GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

La idea de pedir una "pausa humanitaria" para entrar ayuda en Gaza se abre camino entre los Veintisiete

"El alto el fuego es más que una pausa, mucho más. Una pausa es una interrupción de algo que luego continúa. Es un objetivo menos ambicioso que un alto el fuego que significa un acuerdo entre las partes"

El Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell.

El Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell. / EP

Silvia Martínez

Silvia Martínez

Lo más importante en estos momentos a ojos del alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, es conseguir una "pausa humanitaria" que permita entrar la ayuda en la Franja de Gaza, particularmente combustible para garantizar el acceso a agua luz. Una idea que genera, según el jefe de la diplomacia europea, un "consenso básico" entre los Veintisiete gobiernos de la Unión Europea que a día de hoy, sin embargo, siguen sin estar de acuerdo en pedir un alto el fuego. "El alto el fuego es más que una pausa, mucho más. Una pausa es una interrupción de algo que luego continúa. Es un objetivo menos ambicioso que un alto el fuego que significa un acuerdo entre las partes", pero "una pausa puede ser acordada de una manera más rápida y creo que los ministros así lo han entendido, que esa pausa humanitaria es incluso necesaria para que la ayuda humanitaria entre", ha explicado al término de la reunión de exteriores celebrada en Luxemburgo.

La idea estará este jueves y viernes sobre la mesa de los Jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo que celebran en Bruselas. "Serán ellos los que fijen la posición de la Unión pero creo que puedo anticipar o considerar que la idea de una pausa humanitaria, como algo que facilitaría la entrada de ayuda humanitaria y permitiría a las poblaciones desplazadas ponerse a cubierto (y sin correr riesgos por la acción bélica continuada), es algo que los Estados miembros han apoyado", ha añadido Borrell sobre un consenso de mínimos que esconde las divergencias que suscita la respuesta de Israel al ataque de Hamás

"Como persona, ¿quién estaría en contra de un alto el fuego? Un alto el fuego significa que nadie morirá ese día. Pero tenemos que pensar en cuáles son los objetivos, y para Israel, y creo que para el mundo occidental, el objetivo sería ir después de Hamas, la organización terrorista que ha estado aterrorizando a Israel durante muchos años", ha advertido el letón Krisjanis Karins sobre un alto el fuego que por ahora no genera la unanimidad. "Me parece difícil poder pedir a Israel que no se defienda", ha dicho por su parte el italiano Antonio Tajani. Y lo mismo su homólogo checo, Jan Lipavsky. "Existe una organización terrorista que controla Gaza, que lanza ataques todos los días. Espero que nadie ponga en cuestión el derecho de Israel a defenderse".

De ahí que el borrador de conclusiones que preparan los Veintisiete se queda en ese término medio. "El Consejo Europeo apoya el llamamiento del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, a una pausa humanitaria para permitir un acceso humanitario seguro para que la ayuda llegue a quienes la necesitan", señala un texto que todavía podría sufrir cambios hasta la reunión. 

Agua y electricidad

"Personalmente, creo que la pausa humanitaria es necesaria para permitir que el apoyo humanitario llegue a [Gaza] y se distribuya", entiende el diplomático europeo que ha alertado de la "catástrofe humanitaria" que tiene lugar en la zona donde es necesario aumentar la ayuda, tanto en velocidad como cantidad. "Antes de la guerra llegaban 100 camiones cada día a Gaza, ahora 20. Está claro que no son suficientes", ha lamentado poniendo en foco en el combustible, necesario para garantizar la electricidad y el funcionamiento de las plantas desanilizadoras, cruciales para el abastecimiento de agua a la población. "Si no hay combustible no hay electricidad y si no hay electricidad no hay agua", ha recordado.

El problema es que hay filas y filas de camiones esperando en el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, esperando para entrar, algo que han empezado a hacer este fin de semana pero con cuentagotas. "¿Quién es el principal obstáculo? ¿Egipto?, ¿Israel?", le han preguntado a Borrell. "Egipto está dispuesto a dejar entrar a todos los camiones que están haciendo cola. No quiero echarle la culpa a nadie, pero el caso es que no están entrando", ha lamentado el diplomático europeo que también ha insistido en que hay que "empezar a pensar en cómo reactivar" un proceso de paz "olvidado" desde hace mucho tiempo. "Las grandes potencias se han olvidado de la cuestión palestina pensando que se iba a resolver sola o que no importa (pero) sí, importa. Tenemos que seguir trabajando en esto", ha reivindicado.

Cumbre euromediterránea

A su llamamiento de una solución basada en dos estados se ha sumado el ministro de Exteriores en funciones español, José Manuel Albares, que ha recordado la "importante" reunión de la Unión por el Mediterráneo que se celebrará a finales de mes en Barcelona. "A la luz de los acontecimientos actuales esta reunión cobra una importancia vital", ha subrayado. Se trata de un foro en el que israelíes y palestinos se sientan en "pie de igualdad" y que supondrá una "oportunidad para tender puentes".

No obstante, Albares ha admitido que de momento desconocen quien vendrá a la cita ni cual será la situación el 27 de noviembre. "Es una cita ministerial muy importante en la que nos sentamos todos los europeos y muchísimos de los países árabes, todos los del Mediterráneo. Ojalá se den las condiciones de serenidad, paz y final de espiral de violenca. Ojala vengan Israel y Palestina y sea un sitio para tender puentes y mirar hacia el futuro", ha reivindicado. El ministro español también ha sugerido la celebración de una conferencia internacional de paz aunque ha admitido que antes tiene que terminar la violencia.