vu. La céntrica calle Alcazabilla es a los ojos del PP malagueño un lugar propicio. Un enclave que trae buenos recuerdos si, por ejemplo, se retrocede al sábado anterior a la jornada de reflexión de las pasadas elecciones andaluzas. Aquella tarde, la formación de centro-derecha se afanó en recuperar los focos que, por la mañana en otro mitin celebrado en Cártama, les habían usurpado Pedro Sánchez y Juan Espadas. 

Para generar impacto, el cartel fue encabezado por el mismo dueto de líderes que esta vez ha apadrinado a De la Torre: el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el entonces candidato a revalidar la presidencia de la Junta de Andalucía, el malagueño Juanma Moreno. 

Lo que sucedió ocho días después en la cita con las urnas dejó en el estado de ánimo de los populares el punto de euforia que ha saltado este viernes a la vista en calle Alcazabilla. 

El PP ha recurrido nuevamente a la celebración de un acto al aire libre, en pleno Centro de Málaga, para escenificar la cercanía con la que Juanma Moreno se fue trabajando su mayoría absoluta en Andalucía. 

Turno de réplica

Como colofón a la convulsa semana política vivida en estos lares mediterráneos, daba la sensación que Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno se habian acogido al turno de réplica, tres días después del mitin malagueño en el que Pedro Sánchez se encomendó a la munición dialéctica para ‘dispararles’. 

En una precampaña de las elecciones municipales tan propensa a la refriega, Sánchez tuvo munición ofensiva para los dos.  A Moreno le afeó la propuesta de legalizar regadíos en Doñana: "Es la prueba de que el PP gobierna a golpe de arrogancia y negacionismo climático, como la ultraderecha". Y a Feijóo lo acusó de "poner palos en las ruedas". "El líder de la oposición ha cruzado todos los límites", apuntó el líder del PSOE.