TRUCOS DE LIMPIEZA

Esta es la mejor forma de limpiar tu nevera para que quede reluciente

Te contamos los mejores trucos de limpieza que puedes utilizar para que tu frigorífico quede como nuevo. Los alimentos se conservarán mucho mejor y no quedarán impregnados de malos olores si lo cuidas correctamente.

Productos que ayudan en la limpieza de casa y nos ahorran tiempo

Una nevera conservará mejor los alimentos si se encuentra perfectamente limpia y desinfectada

Una nevera conservará mejor los alimentos si se encuentra perfectamente limpia y desinfectada / Pexels

La limpieza de los electrodomésticos resulta fundamental para alargar su tiempo de vida útil. Debemos preocuparnos por su mantenimiento y acostumbrarnos a higienizarlos con frecuencia para que no se acumule el trabajo. La teoría parece sencilla, pero si no ha sido ese el caso de la relación entre tu nevera y tú en los últimos tiempos... ¡aquí te contamos varios trucos para acabar de una vez con la procrastinación de esta tarea y conseguir que tu nevera quede resplandeciente!

Pasos para limpiar tu nevera

  1. Desenchúfala. Esto puede ser útil para no derrochar energía, puesto que al mantener la puerta abierta durante un lapso de tiempo largo, se escaparía todo el frío. Así, podrás comenzar tu operación de forma cómoda y tranquila. Si en el fondo hay hielo, es mejor dejar la puerta abierta y esperar a que se derrita. Se desaconseja completamente tratar de quitarlo picando con cualquier tipo de método, puesto que se pueden dañar los conductos de refrigeración internos que van pegados a la pared.
  2. Saca los alimentos. Para limpiar más fácilmente, es preciso que tu frigorífico se encuentre vacío. Así, no correrás el riesgo de que caigan sustancias extrañas en tus frutas y verduras, botes de comida empezada, etc. La mayor parte de los productos alimenticios requieren unas condiciones frescas para su conservación, por lo que se recomienda actuar con rapidez. Es mejor afanarse en esta tarea cuando queden pocas provisiones, para arriesgarlas lo menos posible.
  3. Extrae bandejas, cajones y hueveras. Cualquier parte desmontable será limpiada con mayor facilidad si la sacamos de la nevera. Además, así podrás alcanzar todas las paredes y esquinas.
  4. Limpia el interior y el exterior. Más adelante, en el siguiente apartado, te contamos qué productos son los más apropiados. Pero eso sí, recuerda incidir en todas las juntas y gomas, puesto que son zonas de gran concentración de gérmenes.
  5. Acuérdate de la parte posterior de la nevera. Se recomienda encarecidamente separar la nevera de la pared, puesto que las cantidades ingentes de polvo que suelen acumular estos rincones obstaculizan el proceso de refrigeración y provocan el aumento del consumo de electricidad.
  6. Deja que seque. Antes de volver a llenarla es importante que esté completamente seca, puesto que precisamente la humedad es la que causa la proliferación de hongos y de moho. Lo óptimo es dejar la puerta del frigorífico abierta, pero si tienes prisa por meter los alimentos, se puede acelerar el proceso secando con papel absorbente o con un paño de microfibra. También puedes hacer ambas cosas, puesto que así quedarán completamente secos todos los recovecos de la nevera.

¿Con qué productos debes limpiar la nevera?

Para el interior de la nevera debes apartar los productos químicos, puesto que si queda algún resto puede contaminar tus alimentos y se convertirán en tóxicos. Puedes aplicar jabón neutro con un paño húmedo y aclarar con agua, pero solo eliminará las manchas más superficiales y los restos de comida. Para desinfectar y eliminar realmente todo tipo de bacterias utiliza vinagre blanco de limpieza y bicarbonato sódico mezclado con agua. El zumo de limón combinado con agua muy caliente y vinagre también puede ayudar a higienizar y desprender salpicaduras pegajosas o de grasa. Si hay mucha suciedad, se puede rociar con esta mezcla, dejar pasar unos minutos y después frotar.

En cuanto a la puerta y la parte exterior del frigorífico, puedes emplear vinagre y bicarbonato también. En esta área no hay problema con el uso de productos típicos de limpieza como amoníaco o lejía, ya que no van a estar en contacto con la comida. Es importante recordar que estas dos sustancias deben diluirse en agua, ser manipuladas con guantes para no sufrir lesiones en la piel, actuar con rapidez para inhalar durante el menor tiempo posible los vapores que desprenden y ser aclaradas después. Si la puerta de la nevera es algún material oxidable, hay que tener la precaución de no limpiar con componentes que puedan resultar corrosivos.

¿Cómo neutralizar los olores?

Hay que evitar los ambientadores químicos, ya que pueden contaminar los alimentos o producir un cruce de aromas desagradable. El bicarbonato (una cucharada disuelta en agua) o el zumo de limón de nuevo son buenos aliados como neutralizadores de malos olores. Para mantener el frescor, se puede colocar la mitad de un limón sobre cualquiera de los estantes.

El mantenimiento del buen estado de la nevera

Ya que la tarea de limpieza en profundidad puede resultar tediosa, lo mejor es tratar de conservar estas condiciones. Para ello, limpia cualquier líquido o alimento derramado en cuanto caiga y utiliza frascos y tuppers herméticos que impidan que se disperse su contenido. Aún así, se recomienda realizar esta desinfección cada 3 o 4 meses.