El 'caso Aitana-Bernardeau': cómo el trabajo puede acabar con tu relación

La pareja habría roto su noviazgo después de cuatro años, debido a desencuentros durante el rodaje de La Última, la serie de Disney + protagonizada por ambos 

El trabajo y las diferencias de objetivos e intereses estaría detrás de cerca del 15% de las separaciones en España

Parejas que han compartido o comparten trabajo

Parejas que han compartido o comparten trabajo / EPE

Una historia de amor siempre gusta. Si sumamos que sus protagonistas son dos jóvenes famosos que triunfan en la música y en la televisión, aún más. El problema es que, cuando esa relación llega a su fin, saltan todas alarmas. Y eso es lo que ha ocurrido con Aitana y Miguel Bernadeau, quienes acaban de romper después de cuatro años de noviazgo.

Lo han hecho, además, en un momento en el que el foco mediático estaba más puesto que nunca en su relación. Ambos acaban de estrenar la serie La Última, en la que dan vida a dos jóvenes que se enamoran. Durante las semanas de promoción, han dado entrevistas en las que se daba por hecho que eran una pareja feliz. Pero ahora sabemos que igual no era tan así. Según la revista Lecturas, trabajar juntos habría dinamizado el fin de su noviazgo.

Entre los motivos que destaca la publicación, estaría el hecho de que el actor habría renunciado a otros proyectos para dedicarse exclusivamente al rodaje de La Última, mientras que Aitana habría seguido con su gira de conciertos. Unas diferencias en el plano laboral que habrían podido traspasar a la vida en común que compartían.

Un motivo de ruptura

Pero este caso no es aislado. Según el estudio La evolución de la pareja en España: del rito del matrimonio para toda la vida a la diversidad de relaciones basadas en el pacto privado y la aceptación de la ruptura y el re-emparejamiento, elaborado por la Fundación BBVA y dirigido por el profesor Félix Requena, de la Universidad de Málaga, el trabajo y las diferencias de objetivos e intereses estarían detrás del 14,7% de las rupturas de los hombres y del 15% en el caso de las mujeres.

La razones por la que las parejas rompen han ido cambiando a lo largo de la historia. Tal y como señala este mismo informe, los primeros divorcios de mediados de los años 80 se debían sobre todo a causas de tipo objetivo (o los hijos, las adicciones, los problemas económicos...), pero a partir de los años 90 esto cambió. Ahora las principales causas tienen más relación con el lado sentimental y humano. Son lo que se conocen como factores subjetivos, entre los que se incluyen el desamor, la pérdida de comunicación, la infidelidad o la proyección personal.

Otro de los cambios más reseñables, sobre todo entre la Generación Millennial y la Generación Z, es la importancia que se le da al concepto del "individualismo". El estudio explica que la tendencia actual es el tránsito desde el amor romántico y comunitario, al amor confluyente y el negociado, donde las parejas se entienden como la suma de dos individualidades más que una unidad.

¿Cómo afecta el trabajo a una relación?

Por eso, la clave está en intentar entenderse. La psicóloga Elena Dapra explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que lo de trabajar con tu pareja tiene sus ventajas y desventajas. Si la pareja está empezando es mucho más motivante ir al trabajo y hasta puede que aumente la productividad. Y lleve el tiempo que lleve, esta convivencia laboral les ayuda a pasar compartir juntos mucho más.

"Pero lo mismo que compartes más cosas, vas a pasar mucho más tiempo y quizá es demasiado. Te puedes agobiar. La relación se puede deteriorar o empeorar si hay un enfado o una discusión. Al final desgasta, porque las personas tienen menos espacios por separado", apunta la psicóloga. También juega en tu contra que es más fácil llevarse el trabajo a casa.

Por eso, ella recomienda que se pongan límites. Lo mejor es no hablar del trabajo fuera del horario laboral y, si esto es imposible, limitar las conversaciones a cómo se siente cada uno y no al contenido. La idea es evitar discusiones que puedan dañar el plano personal, puesto que las probabilidades de que se mezclen son bastante altas.

Y si como Aitana y Miguel te toca seguir trabajando con tu ex, todo va a depender de cómo haya sido la ruptura. Los psicólogos suelen recomendar cortar de raíz un tiempo la comunicación, pero este caso es más complicado. Por eso, Dapra plantea empezar teniendo una relación estrictamente laboral. Si no ha pasado nada grave, con el tiempo puede que seáis como los componentes del grupo Amaral: ex novios, amigos y equipo.

Amores dentro y fuera de la gran pantalla y de los escenarios

La cantante y el actor se suman a una larga lista de caras conocidas que han compartido el ámbito laboral. Algunas siguen juntas como Penélope Cruz y Javier Bardem que coincidieron en 1992 rodando Jamón, jamón. Entonces no surgió el amor, pero años más tarde, en 2007, los dos volvieron a compartir cartel en Vicky, Cristina, Barcelona. Y, ahí sí, urgió la ‘chispa’. De eso han pasado ya 15 años. Durante todo este tiempo, además de dos hijos en común, han participado en varios proyectos juntos como Loving Pablo o Todos lo saben.

Otros muchos se conocieron gracias a proyectos en común. En Hollywood hay innumerables ejemplos, como Robert Pattinson y Kristen Stewart o Angelina Jolie y Brad Pitt, que lo dejaron tras 12 años de relación y varias interpretaciones en común como By the sea. Otro ejemplo es Jennifer López y Ben Affleck que, tras un divorcio, decidieron volver a darse el 'sí, quiero' este 2022.

En el panorama musical hay ejemplos que han salido algo mejor parados, como los cantantes latinoamericanos Evaluna y Camilo. En los siete años de relación que llevan, han compartido varias canciones y un bebé. Y en España tenemos a una de las parejas más longevas del artisteo, Víctor Manuel y Ana Belén, que llevan décadas compartiendo amor dentro y fuera del escenario.