RINCONEANDO MADRID

La calle de la Luna es el epicentro del Barrio madrileño del Cómic: cinco tiendas en 90 metros

Crisis Comics, Otaku Center, Hobby Converters, Metrópolis y Atom Cómics se apelotonan en una estrecha vía de Malasaña que recibe a gran parte de los amantes de los tebeos

Una joven observa los cómics de Metrópolis, una de las primeras tiendas de tebeos de la calle de la Luna.

Una joven observa los cómics de Metrópolis, una de las primeras tiendas de tebeos de la calle de la Luna. / Alba Vigaray

Una pareja alcanza la calle de la Luna desde la plaza que recibe comúnmente el mismo nombre, pero que no se llama de esa forma, sino Santa María Soledad Torres Acosta. El chico camina a la izquierda de la chica, pegado a la carretera por la angostura de la acera y el permanente paso de vehículos en esta calzada del barrio de Universidad (Malasaña), que le obligan a pegar el hombro derecho de él al izquierdo de ella. Ambos son jóvenes. Ella se detiene para ver el escaparate de Atom Cómics, en el número 16, donde unos meses atrás se ubicaba Viñetas, un referente del cómic en la capital.

Arrastra del brazo a su acompañante hacia el punto en el que ella se ha detenido y frena su avance con un "mira". Se quedan un instante observando los objetos expuestos en el escaparate y continúan con su garbeo. A los dos pasos, es él quien apunta con su dedo a la acera de enfrente, hacia un establecimiento con una fachada granate plagada de firmas de grafiteros. "Anda, otra", lanza. Para ese momento, quien sigue sus pasos para plasmarlos en estas líneas ya se ha dado cuenta de que a estos dos les interesan los cómics y los objetos de colección derivados de "este medio, que no género", matiza Daniel Aubareda, librero de Atom Cómics, pero ellos se encargan de certificarlo al entrar a la tercera de las cinco tiendas de este tipo que se agolpan en apenas 90 metros: Hobby Converters.

A la izquierda, Metrópolis; a la derecha, Hobby Converters, todavía con la cartelería de la antigua lavandería de la calle de la Luna.

A la izquierda, Metrópolis; a la derecha, Hobby Converters, todavía con la cartelería de la antigua lavandería de la calle de la Luna. / Alba Vigaray

Ésta ha sido la última en abrir. Así lo certifica Daniel Coronado, socio fundador y gerente de Otaku Center, situada unos metros más abajo en la misma calle de la Luna, de Omega Center, en la paralela calle de este firmamento, la de la Estrella, y de Hobby Converters Luna, en el número 22, desde donde atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Él es uno de los impulsores del proyecto del Barrio del Cómic, que tiene su epicentro en esta calle hiperpoblada de establecimientos dedicados al "cómic y a lo friki". Incluye en su lista además a una tienda especializada en miniaturas y juegos de mesa que se encuentra en la plaza (comúnmente llamada) de la Luna, Atlántica Juegos.

Un cliente se acerca al mostrador de la tienda de cómics Hobby Converters, en la calle de la Luna, en Madrid.

Un cliente se acerca al mostrador de la tienda de cómics Hobby Converters, en la calle de la Luna, en Madrid. / Alba Vigaray

La transformación de la calle de la Luna

Desde antes de la pandemia, Coronado ha tratado de darle esa categoría a una zona en la que "tanto mi generación, como la de antes y la de mis padres venían a hacer la ruta al barrio para pasearse por las tiendas de cómics, y es algo que se sigue haciendo". Los mismos turistas estadounidenses que entran a Metrópolis este martes por la mañana, se paran después en Hobby Converters y, posteriormente lo harán en Crisis Cómics, que fue la primera en llegar a esta vía en 1988 y que echará el cierre en cuatro meses con la jubilación de su propietario, Miguel Rodríguez.

Cuando él abrió su comercio de cómics, sólo había tres de este tipo en todo Madrid. El propio Crisis Comics, Madrid Cómics, que cerró en 2022 cuando estaba a punto de cumplir 40 años, y ARTE9. "Ahora, hay 60", lanza algo resignado. Él puso en marcha este negocio con Ricardo, de Metrópolis, y a los dos años se separaron. Vendían, principalmente, cómic franco-belga y americano de las pocas editoriales que entonces publicaban. "Salía un Astérix y llenábamos tres filas de Astérix, porque no había producto. Luego eso fue evolucionando, vinieron editoriales y empezaron a editar", indica este comerciante, que ha vivido la trasformación de las editoriales, los años en los que el manga propició un "cambio generacional" y cómo se iban instalando a su alrededor tiendas similares a la suya con la renovación de habitantes en la zona, de yonquis a turistas. 

Un cliente busca objetos de colección en la tienda de cómics Crisis, en la calle de la Luna, en Madrid.

Un cliente busca objetos de colección en la tienda de cómics Crisis, en la calle de la Luna, en Madrid. / Alba Vigaray

"En los años 80, era un barrio muy barato porque esta era una zona deyonquiss y prostitutas, con locales muy grandes y muy baratos. Como los vendedores de tebeos siempre necesitamos mucho espacio, las tiendas de cómics empezaron a trasladarse aquí. En cualquier ciudad de Europa pasa lo mismo: las zonas de cómics se instalan en los barrios chungos", explica Daniel Coronado.

La tendencia se orienta ahora a "buscar un huequecito", dice Daniel Aubareda, de Atom. Otaku Center opta por el producto japonés y coreano; Hobby Converters, pro los artículos de segunda mano; Metrópolis y Crisis por joyas estadounidenses y europeas de antes y de ahora; y su propia tienda, por novelas que les puedan interesar a los amantes de los tebeos. "Ojalá en el futuro el mercado permitiese que todas las librerías tuviesen más personalidad, pero, ahora, no da para eso. Si montásemos una librería de novela gráfica, duraríamos cuatro meses", reconoce.

Entrada a la libería Atom Cómics, en la calle de la Luna, en Madrid.

Entrada a la libería Atom Cómics, en la calle de la Luna, en Madrid. / Alba Vigaray

Hobby Converters, Otaku Center (la que más éxito tiene actualmente), Crisis Comics, Metrópolis y Atom Cómics se han unido entre sí y al resto de librerías del barrio para organizar eventos y llamar a los aficionados del formato a que peregrinen hacia Malasaña. Tener un negocio de cómics en la calle de la Luna "ayuda" a vender, porque esta vía "mueve mucho, primero, por Crisis y por nosotros, y después por Otaku Center y por Viñetas", asegura Sergio, dependiente de Metrópolis. "Se creó una calle 'friki' que ya conocía la gente".