Podemos e IU se ven las caras en el Parlamento andaluz para repartirse recursos y sillones

Son pocos y no se sabe si llegarán a estar bien avenidos porque de momento hay tensiones. IU y Podemos deben repartirse los recursos económicos y los sillones del Parlamento andaluz en un clima hostil, tras una resaca del 19-J dura y en pleno proceso de construcción de 'Sumar' de Yolanda Díaz, con todos los roces que esta nueva plataforma genera en la izquierda.

La estampa del hemiciclo andaluz el día de su constitución fue clara. Los diputados del PP han crecido hasta más allá de la mitad de la Cámara, enfrente el PSOE ha menguado, al lado de los socialistas los de Vox, que han pedido sentarse allí para visualizarse como oposición, y en mitad de la derecha y la extrema derecha un grupo pequeño, cinco diputados de Por Andalucía y dos de Adelante Andalucía.

Las divisiones de la izquierda andaluza se han traducido en una reducción importante de su presencia en la Cámara. Han pasado de ser 17 diputados a escindirse en dos grupos que suman siete. Ya la anterior legislatura acabó en guerra civil. Con los de Teresa Rodríguez expulsados al grupo mixto y Unidas Podemos haciéndose con las riendas del grupo parlamentario. Aquella pelea sigue viva pero ese mal recuerdo no alivia las tensiones.

Esta etapa el rostro visible de Por Andalucía, la confluencia electoral de IU, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo andaluz, es El reaprtNieto, que ejercerá la portavocía con un adjunto, Juan Antonio Delgado. Ella fue la apuesta de IU para ser cartel electoral y se impuso con el empujón de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Él era el favorito de Podemos, que aceptó no tener el candidato pero a cambio impuso unas condiciones leoninas a IU para firmar el acuerdo electoral, que llegó fuera de plazo por la tensión de unas negociaciones que los morados dirigieron desde Madrid. Formalmente, Podemos no existe en el Parlamento andaluz. Esa carta legal la tiene IU en su manga si quiere forzar una renegociación de las condiciones.

Aquel acuerdo ‘in extremis’ fue calificado por el coordinador regional de IU, Toni Valero, como “un trágala”. Así lo advirtió el líder de IU tras unas elecciones en las que solo obtuvieron una diputada, Nieto, y ningún escaño por primera vez en la historia del Partido Comunista de Andalucía (PCA), mientras que Podemos ostenta tres escaños. El quinto es el de Esperanza Gómez, de Más País por Andalucía.

Con este clima y el convencimiento de IU de que fue el gran derrotado toca ahora repartir recursos económicos y medios en el Parlamento andaluz. Fuentes de Podemos aseguran que “no hay novedades”. El día de la constitución de la Cámara, el pasado jueves, se observó con claridad que cada partido va por su cuenta en los momentos de descanso del pleno. Los de Podemos estaban juntos departiendo. Forman su propio grupo 'burbuja'.

El acuerdo está escrito. En el papel que llegó fuera de plazo al registro para sellar la coalición electoral hay ya un detallado acuerdo político. Se reparte la actividad parlamentaria, con detalles como que las preguntas al presidente las harán IU y Podemos de forma alterna cada pleno, el debate del Estado de la comunidad lo protagonizará Podemos y el de Presupuestos IU. Se reparten también las presidencias de las comisiones.

Asimismo, el contrato político señala cómo se darán los sillones que les corresponden en los órganos de extracción parlamentaria: la RTVA y el senador por designación de la comunidad autónoma le tocan a IU. El Audiovisual y la Mesa del Parlamento serían para Podemos. En la Cámara de Cuentas deberán repartirse. El problema está en que con los cinco diputados obtenidos, el corte mínimo para poder formar grupo parlamentario propio, en muchos de estos órganos ni siquiera tendrán derecho a un asiento. Ocurre así en la Mesa de la Cámara, donde se creará una vocalía añadida para Por Andalucía con voz pero sin voto.

El reparto del dinero

El reparto más tenso estará en los recursos económicos. Tanto el equipo técnico como los asesores del grupo que paga el Parlamento serán en un 60% para Podemos y en un 40% para IU, aunque se comprometen a que las contrataciones sean “mancomunadas”. El otro gran fondo de dinero público vendrá por los recursos asignados por la campaña electoral y en función del resultado, así que igualmente no será mucho dinero respecto a lo que habían posiblemente previsto. Los recursos se repartirán, dice el papel del pacto político, en un 60% para Podemos y un 40% para IU, “reparto directamente relacionado con la cuantía que haya destinado a la campaña cada formación política”. “Si hay déficit electoral se repartirá la deuda del mismo modo”, como es posible que ocurre dado el hundimiento del 19-J.

El reparto de los sillones y los recursos económicos del Parlamento andaluz se tendrá que hacer mientras el proyecto Sumar de Yolanda Díaz, por el que apuestan claramente IU y el PCE, se extiende por todo el país y con Podemos aún recelando de cuál será su papel en esa marca electoral y reclamando su peso político propio. Ya los de Ione Belarra en Andalucía han dejado claro que a las municipales andaluzas de 2023 concurrirán con su propia marca. Por su parte la dirección general de IU en Andalucía emplazó a septiembre para abrir una reflexión recordando que de los 1.170 concejales andaluces a la izquierda del PSOE en los últimos comicios, 1.055 son de IU. De los 64 alcaldes, 63 son de IU y uno de Podemos. La implantación territorial y la fuerza de IU respecto a Podemos en Andalucía esta muy por encima. Pese a esos números IU se quedará con un solo diputado en el Parlamento porque fue Podemos quien encabezó Cádiz, Córdoba y Granada.