ELECCIONES CASTILLA Y LEÓN

Sánchez se mete de lleno en la disputa por el mundo rural en el final de la campaña en Castilla y León

El miércoles, el presidente hace campaña en Soria y el jueves se desplaza a una quesería que usa renovables en Toledo, antes de cerrar el 13-F en Valladolid

El Gobierno aprueba este martes el PERTE agroalimentario, de 1.000 millones, y analiza el grado de ejecución de las 130 medidas contra la despoblación

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / EP

Juanma Romero

Recta final de la campaña electoral en Castilla y León. Los números se aprietan y el PSOE considera que "hay partido", que no está todo dicho, y que sus pronósticos se van cumpliendo, ya que todas las encuestas dibujan un PP que va deshinchándose con el paso de los días y que podría tener dificultades incluso para sumar mayoría absoluta con Vox. Los socialistas están dispuestos a pelear en uno de los terrenos de juego favoritos de la derecha: el mundo rural. Y a rebatir (y combatir) sus argumentos.

El presidente, Pedro Sánchez, aprovechará estos últimos días antes de las urnas del 13 de febrero para explicar las medidas desplegadas por su Gobierno para cuidar el campo y recalcar su compromiso con el sector primario y la España despoblada.

Basta seguir la línea de puntos: el lunes, presentación del PERTE de la industria agroalimentaria que este martes aprueba el Consejo de Ministros. Los miembros del Gabinete también analizarán el grado de ejecución de las 130 medidas contra la despoblación aprobadas el año pasado. El miércoles, el líder socialista hará campaña en Soria, epicentro de la España Vaciada en esta campaña, y el jueves se desplazará, previsiblemente, a una quesería de Toledo que ha contado con ayudas públicas para poner en marcha instalaciones de energía renovable, razón por la que irá acompañado de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.

Sánchez echará el telón de este 13-F el viernes en Valladolid. Fuentes del entorno del presidente reconocen ese mensaje implícito que quiere lanzar el PSOE: que el Ejecutivo está también con el campo no con mensajes, sino con medidas. Que el mundo rural, completan en Ferraz, "no es del PP y Vox, es de los agricultores".

Cuando el titular de Consumo, Alberto Garzón, suscitó la controversia de las macrogranjas, el propio Sánchez desautorizó a su ministro, porque entendía que no hacía justicia al sector, que es "competitivo" y está haciendo sus deberes, y tampoco ponía en valor lo hecho por el Gabinete, para regular la ganadería intensiva y para defender el campo español ante Bruselas, con la negociación de la Política Agraria Común (PAC). Sánchez, como ha hecho reiteradamente el PSOE, enfatizó que su Ejecutivo había aprobado la ley de la cadena alimentaria, con la que se buscó que los productores vieran reforzada su posición negociadora y lograran una remuneración justa por su trabajo, prohibiéndose la venta a pérdidas.

Frente al discurso de la derecha de que el Gobierno ha atacado al mundo rural, los socialistas subrayan que son los que "más" han "hecho por el campo"

Desde que estalló la polémica, Pablo Casado y Santiago Abascal no han dejado de pugnar por el voto del rural. El líder del PP atesora un completo álbum con fotos en instalaciones ganaderas y agrícolas. Este domingo, por ejemplo, subrayaba en Palencia que la remolacha había sido "atacada" por el Gobierno.

Frente a ese discurso, este otro, que remarcan fuentes de la dirección de Ferraz: "Somos los que más hemos hecho por el campo". Por eso este lunes Sánchez visitó en Níjar (Almería) un proyecto de geotermia profunda promovido por la empresa Cardial. Allí, anunció que el Consejo de Ministros de este martes aprueba el PERTE (proyecto para la recuperación y transformación económica) agroalimentario.

PP: "Uso partidista" de los fondos

Está destinado a "mejorar la competitividad y el futuro de pymes y cooperativas" y contará con una inversión pública de más de mil millones de euros hasta 2023, con la intención de atraiga una inversión privada de otros 2.000 millones, lo que supondrá una movilización total de 3.000 millones para el sector de la industria agroalimentaria. Sector, recuerda el Gobierno, que representa el 9% del PIB nacional y emplea a 2,3 millones de personas en España. Será el cuarto PERTE que lance el Consejo de Ministros.

Antes se aprobaron los del vehículo eléctrico, la salud de vanguardia y el de energías renovables, hidrógeno verde y almacenamiento. El nuevo proyecto, de hecho, dijo Sánchez, tendrá vinculación con este último.

“España tiene un enorme potencial para convertirse en una referencia en el nuevo modelo energético. Andalucía tiene todas las condiciones, todos los atributos para convertirse en esa transición energética en una nueva industria que mejore e incluso transforme el modelo de crecimiento industrial”, defendió Sánchez, quien reiteró cómo hace unos años parecía una "quimera" hablar de una economía más industrializada, y hoy es posible gracias a la colaboración público-privada y el apoyo de las instituciones públicas, informa EFE.

El de este martes es el cuarto PERTE que aprueba el Consejo de Ministros, tras los ya lanzados del vehículo eléctrico, la salud de vanguardia y el hidrógeno verde

El Gobierno, de nuevo, pone el acento en la oportunidad de los fondos europeos, caballo de batalla constante del PP. De hecho, Pablo Casado criticó este lunes desde Bruselas, donde se reunió con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, que el Ejecutivo haga un "uso partidista" de los fondos con el nuevo PERTE agroalimentario, anunciado "en plena campaña electoral" en Castilla y León, informa EFE. El jefe del PP volvió a reclamar que las ayudas al plan de recuperación sigan un proceso "transparente y eficiente" y se destinen a proyectos que "generen empleo" y se rinda "cuentas" de ellos.

El titular de Agricultura, Luis Planas explica este martes el nuevo PERTE, junto a la portavoz, Isabel Rodríguez, y la vicepresidenta tercera. Teresa Ribera presenta el informe de seguimiento y ejecución del plan de 130 medidas frente al reto demográfico. La inversión comprometida es de más de 10.000 millones de euros (en torno al 10% del plan nutrido con los fondos europeos) en un plan destinado a luchar contra la despoblación y garantizar la "cohesión social y territorial". De nuevo, el Ejecutivo de coalición quiere poner en valor que sí actúa para combatir el fenómeno de la España vaciada, con iniciativas y recursos.

Campaña 'indirecta'

El informe de Ribera conecta a su vez con el siguiente acto público de Sánchez. El miércoles se desplaza a Soria a un mitin con el candidato socialista por Castilla y León, Luis Tudanca. Será su tercera aparición en la campaña del 13-F, tras Zamora (29 de enero) y León (6 de febrero, con José Luis Rodríguez Zapatero). Soria puede ser la provincia en la que quede mejor posicionado el movimiento de la España Vaciada, en este caso con la lista Soria Ya!, que apunta como primera fuerza. Los socialistas, no obstante, han tendido puentes con las candidaturas localistas, conscientes de que siempre que no alcance la suma de PP y Vox, tendrán oportunidades de llegar a la Junta después de 35 años a través de alianzas a varias bandas.

Los socialistas ven a su gente "enchufada como nunca", a la "expectativa" porque hay posibilidad de "cambio", y advierten de que el resultado dependerá de quién se lleve el último escaño en las nueve provincias

El jueves, si no hay cambio de planes, Sánchez hará campaña de manera indirecta. Desde Tembleque (Toledo), en una quesería beneficiaria de las ayudas del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) al sector primario para impulsar las instalaciones de renovables para la producción de energía, tanto térmica como eléctrica, en toda España. El ministerio destinó 316 millones de euros, ayudas financiadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El presidente viajará con Ribera y con ambos estará el presidente autonómico, el socialista Emiliano García-Page.

Y el viernes, fin de campaña en Valladolid, con Tudanca y Sánchez. Distintos dirigentes del PSOE, regionales y federales, insisten en que el 13-F está yendo mejor incluso de lo previsto, porque el partido está "engrasado" y "enchufado como nunca". "Vemos a la gente a la expectativa —subraya una secretaria provincial—, se palpa la realidad de un posible cambio, cosa que no ocurría ni en 2019", cuando el PSOE ganó los comicios pero no pudo gobernar por la alianza de Alfonso Fernández Mañueco (PP) con Cs, matrimonio roto con la convocatoria electoral. Los socialistas observan la "desmoralización" en el PP, el bajón que pronostican las encuestas. "Les está costando mucho movilizar a su gente", indican.

En el PSOE de Castilla y León y en Ferraz subrayan que la partida está "muy abierta", porque en buena medida el resultado dependerá de quién se lleve el último escaño en cada una de las nueve provincias, así que es difícil "concluir nada". De ahí las "horquillas de diputados tan amplias", señalan, como las del CIS. El organismo público es el que ha pintado un panorama más optimista para el PSOE, al augurar entre 29 y 34 procuradores, por los 24-30 del PP y los 8-9 de Vox. Los sondeos privados sitúan al PP primero, aunque cayendo. En ese escenario tan competido, serán decisivas, según el CIS, las pequeñas fuerzas: Ciudadanos (2-5), Unidas Podemos (2-4), Unión del Pueblo Leonés (2-3), Por Ávila (1-2) y Soria Ya! (2-3).

"La derecha está más fragmentada de lo que podría parecer", calculan los socialistas, y eso les favorece. Y, según aseguran en la Moncloa, en el peor de los casos, en el que diera la suma de PP y Vox, estaría servido el argumento para las siguientes campañas, pues la entrada de la ultraderecha en los gobiernos, un paso no dado hasta ahora, podría movilizar al electorado de izquierdas en las próximas convocatorias.