Este sushi sabe a gloria: así se ha reinventado un convento de clausura de Granada

Mantecados, mermeladas, licores y otros dulces forman ya parte de la tradicional oferta conventual. Pero, ¿sabías que existe un convento de monjas en el que también preparan sushi, gyozas y tallarines chinos? Toda una gastronomía religiosa la que ofrecen las madres del monasterio de las Carmelitas Calzadas de Granada desde mediados de 2023.

No se trata de un chef japonés. Las encargadas de esta exótica cocina son las cinco hermanas que proceden de Filipinas. Su intención es acercar la gastronomía de su tierra, a nuestras mesas. Con estos manjares pretenden garantizar la supervivencia de una congregación escondida entre la encrucijada de calles y plazuelas del histórico Realejo de Granada, una orden con mucha fe y pocos recursos.

La priora de las Carmelitas, sor María Dolores, ha explicado a Efe que los gastos de casa se hicieron más grandes que los ingresos pese a la mano de santa que tienen para confeccionar dulces, mermeladas y licores, y decidieron buscar alternativas. "Las cinco hermanas que han llegado de Filipinas propusieron hacer comida de su país, para no ofrecer nada español que está aquí más visto, y la respuesta ha sido sorprendente", ha recordado sor María Dolores.

Sor María Dolores ya ha aprendido a hacer sushi, "que es muy fácil", y sumará sus manos expertas a las de las cinco monjas filipinas para poder dar abasto a una demanda casi milagrosa. Pero avisa: “Seguimos haciendo dulces de Navidad, que ya hay gente que ha llamado para encargar sus cosas y eso no se deja”.

Entre las paredes del convento mientras se ha colocado un cartel con fotografías de sushi, 'fried chicken', noodles, sopa picante, fideos chinos, siomai ... Entre encargos han encontrado la receta perfecta para garantizar un futuro que sabe a gloria.