INFORME ANDALUZ

El 'calvario' de los huérfanos por violencia de género: "No te dejan ni quitarte el apellido del asesino"

El Defensor del Pueblo pide ayudas económicas para los 87 huérfanos por violencia de género en Andalucía y advierte de que estas víctimas se quedan sin prestaciones ni ayuda psicológica

Los menores huérfanos de la violencia de género afrontaban muchas dificultades tras el asesinato de sus madres.

Los menores huérfanos de la violencia de género afrontaban muchas dificultades tras el asesinato de sus madres. / Imagen de archivo / Pixabay

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Un testimonio abre el informe del Defensor del Pueblo Andaluz sobre “Infancia huérfana de la violencia de género: La víctima más invisible del drama”. Una voz anónima narra como asesinaron a su hermana delante de su madre y de sus hijos y el “calvario” que comenzó desde entonces. Todo, hasta el más mínimo trámite administrativo, se convierte en una gesta que se afronta en soledad. Hasta el cambio de apellidos de los menores que, recuerda este testimonio, hay que pelearlo en el juzgado. “Se encuentra muy bonito puesto en el Pacto de Estado y te dicen de que lo que puedes hacer es cambiar el sentido -el de la madre primero y luego el del padre-, pero si lo que se quiere es quitar el del asesino…”.

Después del entierro, viene la soledad. La ayuda psicológica a los menores dura 48 horas en el protocolo que funciona en Andalucía, una comunidad que no prevé ayudas económicas a estas víctimas, como si tienen otras autonomías. Hay pensiones de orfandad desde el Estado pero la tramitación es un infierno.

“Piensas que existe un protocolo que te indique qué hacer y por dónde empezar a caminar pero la realidad es que no existe y tienes que aprender a caminar”, relata este familiar. Los trámites de defunción se convierten en otro drama. Resolver la guardia y custodia de los menores tiene un proceso de “seis a ocho meses” y mientras los menores no tienen un tutor, se hallan en un limbo. Después viene el trámite de la orfandad. No ayudan ni las entidades bancarias, ni los seguros, ni Hacienda.

Hay asuntos domésticos que se complican hasta el absurdo, relata este testimonio. “La casa de la persona asesinada es una herencia y pasa a sus hijos pero la parte del asesino sale a subasta pública donde puede pujar cualquier persona y ocurriría que mitad de la casa es de los niños y mitad de un desconocido. En nuestro caso nadie pujó y se solicitó que se lo restaran de la indemnización que no verás nunca porque el asesino se declara insolvente”, explica este familiar. Hay muchos gastos y un daño psicológico que ni siquiera se atiende.

Solo en agosto, un mes terrorífico en cifras de asesinadas por violencia de género, seis menores se han quedado huérfanos en Andalucía. Son 12 menores desde que arrancó el año y 75 desde que los menores empezaron a formar parte de las estadísticas en 2003. Las cifras son negras en España, 388 menores huérfanos por violencia machista (87 en Andalucía) en dos décadas, según los datos oficiales.

Esta realidad tiene un capítulo especial en el informe anual que el Defensor del Pueblo andaluz realiza sobre la infancia y la adolescencia. “La parte más invisible de este drama”, señaló Jesús Maeztu. “Los niños se siguen utilizando como instrumentos para seguir dañando a sus madres.

Necesitan una atención propia, especializada”, relató en la presentación. “Los niños que se quedan se quedan en una situación difícil y nadie se acuerda de ellos”, lamentó, recordando que los poderes públicos y las administraciones “o pudieron proteger a sus madres pero sí deben ayudar a esos niños que deben superar el trauma, reparar el daño y continuar vivos”. Muchos son hijos o hijas del asesino de su madre.

La reforma de la ley de protección a la infancia y adolescencia de 2015 reconoció a los menores de edad víctimas de la violencia de género ejercida contra sus madres. Esa reforma legislativa avanza en medidas de protección a esos menores. Contempla la posibilidad de que el juez suspenda la patria potestad, guarda y custodia del asesino y que el acogimiento y tutela de los menores no dependa de él. De igual modo, se otorga al juez la posibilidad de ordenar la suspensión del régimen de visitas o comunicación. También el Pacto de Estado contra la violencia de género recoge hasta 21 medidas para intensificar la asistencia y protección de los menores. Sobre el papel, las leyes existen y los fondos se contemplan, otra cosa es el “calvario” y la soledad que padecen estas víctimas.

Este 2023 esta siendo un año terrible en violencia machista en Andalucía, con una de cada tres asesinadas en España. 16 de las 44 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en España vivían en Andalucía y siete han sido asesinadas en el último mes. La Junta y el Gobierno se reunieron este lunes por separado para abordar la situación. El Gobierno andaluz reclamó que los fondos del Pacto de Estado se repartan en función del número de víctimas y pide un análisis y evaluciación de las medidas estatales en marcha. Este jueves, el Parlamento andaluz debatirá dos inciativas, de PP y PSOE, sobre este incremento de los crímenes por violencia machista.