LA FUERZA DE LA ESPAÑA PLURAL: BALEARES

Baleares: del turismo de masas a una industria vacacional sostenible y circular

Este es el reto principal al que se enfrenta Baleares, donde no acaba de impulsarse la diversificación económica pese al peligro de que el cambio climático ponga en jaque el monocultivo turístico

Masificación en el Caló des Moro, en Mallorca, durante los meses de verano.

Masificación en el Caló des Moro, en Mallorca, durante los meses de verano.

M. Elena Vallés

Las limitaciones del territorio y la presión humana que padece durante los meses de buen tiempo convierten a Baleares en una de las comunidades autónomas más frágiles de España. También es una de las más expuestas al cambio climático al ubicarse en el Mediterráneo. El archipiélago lo conforman Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera, en total 4.992 kilómetros cuadrados de superficie que reciben anualmente cerca de 16,5 millones de turistas (así fue en 2022), cifra que se rebasará este 2023.

En el debate público, la posibilidad de limitar el crecimiento turístico marca la agenda política en un Parlament con mayoría de partidos de derechas que no quieren oír hablar de poner freno al motor económico de la comunidad pese a las externalidades negativas que genera y que impactan sobre el medio ambiente y los 1,2 millones de habitantes, según los últimos datos del INE.

Tras la pandemia, Baleares es el territorio que mayor aumento del PIB ha experimentado. En 2022 alcanzó el 14,2%, con un segundo año de crecimiento excepcional. Y el Govern anterior elevó la previsión de subida para 2023 al 5,2%. Asimismo, fue la comunidad que registró un mayor incremento de la renta per cápita el año pasado, aunque continúa despeñada en el ranking europeo. Las islas cayeron del puesto 46 de 2011 al 148. Un dato que deja al descubierto que el enriquecimiento y crecimiento económico no se han traducido ni en poder adquisitivo ni en bienestar social para la población general. 

Por otra parte, la confianza empresarial en las islas ha aumentado en el segundo trimestre de 2023 respecto al primero un 8,3%, el mayor incremento del país. 

La sobrepoblación es otra de las grandes preocupaciones que marcarán el futuro isleño. Según previsiones del INE, en 2037 habrá 300.000 personas más. "A este ritmo, Baleares llegará a los niveles de envejecimiento de la España vaciada", advierte ante la baja natalidad el catedrático de Geografía Humana de la UIB Pere Salvà.

En cuanto a trabajo, las islas han liderado en lo que va de año el crecimiento del empleo y la reducción del paro en el conjunto de España, una mejora en el mercado laboral impulsada sobre todo por el sector turístico. El archipiélago cerró agosto con 30.131 parados y una reducción interanual del 15,7%, mientras que el número de personas con trabajo se elevó un 4,4% para situarse en las 633.234.

La evolución positiva respecto al pasado año se registró en todos los sectores de la economía balear. El empleo mostró un crecimiento del 5,7% en la construcción; de un 5,3% en la hostelería; del 3,8% en el comercio y del 2% tanto en la industria como en la agricultura.

Pese a la bonanza de estos datos, los indicadores de pobreza en las islas no son nada halagüeños. El 21,5% de la población balear es pobre o está en riesgo de serlo, según la entidad EAPN. Los motivos: el archipiélago sigue estando por debajo de la renta nacional, los gastos de vivienda son los más elevados del país y los precios de los alimentos siguen disparados. 

Turismo

Baleares es la comunidad autónoma más visitada por turistas internacionales de España, superando a Cataluña y Canarias. Es uno de los destinos más populares en Europa, pero muy especialmente en Alemania. Tal es la fama de la isla que los teutones a veces se refieren a Mallorca como su "decimoséptimo bundesländer". Algunas de las cadenas hoteleras más importantes del país tienen su sede en las islas, como Meliá Hotels International. Este grupo hotelero con sede en Palma es la cadena líder en número de habitaciones y facturación anual. Además de en España, está presente en 40 países y da empleo a más de 45.000 personas. 

La hostelería juega un papel fundamental en la economía balear. Los distintos establecimientos que ofrecen alojamiento turístico, así como restaurantes y bares, dan empleo a más de 160.000 personas en la temporada de verano. De todos ellos, destacan los hoteles. Más de diez millones de turistas se alojan en uno de los más de 870 alojamientos de este tipo en el archipiélago, en la mayor parte de los casos de categoría cuatro estrellas oro. En Baleares hay un total de 2.880 establecimientos que se dedican al hospedaje turístico. Hay un total de 450.000 plazas turísticas entre alojamientos hoteleros y alquiler vacacional. El nuevo gobierno balear ha anunciado que pondrá fin a los límites al crecimiento turístico aprobados mediante una ley en la pasada legislatura. El equipo de Turismo de Marga Prohens levantará la moratoria de plazas y autorizará la ampliación de hoteles. 

La masificación y el turismo de excesos, además de la acuciante falta de personal en las plantillas, el número de cruceros que entran por los puertos, la sostenibilidad o el alquiler turístico (totalmente prohibido en viviendas plurifamiliares en Palma) son algunos de los retos que el sector turístico balear debe afrontar de manera urgente. Asimismo, el cambio climático es el enemigo principal del motor económico de las islas. Un estudio para la Unión Europea pronostica que Baleares es una de las regiones europeas que más turistas perderá por el calentamiento global. En el peor de los escenarios, con un incremento de cuatro grados centígrados, se prevé una caída del 8% en las pernoctaciones.

Construcción y vivienda

La construcción es la actividad más potente en el marco del sector secundario en las islas. Esta actividad ha avanzado el empuje de la creación de nuevas infraestructuras, privadas y públicas, vinculadas de forma directa e indirecta a los servicios. El año pasado el sector de la construcción creció un 43% en Baleares en comparación con 2021. Pese a ello, los últimos datos apuntan a un frenazo en la construcción de viviendas nuevas en las islas. El encarecimiento de los materiales ha sido uno de los factores clave. En los últimos años, se han levantado casas sobre todo dirigidas al sector del lujo con elevados porcentajes de compraventas por parte de extranjeros (han llegado a ser de hasta el 40%), mientras que apenas hay construcción de vivienda para las clases medias. Muy destacable (y criticada) ha sido también la enorme expansión que ha tenido la construcción en suelo rústico en los últimos ocho años: se autorizaron más de 3.000 nuevos inmuebles. El problema del encarecimiento de la vivienda en el archipiélago es uno de los más graves que afronta la población.

Explotación ganadera del típico 'porc negre' (cerdo negro) mallorquin.

Explotación ganadera del típico 'porc negre' (cerdo negro) mallorquin. / /

Industria

Apenas alcanza el 10% de la estructura económica balear a principios del siglo XXI. Las islas disponían de una base económica agroindustrial hasta los años 1940-1950. Desde 1960 los servicios son los reyes del crecimiento, sobre todo el turismo. En las islas la industria siempre ha tenido un protagonismo manufacturero. Han predominado los minerales no energéticos, es decir, cemento, cal y yeso, enfocados en la construcción. Y también son destacables los sectores industriales proveedores de materiales clave en el desarrollo del servicio de transporte, ya sea por carretera o naval. La islas son un centro importante para la reparación y mantenimiento de embarcaciones y aeronaves. También deben citarse el cuero y el calzado, la bisutería y la joyería, enmarcados en el sector de la moda. Y por último también existe una pequeña industria de la alimentación, donde destacan empresas de embutidos, de fabricación de quesos (muy destacable en Menorca) o de elaboración de vino. En total, el sector agroalimentario de Baleares lo conforman un total de 192 empresas.

Economía sostenible

Los retos en el archipiélago, dada su fragilidad territorial y el monocultivo turístico, pasan por gastar en sostenibilidad, una línea que se está desarrollando en los últimos años. Por este motivo, se han incrementado las inversiones en energías renovables y en aquello que ha venido a denominarse economía circular

Hasta septiembre de 2023, la producción balear de energía solar ya había superado la de todo 2022. Concretamente, las islas alcanzaron el pasado 5 de septiembre una generación acumulada de energía fotovoltaica de 269 gigavatios/hora, cuando a lo largo de todo el año pasado se produjeron 268,7 gigavatios. Así, es de esperar que el incremento entre un año y otro sea, como mínimo, del 30%. Sin embargo, no todo es amable en la implantación de parques solares en las islas. Las placas ocupan una gran superficie de terreno rústico y suelo cultivable en una comunidad con una gran limitación territorial y ya muy urbanizada, extremo que ha movilizado a vecinos y conservacionistas, no por no creer en la transición energética, sino por la inexistente planificación y ordenación territorial para instalar este tipo de centrales eléctricas.

Por otra parte, Baleares se ha convertido en pionera en la aplicación de la circularidad en el sector turístico. La aún vigente ley turística en Baleares -que será modificada por el actual Ejecutivo del PP- incluye una estrategia que deben aplicar los establecimientos hoteleros para permitir el desarrollo de una economía circular que resulte más respetuosa con el medio ambiente. Los indicadores de consumo de energía, agua, materiales y alimentos son los cuatro pilares en los que debe basarse la aplicación de la sostenibilidad. La planificación en los hoteles debe incluir la reducción de residuos, los protocolos a aplicar y las inversiones necesarias para hacer realidad la circularidad. Por ejemplo, en los alimentos debe establecerse un mínimo porcentaje de productos locales, en concreto un 3%. Los hoteles deben eliminar las instalaciones térmicas que funcionan con fuel o gasóleo y deben disponer de dispositivos de ahorro de agua y suprimir los amenities de un solo uso. 

Planta de hidrógeno verde en Mallorca.

Planta de hidrógeno verde en Mallorca. / /

Hidrógeno verde

La comunidad balear, en concreto Mallorca, inauguró hace año y medio en Lloseta la primera planta de hidrógeno verde de todo el Estado con la mirada puesta en posicionar España como el hub del hidrógeno renovable de referencia en el sur de Europa. El sueño verde sin embargo ha topado con un gran escollo para hacerse realidad: un fallo de diseño. Por este motivo, la planta lleva todo este tiempo sin funcionar a la espera de encontrar una solución a finales de año. El fabricante explicó que iba a tardar meses en solucionar el error en el diseño del electrolizador. A la espera de que pueda funcionar con normalidad, llega a la isla desde Barcelona hidrógeno verde para alimentar a varios buses públicos que circulan ya por Palma con este biocombustible.

Agricultura testimonial

La agricultura es cada vez más testimonial en Baleares. En 2021 sólo representaba el 0,5% del PIB y ocupaba al 0,79% de la población activa, en cambio en 2009 representaba el 1% y el 1,4% de la ocupación. De momento, la soberanía alimentaria es misión imposible. Los agricultores y ganaderos baleares sólo generan el 15% de los productos que se consumen en las islas. Desde 2016, la xylella ha dañado numerosas hectáreas de almendros, algarrobos, olivos y viñedos.