REBELIÓN EN RUSIA

La OTAN monitorea una rebelión que intranquiliza a su flanco oriental

Desde el flanco oriental de la Alianza, Polonia, los bálticos y Finlandia, además de Suecia, se apresuraban a tranquilizar a su población, además de apremiarles a no viajar a Rusia

Mercenarios del grupo Wagner en Rostov.

Mercenarios del grupo Wagner en Rostov. / EFE

Marina Ferrer

El término "monitorear" la evolución de los acontecimientos en Rusia se extendió la mañana de este sábado desde las centrales de la 

OTAN 

y de la 

Unión Europea

(UE), en Bruselas, en consonancia con pronunciamientos similares de los gobiernos de París Berlín, motor franco-alemán.

Desde el flanco oriental de la Alianza, Polonia, los bálticos Finlandia, además de Suecia, se apresuraban a tranquilizar a su población, además de apremiarles a no viajar a Rusia.

"Estamos monitorizando la situación", afirmaron fuentes de la OTAN, en pleno intercambio de amenazas entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el jefe del grupo mercenario Wagner, Yevguen Prigozhin. La Alianza Atlántica nunca ha querido ser "parte del conflicto", razón por la que apoya a Ucrania desde fuera, pero no acelera una invitación a integrarse formalmente en la organización, mientras sea un país en guerra. Menos ahora expresará Bruselas apoyos a uno u otro bando ruso, en medio de un conato de rebelión de consecuencias imprevisibles. Lo que ocurre en Rusia es un "asunto interno", que la Comisión Europea (CE) "monitorea", repitió su presidente, Charles Michel.

"Evaluar" las fronteras

Varsovia, como Helsinki o Estocolmo, alternaron ese término más o menos consensuado entre los socios con el de "evaluación" de las fronteras. Entre los más explícitos estuvo el primer ministro finlandés, el conservador Petteri Orpo, con apenas una semana en el cargo, al frente de una coalición que incluye a la ultraderecha. Desde su cuenta en twitter, Orpo alertó de los "profundos conflictos" que se perciben entre las fuerzas armadas rusas.

Finlandia, con 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, está algo más preocupada por la "grave situación" y la acumulación de datos "sin verificar" -en palabras de Orpo- de lo que ocurre en Rusia. Formalizó su ingreso en la OTAN el pasado abril, menos de un año después de solicitarlo en medio de la preocupación desatada en la opinión pública del país nórdico por el arranque de la invasión a gran escala de Ucrania. Suecia no tiene frontera terrestre con Rusia, pero también solicitó su ingreso, en paralelo al finlandés. Sigue pendiente de que Turquía -que acusa a Estocolmo de acoger a terroristas kurdos en su territorio- retire las objecciones a su incorporación. "La situación es grave", consideró respecto a Rusia el ministro de Exteriores sueco, Tobias Billström.

Los tres países bálticos, exrepúblicas soviéticas, se sienten especialmente expuestas a cualquier amenaza o inestabilidad procedente de Moscú. EstoniaLituania Estonia, socios de la UE y la OTAN, comparten frontera terrestre con Rusia o, en el caso lituano y letón, con Bielorrusia. "Apremiamos a nuestros ciudadanos a no viajar a Rusia", afirmó la primera ministra estona, Kaja Kallas, con 324 kilómetros de frontera con ese país y un 25 % de población de origen ruso.

Futura reunión

El flanco báltico de la OTAN tiene razones y precedentes históricos sobrados para asistir con preocupación a lo que ocurre, sea cual sea su desenlace. Lituania, además, prepara la cumbre de la Alianza que acogerá su capital, Vilna, del 10 al 11 de julio. Este lunes está convocada una reunión previa del Consejo del Atlántico Norte, con el secretario general de la OTAN, 

Jens Stoltenberg

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Una actitud parecida se observa desde Polonia, fronteriza con el enclave ruso de Kaliningrado y comparte además frontera con Bielorrusia. El presidente polaco, Andrzej Duda, fue el primero entre los miembros de la OTAN y la UE en expresar algo más que un “monitoreo” de la situación en Rusia. A primera hora de este sábado, antes incluso de la comparecencia de Putin en la televisión estatal rusa, Duda informó de su reunión con el primer ministro, Mateusz Morawiecki, y con su titular de Defensa, Mariusz Blaszczak. Se sigue “intensamente” la situación en las fronteras, afirmó. Y se está “en consultas” también con los aliados occidentales.