Así es el poderoso alimento que ayuda a alejar la diabetes y a mantener a raya el colesterol

El exceso de colesterol es uno de los problemas más frecuentes de salud. Si bien una cantidad moderada es necesaria para el funcionamiento normal del organismo, cuando los valores son muy altos, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La diabetes es otra de las afecciones más comunes, sobre todo cuando se van cumpliendo años.

Por ello, una alimentación variada, realizar ejercicio físico a menudo y un descanso adecuado son algunas de las claves para llevar un estilo de vida saludable. Aunque es conveniente acudir con cierta frecuencia al médico para hacerse un chequeo, hay productos que pueden contribuir a tener una dieta más sana.

Es el caso de la avena, un cereal que muchos hogares han redescubierto e incluido en sus desayunos, meriendas y cenas porque tiene grandes propiedades. Como las semillas de lino, los granos de avena contienen una gran cantidad de lípidos y de ácido linoleico, una grasa vegetal que permite regular los niveles de colesterol.

El truco para saber si la leche de avena se ha echado a perder

También evita que se produzcan picos elevados de glucosa -especialmente importante en personas diabéticas- porque cuenta con hidratos de carbono de absorción lenta, así que sacia mucho y estimula el funcionamiento del páncreas. Aun así, el tratamiento de la diabetes debe ser controlado por un médico y es conveniente adecuar la alimentación y las cantidades a las necesidades de cada paciente.

Además, la avena tiene unos nutrientes de efecto antioxidante. Se trata de las avenantramidas, que pertenecen al grupo de los polifenoles. Algunas variedades encierran asimismo un buen aporte de proteína al cuerpo, como indica este artículo científico de la revista Agrociencia. También aporta energía, tiene efecto antiinflamatorio y favorece la buena digestión.

Muchos expertos recomiendan su consumo, como la Organización Mundial de la Salud, sobre todo, en formatos muy naturales, sin aditivos ni azúcares. Se puede tomar tanto cruda como cocida; mezclada con yogur, leche, frutos secos o rojos u otras frutas como el kiwi o las fresas.