ALIMENTACIÓN

Adiós a la sandía: estas son las razones por las que deberías dejar de consumirla

Aunque sea una de las frutas más hidratantes y veraniegas, has de saber que su consumo no está recomendado al 100%

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Sandía cortada por la mitad

Sandía cortada por la mitad / Freepik

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La sandía es una de las frutas veraniegas por excelencia, su consumo se relaciona con el buen clima y el calor, y hace que nos mantengamos hidratados gracias a sus propiedades. Vitamina C, vitamina A, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno son algunas de las numerosas propiedades que tiene esta fruta tan sabrosa.

Es dulce y refrescante y se cultiva y comercializa por todo el mundo, donde se pone sobre la mesa su composición, que hace que actúe como una fruta antioxidante, diurética e inmunológica que protege a las células del estrés oxidativo.

Otros de sus beneficios más conocidos son:

  • Es beneficiosa para el corazón. Contiene aminoácidos que ayudan a mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos, contribuyendo a una mayor salud cardiovascular.
  • Ayuda a bajar de peso. Es baja en grasa y calorías pero también rica en nutrientes: solo aporta 30 calorías por 100 gramos.
  • Ayuda a los ojos. La vitamina A hace que esta fruta sea excelente para prevenir la degeneración asociada con la edad, reduciendo el riesgo de cataratas.
  • Sube los niveles de energía. Contiene vitamina B6 y magnesio, contribuyentes a brindar energía al cuerpo durante todo el día.
  • Ayuda a perder grasa corporal. Gracias a la citrulina, la sandía ayuda a reducir la acumulación de grasa en nuestras células. Además, la citrulina ayuda a los riñones cuando se convierte en arginina.

Desventajas de la sandía

Si bien no existen peligros asociados a ella ni a su consumo, si sufres alguna de las siguientes condiciones deberías dejar de consumirla cuanto antes.

  • Patógenos y sustancias contaminantes. Es muy fácil que caigas enfermo por comerte una sandía sucia, por ello, debes lavarla adecuadamente antes de cortarla, ya que la superficie exterior podría estar expuesta a microorganismos patógenos.
  • Sistema digestivo sensible. El consumo excesivo de esta fruta podría contribuir a un mayor malestar estomacal (si ya sufres de él) e incluso causar diarrea por su alto contenido en agua y fibra. Es importante moderar el consumo, especialmente si tienes un sistema digestivo sensible.
  • Alergias. Evita la hinchazón y dificultades respiratorias cortando el consumo de esta fruta, si lo haces, acude a un profesional para monitorizar cómo se desenvuelve tu proceso.