CRISIS EN ORIENTE PRÓXIMO

Rusia apoya a los hutíes y aviva las llamas de un conflicto regional a gran escala

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso lanzó una diatriba de gran calado condenando la operación militar angloestadounidense en la península arábiga

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova / EUROPA PRESS

Fue una de las primeras reacciones internacionales tras los bombardeos nocturnos conjuntos lanzados por las aviaciones de EEUU y Gran Bretaña contra posiciones de las milicias hutíes en Yemen. Nada más despuntar el día en Moscú, Maria Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, lanzó una diatriba de gran calado condenando la operación militar angloestadounidense en la península arábiga y reclamando la convocatoria de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Detrás de esta muestra pública de indignación, muchos analistas identifican un indisimulado estado de satisfacción en el Kremlin, al haberse transformado la guerra de Gaza en un conflicto regional a gran escala que no solo desvía, una vez más, atención y recursos de la guerra que más le interesa, la de Ucrania, sino que también erosiona las alianzas establecidas por los aliados con los países en Oriente Próximo.

"Condenamos enérgicamente estas reacciones irresponsables realizadas por EEUU y sus aliados", ha denunciado la vocera del Gobierno ruso en el habitual tono crispado que emplea en cada ocasión en que se refiere a lo que denomina despectivamente como "eje anglosajón". La alta funcionaria, representante de una potencia que en febrero de 2022 lanzó una invasión terrestre no provocada contra su vecina Ucrania, apeló al derecho internacional para calificar de "ilegales" los ataques. "Son una perversión de las resoluciones del Consejo de Seguridad y violan por completo el derecho internacional", criticó. Y de forma oportunista, intentó abrir una brecha con países tradicionalmente aliados de Occidente como Arabia Saudí, mostrándose comprensiva con sus "preocupaciones" e inquietándose por el futuro del alto el fuego en la guerra civil que desde hace una década sacude Yemen.

Rusia busca el caos

Hanna Notte, directora del Centro James Martin para los Estudios sobre la No Proliferación, considera, en un largo hilo difundido en la red social X (antes Twitter) que lo sucedido en Yemen "no va en contra de los intereses de Rusia", sino todo lo contrario. Desde el inicio de la guerra civil en 2014, Moscú ha mantenido relaciones amigables con los hutíes, salvándoles en numerosas papeletas internacionales, por ejemplo vetando una resolución del Consejo de Seguridad del 2018 que extendía el embargo de armas a los hutíes tras informaciones de que Irán lo estaba violando, o criticando las intenciones de la Administración Trump de considerar el movimiento un grupo terrorista. Eso sí. Hasta fechas recientes, se esforzaba por guardar un cierto equilibrio, manteniendo abiertos los canales con Arabia Saudí, líder de la coalición internacional enfrentada a los hutíes.

Esta política parece haberse quedado atrás definitivamente en los últimos días, criticando Moscú la denominada Operación Guardián de la Prosperidad, intensificando la defensa del movimiento rebelde yemení en los foros internacionales y aliándose ya sin medias tintas con ellos, constata Notte. Durante los debates previos a la aprobación de la resolución 2722 que exigía a los rebeldes hutíes el cese de los ataques contra navíos comerciales en el mar Rojo, la delegación rusa intentó introducir enmiendas que en el fondo justificaban dichos ataques, alegando que estaban motivados por la guerra en Gaza.

Además, destacados analistas progubernamentales rusos, como Kirill Semenov, afiliados al Consejo Ruso de Asuntos Internacionales (RIAC), vinculado al Ministerio de Exteriores ruso, en una entrevista a News Front, un canal de la versión rusa de YouTube que opera desde Crimea, han ridiculizado la operación Guardián de la Prosperidad. Los norteamericanos "no saben lo que hacen; han creado una alianza ad hoc, una cámara operativa, y han cerrado algunos acuerdos con socios, pero no saben cómo oponerse a los rebeldes", enfatizó en tono sarcástico Semenov.

Todo ello, recuerda la experta Notte, se enmarca en una estrategia destinada "no solo" a desviar la atención mediática y en recursos del conflicto de Ucrania, sino también a crear en Oriente Próximo un foco de resistencia contra la presencia de EEUU en la región, algo que ya viene sucediendo desde hace tiempo con las tropas estadounidenses destacadas en Siria o Irak y con el apoyo explícito de Irán. "Una inflamación regional tras los ataques aéreos de EEUU y el Reino Unido puede obligar a EEUU a fijar más recursos en la región y/o inflamar el 'eje de la resistencia' contra EEUU; cualquiera de las dos variantes será bienvenida por Moscú, dado la amplia confrontación que mantiene con Occidente", concluye Notte en la red X (antes Twitter).

Irán, país con el que Rusia está intensificando su cooperación militar y estratégica hasta niveles ignotos, y los proxies de Teherán en Oriente Próximo, siguieron al unísono el paso que marcaba Moscú en su respuesta a los ataques norteamericanos "Condenamos de la forma más enérgica los ataques militares llevados a cabo por EEUU y Gran Bretaña en diversas ciudades de Yemen", denunció Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní. "Constituyen una violación clara de la soberanía y la integridad territorial de Yemen", apostilló. "Estados Unidos es un socio pleno en las tragedias y masacres cometidas por el enemigo sionista (Israel) en Gaza", enfatizó el movimiento chií libanés Hizbulá en un comunicado. Los ataques anglo estadounidenses en Yemen "tendrán repercusiones", prometió el movimiento Hamás en un comunicado difundido en Telegram.