El filtro es una cesta pequeña y alargada que se encuentra en la parte baja, debajo de las aspas. Si al desenroscarlo notas un olor fétido, debes dejarlo a remojo durante 30 minutos en un cubo con 2 tazas de agua caliente, 2 tazas de vinagre blanco y un chorrito de jabón.

Tras el tiempo de remojo, ayúdate de un cepillo de dientes viejo para retirar toda la suciedad que aún quede. Cuando termines, introdúcelo de nuevo en el lavavajillas.

Esta mezcla aúna las propiedades de ambos productos, ideales para limpiar. El bicarbonato de sodio eliminará la suciedad y el vinagre acabará con el mal olo y recuperará su brillo original.

• Tras sacar todos los cubiertos y platos que pueda haber dentro del lavavajillas, vierte 3 tazas de vinagre blanco (específico de limpieza) dentro del lavavajillas. En el cajetín del detergente, introduce de 2-3 cucharadas de bicarbonato de sodio. Luego, pon un ciclo de lavado normal a 65 ºC.

Humedece un paño en jabón y agua caliente. Luego repasa la junta de la puerta y las gomas, para eliminar la grasa, la suciedad y el moho acumulados. No utilices lejía para limpiar el interior de este electrodoméstico si es de acero inoxidable.

Para limpiar la parte externa del aparato, también debes usar agua y jabón, o un quitagrasa de tu elección. Si notas que tiene mucha grasa, puedes preparar también un limpiador casero a base de limón, agua caliente y vinagre.

Tanto las aspas como los brazos que dispersan el agua también acumulan grasa y suciedad, pero, solo debes hacerlo una vez cada 6 meses.

Retirarlas y ábrelas. Límpialas con agua y jabón bajo el grifo. Si ves que la grasa está muy adherida, recurre a un buen quitagrasa como el amoniaco líquido o líquido amoniacal. Si las aspas no pueden abrirse, colócalas a remojo en el fregadero con agua caliente y jabón.