MAYO, EL MES ELECTORAL CLAVE

Feijóo centra su campaña en Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares para forzar el vuelco electoral: "Nos va a ir muy bien"

En el PP existe el convencimiento de que en mayo se plasmará el cambio de ciclo. A pesar de la consigna de lanzar mensajes prudentes públicamente, fuera de focos la euforia se deja ver entre algunos dirigentes. Aseguran que ni Doñana ni otros debates del Gobierno les desgastan, y auguran un fuerte crecimiento en las CCAA "más difíciles"

Alberto Núñez Feijóo durante la romería del PP de Galicia en O Pino (A Coruña).

Alberto Núñez Feijóo durante la romería del PP de Galicia en O Pino (A Coruña). / LAVANDEIRA

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El mes de mayo estaba señalado en el calendario desde que Alberto Núñez Feijóo tomó las riendas del PP. Por el camino, el junio pasado, tuvo la mayor alegría posible por la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía. Pero en las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28-M, además de los barones autonómicos y los candidatos a grandes alcaldías, el líder conservador se la juega. No hay un solo dirigente de peso que lo niegue: se medirá por primera vez en las urnas, especialmente en algunos territorios clave donde el resultado pende de la marca PP. Y eso ya es en exclusiva marca Feijóo. 

Por eso, el discurso de hace unas semanas ante la plana mayor del partido, reconociendo abiertamente que “el partido de Sánchez” aguantará mejor en mayo que en las generales, sorprendió. En Génova insisten en la idea de que algunos presidentes autonómicos socialistas están mucho más consolidados que el presidente del Gobierno, a quien acusan de una pérdida de confianza entre la sociedad y el electorado que ya es "irreversible". Todos los estudios cualitativos que manejan en la sede popular, que son muchos y que hacen casi semanalmente, apuntan a la falta de credibilidad de Sánchez. Esa baza es la que seguirá jugando Feijóo en el mes electoral que hoy empieza.

Y muy especialmente durante la campaña. El líder del PP visitará todos los territorios que van a las urnas. Pero el PP tiene muy medido el calendario y los grandes esfuerzos, siempre mirando a la última semana, la que termina con la votación del 28 de mayo, se destinarán a las plazas más importantes.

La primera, Comunidad Valenciana (absolutamente prioritarias tanto la autonomía como la ciudad de Valencia), donde Feijóo se va a implicar especialmente y lo más posible es que el PP haga un doble cierre con actos en la capital valenciana y Madrid. Aragón, en segundo lugar, que implicaría desbancar al socialista Javier Lambán y aupar al hasta ahora alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, una de las apuestas electorales del PP. Los datos más recientes que manejan en Génova le dan a Azcón una suma posible y si Aragón Existe permitiera su presidencia, bastaría también con la abstención de Vox. El objetivo prioritario del líder popular sigue siendo aislar lo máximo posible a la formación ultra que, por su parte, diseña una política de pactos más agresiva contra el PP.

Baleares tendrá espacio en la última semana de la campaña. Se trata de un territorio reñido pero el PP acumula sondeos en los que también se ve a su candidata, Marga Prohens, accediendo a la presidencia autonómica con cierta holgura. En este caso, siempre con el necesario respaldo de Vox. Y aunque Castilla-La Mancha y Extremadura son dos territorios que el PSOE difícilmente podría perder, Feijóo echará el resto en ambas

La primera el PP no la da por perdida porque, en efecto, algunos sondeos dan una suma en la derecha. Todo dependerá de lo que ocurra en la izquierda. En la segunda, las cuentas son más difíciles para los populares, pero sí descuentan un crecimiento muy significativo que aunque no termine en gobierno, va a acarrear una fuerte implicación de Feijóo. En estas dos autonomías, de hecho, hay previstos varios actos del líder nacional.

PREDICCIONES IMPOSIBLES, MUCHO OPTIMISMO

Las predicciones en este momento, afirman distintas fuentes, “son imposibles”. Y las lecturas varían entre los dirigentes más optimistas, que dan por hecho la victoria en la mayoría de autonomías, independientemente de lo que suceda con los gobiernos, aunque también cuentan con arrebatar “más plazas al PSOE de lo que ahora se pueda pensar”. Y los más prudentes, que siguen apostando por un resultado muy ajustado en distintos territorios, pero con esperanzas de que la noche del día 28 la balanza se incline hacia el PP.

En lo que no hay debate, afirman todos estos cargos de la dirección, de los grupos parlamentarios y de los territorios, es “que las cosas van a salir muy bien”. En este momento, Génova no ve desgaste en los asuntos centrales del debate político: Doñana es un ejemplo claro. Y, de hecho, insisten en que se trata de "la única bandera electoral que puede agitar Sánchez" frente la ley de vivienda o ley del 'sólo sí es sí', reformada con el apoyo de los conservadores, que para el PP serán dos locomotoras de su campaña.

Aunque en el PSOE también insisten en lanzar el mensaje de que resistirán y que Feijóo podría sufrir su primer 'pinchazo' en mayo, en el PP existe el convencimiento de que se plasmará el cambio de ciclo. Incluso reconocen algunas consignas de trasladar mensajes más prudentes, no levantar tantas expectativas. Pero fuera de foco, la euforia se deja ver entre algunos dirigentes destacados que tienen dominio territorial.

Otro elemento que tienen en cuenta es la mejora que el PP atravesará, también según las encuestas, en territorios donde hasta hace muy poco “crecer tanto parecía imposible”. Es el caso de Asturias, por ejemplo, donde el último sondeo de GAD3 prácticamente deja en un empate a socialistas y populares. Los primeros, en la horquilla de los 18 o 19 diputados; y el PP, 17. En Canarias ocurre algo parecido: aunque los conservadores no tengan opciones de gobernar, sí ven probable un fuerte crecimiento a causa, entre otras cosas, del escándalo del ‘Tito Berni’. “La reflexión que hacemos es que si en Asturias podemos crecer tanto, cómo no vamos a lograr la absoluta en Madrid o ganar en otros muchos sitios”, zanjan.