ALIANZA DE IZQUIERDAS

Yolanda Díaz lanzará su proyecto con el impulso de la reforma laboral: "Es su carta de presentación"

Su entorno considera que esto la "corona" y que "ya puede mostrar resultados" ante su electorado"

Los socialistas contraponen que es "un éxito de todo" el Gobierno y que debajo de su "hiperliderazgo" no hay una organización que la sujete

El último CIS le acerca a Sánchez como preferida para ser presidenta e incluso se impone a él en los grupos centrales de edad

Los resbalones en Castilla y León y Andalucía, le afectarán, apuntan fuentes parlamentarias, que añaden además que "no tienen coroneles que la defienden

Quienes la conocen sostienen que "va a por todas" y que desde sus tiempos de El Ferrol fue "muy líder": "La política es su obsesión"

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. / EP

Hay hitos que marcan una legislatura y decisiones que consiguen encumbrar a un político. Yolanda Díaz empezó puliendo su liderazgo con la creación de los ERTE y ha acabado de definirlo con la aprobación de la reforma laboral. Aunque esto le pesa a la parte socialista del Gobierno, la vicepresidenta segunda es la imagen de este éxito. Ni el intento de Pedro Sánchez de difuminar su implicación con la orden de que participaran también Economía y el resto de ministerios afectados ha conseguido evitarlo.

Con su nombre estrechamente ligado a la primera reforma laboral pactada con patronal y sindicatos, Díaz se volcará ahora en la construcción de su plataforma electoral. Quienes la conocen bien asegura que "va a por todas" y que Sánchez ya ha entendido que es incluso más correosa que Pablo Iglesias. Comenzará con tiento porque se ha cruzado en su camino las elecciones autonómicas de Castilla y León el próximo 13 de febrero, una cita que condensará la actualidad política, y que hará a la vicepresidenta esperar unas semanas para lanzarse a recorrer España y proyectarse como futura candidata del espacio a la izquierda del PSOE. Una autonomía conservadora ésta, donde además Unidas Podemos e Izquierda Unida se presentaron por separado y donde los primeros sólo lograron dos parlamentarios, no es el terreno más propicio para coger impulso.

"Cumple lo que dice"

Es sólo un leve parón en su propósito de empezar en enero a recorrer España y de hacerlo además subida a la ola de su gestión en la reforma laboral. Según fuentes de su entorno "para ella es como si ya hubiese terminado la legislatura". " Ya puede mostrar resultados. Misión cumplida", aseguran. La firma de este acuerdo "la corona" y es "su carta de presentación al electorado".

Supone una diferencia muy sustancial con Iglesias y sus intentos de "asaltar el cielo". Ella no teoriza sino que ejecuta. "Cumple lo que dice" y "es capaz de pactar con todo el mundo". Esto que podría interpretarse como una debilidad para la izquierda pura, es en realidad es una virtud para alguien que ha manifestado su voluntad de no conformarse con estar sólo un extremo del arco político.  "No quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo al PSOE esa esquinita. Eso es algo muy pequeño y muy marginal. Creo que las políticas que despliego son muy transversales", dijo en una entrevista en Radiocable.

EL CIS LA ENCUMBRA

Y ahí está, con la "medalla" de la reforma laboral, acercándose peligrosamente a Sánchez como dirigente preferida por los españoles para ocupar la presidencia del Gobierno y una potencialidad extraña en una ministra que milita en el Partido Comunista: no da miedo. Según el último CIS el 21,9% de los españoles prefieren a Sánchez como jefe del Ejecutivo, el 17,1% a Díaz y el 11,1% a Pablo Casado. En noviembre el dato de la vicepresidenta segunda era más bajo (15,8%) frente al 21,1% del presidente. El mes de diciembre ha supuesto para ella un salto cualitativo ya que comienza a imponerse a Sánchez en la franja de edad de entre 25 y 54 años, mientras que el líder socialista continúa siendo el elegido por los más jóvenes, entre 18 y 24, y los más mayores, de 55 en adelante.

El hecho de que no provoque rechazo en el electorado supone para ella un enorme capital, sobre todo tras el precedente que supuso las elecciones en la Comunidad de Madrid, donde la candidatura de Iglesias llevó al votante de centro derecha a apoyar en masa a Isabel Díaz Ayuso para evitar que el líder de Podemos fuera el vicepresidente de Ángel Gabilondo. No obstante ni la consecución de la reforma laboral ni la transversalidad que sugiere su candidatura parecen inquietar al PSOE. Es cierto que en pleno 'fenómeno Yolanda Díaz' no se dispara el respaldo electoral a Unidas Podemos.

EL PSOE RECELA

"Nos alegra que a Yolanda le vaya bien", afirman, porque "necesitamos que ese espacio sume con el PSOE". La duda, comentan fuentes socialistas, es "si su hiperliderazgo en la izquierda se podrá articular bien en un proyecto político, porque no tiene un partido con implantación nacional que la sustente y le haga la campaña". Esto es algo que el PSOE ve como un enorme hándicap: "al final es su hiperliderazgo y el de Ada Colau pero ¿qué hay por debajo para que puedan poner eso en marcha?". "Las encuestas de valoración de líderes no siempre se transforman en resultados electorales", recuerdan. "Hay que tener cuidado con las expectativas porque igual es sólo una espuma, como lo fue Albert Rivera".

Pero, a pesar de este desapego, el bloque socialista del Gobierno está haciendo en las últimas horas un patente esfuerzo para dejar claro que la reforma laboral no es un éxito de la vicepresidenta segunda sino de todo el Ejecutivo. Fuentes gubernamentales señalan que aunque la reforma la ha pilotado Trabajo, "es del Gobierno". "Han participado todos los ministerios con competencias: Hacienda, Agricultura, Inclusión, Educación y Economía", tras el "puñetazo en la mesa" de Sánchez para que intervinieran en la negociación. Eso ha supuesto, sostienen, una mayor "clima de confianza" de los sindicatos y de la patronal porque sabían que "se sentaban con todas las partes al mismo tiempo", en referencia a las dos patas del Ejecutivo. Y añaden que, además, el presidente ha estado "muy encima" en el pilotaje de las negociaciones y "el remate lo ha protagonizado él".

Frente a esta postura fuentes cercanas a Díaz contraponen que Sánchez hizo el miércoles un anuncio "muy impopular", en referencia a la obligación de llevar mascarillas en el exterior, vigente desde Nochebuena, y al día siguiente "ella dio la buena noticia de la reforma laboral". "Sánchez la necesita pero no la quiere tan fuerte", concluyen. En todo caso fuentes parlamentarias indican también que "todas las rachas terminan" y Díaz acumula algunos "rasguños", como cuando dijo en otra entrevista radiofónica que ella "veía lo que iba a pasar" con el covid y ya en marzo de 2020 avisó dentro del Gobierno.

LA SOLEDAD DE LA VICEPRESIDENTA

Con el horizonte de las elecciones en Castilla y León y, después en Andalucía, apuntan, tendrá que contestar preguntas y tomar decisiones y ella carece de "coroneles que la defiendan". "Gestiona bien las noticias positivas pero no tanto las negativas". Y aunque su intervención sea muy colateral en estas dos citas electorales, si para el espacio que representa no salen bien, "será malo para su candidatura". "Su ruta es tan difícil como altas son sus expectativas", razonan.

En este punto una persona que la conoce bien de sus tiempos de El Ferrol, donde empezó su carrera política, constata que ha alcanzado un punto de madurez, imposible de prever entonces. "Era muy reivindicativa y mucho más radical que ahora". "Puso la bandera saharaui en el palacio municipal, tenía la bandera comunista en su despacho, se enfrentó a la policía en unas protestas por una planta de gas", relatan. "Ha hecho un crecimiento personal importante, se ha moderado muchísimo, pero ella siempre fue así de cercana y afectuosa".

Pero esta empatía que ella demuestra a todos los niveles y que efectivamente la define no debe dar lugar a engaño. "La política es su obsesión, es una trabajadora incansable, su trabajo es el centro de su vida". Desde que era concejal de Cultura en el Ferrol "fue muy líder y muy individualista". "Nunca tiene en sus equipos a personas que puedan crecer y disputar, sino a excelentes colaboradores, a los mejores, pero sin ambiciones. No hace equipos corales. Yolanda es solo Yolanda. Hará lo que ella decida. La política es su única meta y está pagando un precio personal elevadísimo, un desgaste emocional enorme". En resumen, subida a la ola de la reforma laboral, sean cuales sean las dificultades, la vicepresidenta segunda va a por todas.