CHILE

Cinco claves para entender el ascenso de la ultraderecha en Chile y cómo afectará a Gabriel Boric

Algunos analistas advierten de un desencanto que, sumado al ascenso de sectores radicales de derecha, puede crecer y erosionar todavía más a un presidente que ni siquiera ha cumplido dos años de gestión

Gabriel Boric.

Gabriel Boric. / EFE

El año que se conmemoran los 50 años del golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende, consumado a sangre y fuego el 11 de septiembre de 1973, un partido que se reivindica pinochetista y se oponía a derrumbar la Constitución forjada durante la dictadura arrasa en la elección de los redactores de la nueva Carta Magna. Los chilenos oscilan entre la perplejidad y la constatación de una profecía autocumplida.

1. País bipolar

La definición le pertenece al académico y psicoanalista Germán Silva Cuadra, quien, en una columna publicada en el portal 'El Mostrador' trató de explicar el presente chileno. "Cuando, con el paso de los años, se analice el período político entre 2019 y 2023, costará entender qué ocurrió en nuestro país". Recordó en ese sentido que, en 2020, un 80% de la población votó por cambiar la Constitución originada en dictadura. Luego, todos los partidos políticos existentes fueron castigados en la elección de la Convención, al punto de que más del 60% de los 155 convencionales fueron independientes. A continuación, fue elegido presidente Gabriel Boric, un joven de izquierdas de 35 años, pero, luego, en 2022, se rechazó en una consulta popular la propuesta constitucional, "que aparentemente reflejaba un país progresista". La contundente victoria electoral del partido Republicano el capítulo más sorprendente de esta "verdadera montaña rusa".

2. El protagonismo

Las históricas protestas callejeras de octubre de 2019 habían abierto las puertas para pensar un país con una Carta Magna basada en un "Estado social de derecho", con fuerte contenido ambiental y de género. Tras la derrota en las urnas de esa Constitución, y bajo los efectos residuales de la pandemia, la pérdida de empleos y la inflación, esos anhelos dieron paso a una agenda que puso en el centro de la discusión el tema de la inseguridad y el rechazo a la migración, en especial venezolana. El exdiputado José Antonio Kast, algo más que un Jair Bolsonaro chileno, se convirtió en el portavoz de los reclamos que los medios de comunicación supieron a su vez amplificar. Su figura no solo tutelará el proceso constitucional. Se presenta desde la noche del domingo como la carta presidencial de la ultraderecha en 2025, convencido que no le sucederá lo mismo que en la segunda vuelta de 2021, cuando fue vencido por Boric.

3. Nuevos actores

El republicano Luis Silva se ha transformado en una de las estrellas de la elección. No solo porque ha sido el consejero constitucional más votado sino por su propia biografía y programa político. Abogado y doctor en derecho de 45 años, Silva es numerario del Opus Dei, y recibió el apoyo de las comunas más prósperas de la capital. Su victoria se construyó especialmente en las redes sociales, donde realizó una verdadera tarea pedagógica de la ultraderecha. No por casualidad se hizo llamar "el profesor", y, además, "el elegido de las fuerzas", en alusión a la saga cinematográfica 'La guerra de las galaxias'. Silva ya avisó que quiere erradicar toda tentativa de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo y la eutanasia: "Me gusta otra cláusula que dice que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad". En el Consejo Constitucional se desempeñará como el gran defensor de la familia.

4. Enojo y frustración

Los resultados de la elección y la emergencia de nuevos y sorpresivos rostros, dan cuenta del desencanto con un Gobierno de izquierdas que nació débil. Pero el rechazo expresado en las urnas alcanza también a política en general y la confianza en el sistema democrático para solucionar los problemas de la sociedad. Un 4,52% de los electores votaron en blanco, mientras que un 16,68% anuló su sufragio. "Que se mueran todos", "No sé", "ladrones socialistas", "muerte al Estado", "Bastardos", "no merecemos esta democracia tutelada", fueron algunas de las frases dejadas para impugnar el voto. Algunos analistas advierten que ese profundo desencanto, sumado al ascenso de sectores radicales de derecha, puede crecer y erosionar todavía más a un presidente que ni siquiera ha cumplido dos años de gestión.

5. La sombra de la venganza política

Boric y sus aliados se encuentran frente a una pesadilla política con forma de interrogante. ¿Cómo convivirán un Gobierno de izquierdas con un Consejo Constitucional inclinado hacia la ultraderecha y un Congreso donde el oficialismo carece de mayoría? Tras conocerse el escrutinio, Boric se refirió preventivamente a los costos que provoca el "péndulo" de la historia cuando se mueve "de un extremo a otro incesantemente" y llamó a los republicanos a no tropezar con la misma piedra de la izquierda en la Convención Constitucional de 2021. En aquellos días de euforia, el abogado Daniel Stingo, integrante del partido de Boric, fue una de las voces dentro de la asamblea más proclives a no incluir a la derecha en la elaboración de la Carta Magna. "Como iba por el rechazo ahora tiene una minoría. Nosotros vamos a poner los grandes temas porque nosotros representamos a la gente. Los que ganamos representamos a la gente". La Constitución no prosperó, la "gente" cambió de opiniones y ahora es la ultraderecha la que se encuentra en la posición dominante, y con manifiestos deseos restauradores.