GUERRA EN UCRANIA

Putin, en el Día de la Victoria: "Occidente ha desatado una auténtica guerra contra Rusia"

El presidente ruso insiste en que Occidente es el causante de la división, los conflictos y las revoluciones en el mundo

Putin arremete contra occidente en el Día de la Victoria

Video: Agencia Atlas / Foto: EP

Àlex Bustos

Hoy como ayer, Rusia lucha por su supervivencia. Hoy como ayer, Rusia lucha contra Europa. Esas han sido las dos principales ideas del discurso de este martes de

 Vladímir Putin, el presidente ruso, que ha denunciado que Occidente ha desencadenado una “verdadera guerra contra nuestra Patria (Rusia)”, en la que la victoria es fundamental para la supervivencia del pueblo ruso, tildando de “criminal” la ideología "supremacista" que, según sus postulados, defienden los líderes de Estados Unidos y la UE.

Este discurso, aunque no ha cambiado un ápice en el punto de vista sobre Ucrania, Occidente o la misma Rusi

a

, no se pronuncia en un día cualquiera, sino en el Día de la Victoria, el 78º aniversario de la derrota de la Alemania nazi. Este día, en el que se mezcla el orgullo patriótico, la conmemoración a los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial y el restablecimiento simbólico temporal de elementos de la era soviética, es una fecha señalada por todos los rusos en el calendario.

Uno de los valores que se reclama en el Día de la Victoria, la fraternidad entre pueblos, también ha tenido su momento en el discurso del líder ruso, que afirmó que el país Euroasiático “no tiene pueblos inamistosos y hostiles ni en Occidente ni en el Este”, y , como la mayoría de los países el mundo, anhela "un futuro pacífico, libre y estable". Esta frase choca con buena parte del oficialismo ruso, tanto desde personas del círculo cercano del líder ruso como desde los medios estatales, desde el que se ha pedido “desnazificar” a los países bálticos, Polonia, Kazajistán o la desaparición de Ucrania como país porque “nadie necesita” este Estado, según defendía el vicepresidente del Consejo de Seguridad Dimitri Medvédev en redes sociales.

El presidente ruso acusó, en el mismo discurso, a las potencias occidentales de “"imponer su voluntad, sus derechos, sus reglas" y, en realidad, forjar "un sistema de saqueo, violencia y opresión" en la que también se destruyen "los valores tradicionales que convierten al hombre en hombre". En sus discursos Vladímir Putin ha clamado repetidamente en contra de la ideología de género y en contra del feminismo, algo que se ha plasmado en las campañas de reclutamiento que apelan a “ser macho” para animar a los hombres a alistarse. 

Normalidad relativa

El momento actual es excepcional, y ello se palpa en las calles, incluso en grandes fechas como ésta. El oscuro incidente con drones del pasado 3 de mayo en el Kremlin, en el que un avión no pilotado atacó el interior del recinto amurallado, encendió todas las alarmas en el seno del poder ruso, que ha blindado totalmente el centro de Moscú dificultando el paseo de muchos rusos que querían gozar de un agradable día soleado. Las precauciones han sido tales que en muchos tramos del desfile los ciudadanos estaban a decenas de metros de los vehículos, algo que no tiene nada que ver con la realidad de años previos. Ante las dificultades para moverse y ver lo que es el plato fuerte del día, un policía ha asegurado a este periodista que si se quería ver el desfile, “lo mejor es verlo por la televisión, todo está cerrado”.

Para aquellos que gozaban de prismáticos o teleobjetivos, el espectáculo tampoco ha sido el mismo. En 2021, cerca de 200 vehículos de diferentes tipos circularon por las calles más céntricas de Moscú para deleite de los aficionados a la parafernalia militar. En 2022, fueron cerca de 120 vehículos. Y este año ha menguado aún más y solo se han presenciado 50, entre ellos un único tanque, un T-34 de la era soviética. En el mismo desfile también hubo cerca de 10.000 soldados.

En otros punto más alejados del corazón de la ciudad, como el Parque de la Victoria, los moscovitas paseaban más distendidamente enarbolando uniformes de la Segunda Guerra Mundial, luciendo cintas de San Jorge o banderas de la Unión Soviética, una parafernalia que convierte esta efeméride, de una forma totalmente simbólica, en un regreso a los tiempos de la URSS. Incluso hay otra ciudad del país, Volgogrado, que durante unos días alrededor de la fecha, que recupera el viejo nombre que tuvo durante años, Stalingrado. El asedio de esta urbe fue el clavo en el atáud para las aspiraciones militares del Tercer Reich alemán, que desde que falló comenzó a perder fuelle.

En plena ofensiva en Ucrania se mezclan los símbolos soviéticos y nacionalistas, algo que provoca que en un mismo espacio se enarbolen banderas de la URSS, de la Federación Rusa y del grupo de mercenarios Wagner. Tanto este grupo de contratistas, como el Ejército regular ruso han intensificado su campaña de reclutamiento a medida que se aproximaba el Día de la Victoria.