ALIMENTACIÓN

Dieta blanda: cómo seguirla de forma adecuada

Asegúrate de que sigues las indicaciones de los especialistas para nutrirte correctamente

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Arroz blanco, típico de la dieta blanda

Arroz blanco, típico de la dieta blanda / Pexels

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Seguro que en algún momento de tu vida has necesitado seguir una dieta blanda, aunque es de vital importancia que conozcas qué tipo de alimentos debes o no tomar y de qué forma tienen que estar cocinados, para que mantenerte bien hidratado y nutrido y para que se recupere lo antes posible tu sistema digestivo.

"La dieta blanda es aquella obtenida a partir de la reducción o eliminación de algunos alimentos, así como bebidas, condimentos, aderezos y técnicas culinarias para mejorar la función digestiva principalmente", explica la nutricionista y dietista Laura Jorge, según ha recogido Woman, la revista digital editada por Prensa Ibérica.

La experta prosigue: "Recibe este nombre porque los alimentos que forman parte de esta metodología dietoterapéutica se basa en alimentos blandos, de fácil masticación, asimilación y absorción por parte del intestino. Por simplificar podríamos decir que requiere de poco esfuerzo por parte de nuestro cuerpo". Consiste en dar un respiro al organismo. "El principal ámbito en el que se utiliza es en el área de la patología digestiva y puede aplicarse en diferentes casos; personas con diarreas, estreñimiento, inflamación digestiva tanto de vías altas como de vías bajas, gastritis, vómitos", continúa Laura Jorge. No se debe emplear para dietas de adelgazamiento, en cuyo caso habría que consultar siempre a una persona experta en este ámbito, ya que esta no es la más indicada.

Así, según la información aportada por esta especialista en nutrición, se deben consumir alimentos suaves y fáciles de digerir, sin ácidos, grasas, fibra o condimentos. Los más apropiados serían: caldos, purés, patata, arroz, calabacín, judías verdes, zanahoria hervida, plátanos maduros, peras o fuentes de proteínas como huevo, pescado y carne, siempre sin especias ni partes grasas.

Y, por el otro lado, habría que evitar cualquier producto que favorezca la hinchazón o la irritación de los órganos, como el café, el té, los alimentos o bebidas muy azucaradas, las harinas refinadas, frutas y verduras con mucha fibra, grasas poco saludables o legumbres.

Normalmente, esta dieta no debería durar más de 3 días, aunque aun así, la experta insiste en que cada paciente puede requerir de diferentes tipos de cuidados, por lo que puede ser necesario consultar con un médico de cabecera o especialista en el sistema digestivo, sobre todo si pasado ese período no se mejoran los síntomas o dolores.